Esta amalgama de estilos se sitúa en pleno centro de Sevilla. Es un local para tomar copas, sin más. No busquéis nada temático porque el decorador parece que se ha liado con varias nacionalidades y épocas históricas. Ah, tampoco intentéis buscar el sentido al nombre más allá de que suele ser un punto de reunión para cofrades. No sirven comida y tampoco dejan que la consumas en sus mesas mientras estás consumiendo alguna bebida de su establecimiento. El baile del personal es caótico, cada mes hay camareras nuevas y el trato nunca llega a ser del todo bueno. Un éxito inexplicable aunque mantenido en el tiempo.
Desiree R.
Rating des Ortes: 4 Sevilla
Después de nuestra cena de navidad, decidimos ir a tomar unas copas y puesto que diluviaba cuando salimos del restaurante, decidimos buscar un sitio cercano en el que empezar la noche. El primero que encontramos en nuestro camino fue este, y entramos a echar un ojo pensando que estaría lleno. Nuestra sorpresa fue que hasta cogimos una mesa para sentarnos y que la chica vino a tomarnos nota de lo que queríamos, a pesar de que el bar estaba bastante lleno. Según me dijeron este bar lleva ahí bastantes años, y mira que he pasado veces, pero no recuerdo haberme fijado en él. Es como un bar irlandés pero con reminiscencias de tascas antiguas. El ambiente era bastante bullicioso y había que gritar un poco para hacerte oír, pero la verdad que estuvimos muy bien. Salimos a buscar otro bar y nos arrepentimos de haber dejado aquel bar, porque la verdad es que estábamos muy a gusto en el aquel bar: sentados, calentitos, con servicio de mesa y entre amigos, que más podíamos pedir.
Enrique H.
Rating des Ortes: 3 Sevilla
Para los que no somos muy de discotecas ni de locales nocturnos excesivamente bulliciosos, se agradece que de vez en cuando abra sus puertas por la zona centro un bar de copas de este tipo. Tras cenar siempre apetece un digestivo y, si andas por la zona, El Sanedrín es un buen lugar para tomárselo. Aunque por el nombre y el ambiente no lo parezca, en su decoración pretende ser un irlandés, y digo pretende porque la verdad es que no lo logra del todo. Cuenta con varias mesas por si os apetece sentaros en lugar de quedaros en la barra; fuera, con el buen tiempo, también tienen terraza. La variedad de marcas está bien y las copas no son caras. Eso sí, os recomiendo que paguéis conforme os sirven, porque si no es más que probable que os encontréis con una sorpresita extra al final. Además de copas, tienen café y creo que desde hace un tiempo también tapas(montaditos sobre todo), supongo que por aprovechar los rebotados del Dos de Mayo, que está justo al lado y no es extraño que esté hasta la bola.
Clara M.
Rating des Ortes: 3 Sevilla
No sé a qué genio del marketing se le ocurriría ponerle al bar tan bíblico nombre. Tampoco quién ideó esa decoración que está entre un bar irlandés y una suerte de taberna medieval gótica. Pero ahí está, plantado frente a Daoiz junto a locales tan sevillanísimos como el Dos de Mayo. La terraza es su punto a favor. Los árboles de la Gavidia, las anchas aceras y ese murmullo de palomas gorgojeadoras y niños chillones que se encaraman a las barras de hierro que salvaguardan al héroe de la independencia. La plaza de la Gavidia es un buen sitio para ir a pasar un domingo a mediodía, pero este bar en realidad es más recomendable por la tarde. Mientras que sus vecinos Dos de Mayo o Amarillo Albero se encargan del yantar, este bar parece más destinado al café o la copa de la tarde. Como muchos bares, pierde cuando cierran la terraza, pero el local es agradable en general. Lo único que echo en falta es otro tipo de música: se pasan con el volumen de los 40, y eso arrasa con cualquier ambiente agradable que haya podido crearse entre la madera.