Eiffel

— ¿Cubatas a 4 euros?
— Digo.
— Qué bien, ¿Dónde?
— En Eiffel, en la calle Cardenal Bueno Monreal. Cuando quieras vamos.
— Okay.
Desde que estuve en el bar Eiffel se lo comento a todo el mundo.
Después de haber comido en la Taberna Porvenir (qué rico estaba todo) seguimos caminando por la calle Cardenal Bueno Monreal hacia ninguna parte. Éramos 7 ó 8 e íbamos a 3 por hora y conversando en grupos de a 2 hasta que el grupo de cabeza se paró en la puerta de Eiffel, delante de un cartel que decía «Ron Matusalem 4 euros»
A todos nos gusta el ron, así que para adentro del tirón. El Bar es bastante moderno, con cuadros grandes y en blanco y negro de la torre Eiffel, el arco del triunfo y algún puente sobre el río Sena de la capital parisina. La mitad de nosotros había estado en París y estuvimos un buen rato de la tarde hablando del viaje a la bonita ciudad mientras tomábamos los cubatas. La música también está muy bien. Todo un descubrimiento en bar Eiffel. Habrá que llamar por teléfono a ver si siguen con la oferta del ron a 4 euros para volver.

Habíamos estado en mi casa tomando unas tapas a modo de inauguración, pero éramos demasiados para tan poco piso y los vecinos empezaban a inquietarse por el nivel de ruidos que producíamos y que parecíamos ser capaces de producir. ¿Pero dónde íbamos?, queríamos seguir, tomarnos un cubata en alguna parte que no fuera la Alameda, ni ningún otro sitio que supusiera coger coches, taxis, bicicleta o medio de transporte con ruedas. Era una pereza que no nos merecíamos. Los bares de tapas estaban ya cerrados, y por la zona no conocíamos si existía el típico bar de copas de barrio. Nos dimos una oportunidad antes de abandonar la idea y nos encontramos con el bar Eiffel. Justo lo que buscábamos.
La música era normal. La típica música que ponen en cualquier canal musical de la tele por cable, las bebidas un poco más baratas de lo habitual, y el ambiente, pues un grupo de personas que por hache o por be terminan allí prolongando el momento de retirarse.
No era un bar especialmente bonito, ni íntimo, ni grande. Era un bar de copas abierto, y con eso nos bastaba.