Cuando está cerrado nunca sabes cómo se llama(ese nombre tan curioso sólo aparece en la pizarra en la que escriben las tapas cuando abren). Los horarios son un misterio. La disponibilidad de tu plato favorito corre a cargo de la voluntad del dueño. Eso sí, puedes ver cómo lo cocina allí mismo, casi delante de ti. La primera vez que fui hacían paella en el mismo bar, ni en la cocina ni nada. Lo que, siendo julio y estando el calor sevillano pateando aún las calles a las 21h, hacían que estar en el interior resultara imposible. Fuera, sillas y mesas de todos los tamaños compartidas por los parroquianos, que deben ser muy habituales del bar para tenerle cogido el punto a la apertura. Yo, oh ley de Murphy, sólo lo encuentro abierto cuando no me puedo parar, y siempre cerrado cuando lo voy buscando. Voy a tener que pasearme por la calle Feria disimulando mis ansias cerveciles para cazarlo.
LOLA R.
Rating des Ortes: 4 Sevilla
Pues sí señores, el «Kilo de Higos» es una muy buena elección. «Cuando nací había muchísimos higos. No puede ser, me dirán, si era invierno y hacía frío».(Marosa Di Giorgio) Me gusta porque: las tapas son las que le apetece al dueño ese día(y tiene buena mano), la cerveza a veces de botellín o tirador, cuando quieres alguna en especial, sólo tienen la otra, y el horario… un misterio. La decoración(mesas, sillas y alguna que otra cosas más) son la noche y el día ¿Estáis conmigo que en la variedad está el gusto?. Basta ya de la monotonía decorativa, ¿y por qué no montar un bar a base de retales en vez de gastarse un pastón en nuevos?. Este sitio es una oda al reciclaje. Los contenedores del centro de Sevilla tienen una buena oferta(y muchas veces en perfectas condiciones, hecho que le atribuyo a la furia del IKEA). El baño, mejor no visitarlo, no por nada si no porque no hay cisterna, y creedme, llegados a un punto el personal pasa del cubo de agua. La terraza, en plena plaza de Montesión, es una maravilla. Buena música. El hummus y la ensalada de aguacate ayudan a seguir bebiendo. pd. mi último cumpleaños lo pasé allí brindando una y otra vez con el vino dulce(al final nos tuvieron que echar con lejía)
Paco P.
Rating des Ortes: 4 Sevilla
En «Montesión», la saeta te hiere desde un balcón, Cantaba«El Pali», Cantaor que por desgracia no ha conocido este reciente bareto de esta plaza de tan profundo nombre aledaña a la calle de Feria. De nombre un tanto indefinido, en la pizarra de especialidades se lee: «Un Kilo de higos», algo que ha servido para atribuirle nombre al bar, que de manera implícita es un homenaje al rastro que tradicionalmente se forma en la calle feria todas las mañanas de jueves. Aviso que es una de las actividades mas curiosas de las que se realizan en el centro. Se reunen una serie de característicos vendedores de antiguedades, por llamarlas de alguna manera, que ofrecen cantidad de objetos absurdos y descontextualizados, que sirven como excusa para convertir el jueves por la mañana en el comienzo del fin de semana, empezar a tomar cervecitas desde muy temprano en el Kilo de higos por ejemplo, amueblado con estos restos eclécticos que dan al local mucha personalidad. No está muy claro a la hora que abre y a la que cierra, creo que es según le venga en gana al dueño, lo que está claro es que hay un «ambientaso» medios días y noches, hasta horas posteriores de las que las licencias municipales creo que contemplan.