El Tío del Saco

Lugar bastante sorprendente y recomendable situado frente a la glorieta de Carrefour Macarena, entre Pino Montaño y San Diego.
Es un gastrobar de decoración sorprendente que pusimos a prueba cuando desembarcamos un grupo de casi 25 personas para pedir raciones y bebidas. Hay que reconocer que se manejaron muy bien ante el desembarco y, la verdad, es que atendían rápido y bien.
En cuanto a la comida, 3 cosas muy recomendables: ristotto, la hamburguesa servida en sandwich y, por supuesto, la colosal pizza serranito que es una combinación épica, pizza con los ingredientes de un serranito, eso sí que es cocina fusión.
Vale la pena explorar este sitio, hay mucho mundo más allá del centro y nervión

Lo mejor que se puede decir del sitio es que entre plato y plato te da tiempo a terminar de ver Arrayan. Lentos no, lo siguiente. Bueno para ir un lunes a medio día, que supongo que no habrá público y atenderán en condiciones.
La comida está buena, pero es mejor que pienses «a toro pasado». Es decir, que si vas a cenar, pidas una tostada y un café con leche. Si vas a almorzar, pues pide algo ligerito, que para cenar es mejor no pasarse.
No sé si se entiende el sarcasmo. TODO NO ES GANAR DINERO SEÑORES, un camarero o dos más y un cocinero, que entré a cenar y me fui con ganas de desayunarme unos churros en el Plata.

Ya he ido un par de veces. Sitio original en decoración y platos. He probado varios de sus platos. El que más me ha gustado en general la pizza serranito y el rissotto y el que menos el binomio de quesos. La carta es variada. Lo recomiendo.

Me encanta este sitio, decorado y ambientado en cuentos, con una cabaña central. Su carta es muy variada y destacar la pizza de serranito. Recomiendo visitarlo, te sorprenderá!

Lo que más llama la atención al principio es la decoración, perfecta para una noche de halloween, por algo se llama El tío del saco. La carta es variada, con algunas sorpresas como una pizza de serranito. Es ideal para quienes buscan algo un «poco más», sin llegar a ser excesivo. Buen servicio, buen rollo.

No pongo las 5 estrellas porque hubo un par de detalles que hubiese cambiado en mi servicio, fue q el atún estaba demasiado echo y el canelón llevaba exceso de orégano. En el servicio fue estupendo teniendo en cuenta q éramos los únicos q habíamos. Por lo demás salí bastante satisfecha y a buen precio.

En otro tiempo hubiera puesto el máximo de estrellas y una buena reseña, incluso lo hubiera recomendado. Pero son ya muchas veces de interminables esperas, errores en las cuentas y la bajada en la calidad y cantidad de los platos manteniendo el precio es el colmo. Así que hasta nunca, no voy más. Y no se lo recomiendo a nadie.
Los camareros están siempre desbordados, demasiadas mesas para tan poco personal. Los precios son el doble de lo que puedes encontrar en los alrededores, y la calidad es la mitad de lo que puedes encontrar en los alrededores.
Empezaron muy bien, pero se han desinflado muy rápido.

Es arriesgado poner las cinco estrellas habiendo ido solamente una vez, pero llevaba mucho tiempo pendiente de ir y una persona diciéndome que era muy bueno, y aún teniendo las expectativas altas, las cumplió, habrá que probarlo más veces para ver si mantiene todas las estrellas.
Empezaron parece ser con un pequeño bar y hace relativamente poco abrieron este gastrobar y han ido más allá y han abierto otro sitio que se llama «Chupacabras» que tendré que ir a probar.
Es una zona de Sevilla que trabajo poco, pero es bueno saber que en cualquier sitio de esta ciudad encuentras lugares especiales.
Nada más entrar la decoración te llama la atención, es original y con gusto, al menos para mi, la atención muy buena y la relación que se veía entre los trabajadores era muy buena, es una tontería, pero me llamó la atención.
La carta no es extensa, tienen un determinado número de platos que ofrecer, pero es que todos tienen buena pinta y muchos nombres un poco extraños, pero de los que probé, cumplían con creces la experiencia en el establecimiento. Creo que tienen la capacidad de cambiar la carta de vez en cuando y se nota que deben cocinar ellos y tirar poco de congelados o de productos ya elaborados.
Aún así, me gustaría ir algunas veces más y terminar de convencerme, pero dudo que vaya a cambiar, como mucho mejoraría mi idea del sitio, pero las estrellas ya están al máximo.
UnilocalCOMENDADO

La comida muy rica con variedad en los gustos y el trato muy familiar y el local acogedor, encantado de repetir.

Ya conocimos El tío del saco de al lado del parque Miraflores y como única pega teníamos que siempre estaba lleno y nos tocaba esperar para sentarnos. Por lo demás, los camareros una delicia, encantadores, y la comida muy rica.
Bueno, pues cuál sería mi sorpresa cuando hace varios meses nos encontramos otro Tío del saco en la rotonda del Carrefour Macarena con todo lo bueno del anterior pero muuucho más grande.
Tienen un salón grande con una decoración muy chula y para los meses de buen tiempo hay un montón de mesas en la terraza (a ver qué pasa en invierno, si habrá toldo o si no).
Los camareros muy simpáticos y la comida igual de rica! Las primeras veces que vas no sabes qué elegir de la carta. Después vas teniendo tus favoritos (el swing de atún está tremendo, el risotto, el salmorejo, la hamburguesa, el canelón, las ensaladas… sí, me sigue costando elegir)
Echo de menos una carta de postres, al menos las veces que he ido solo tenían uno o dos, pero supongo que todo se andará.

Una carta original y de calidad, y un trato muy agradable. Como puntos flacos: la carta es muy corta y no se renueva, y el servicio suele ser lento los días fuertes (festivos, fines de semana, etc.)

El tío del saco es un gastro-​bar de tapas con un ambiente muy agradable. Tiene un pequeño salón de unas 7 mesas y terraza. Está al lado del parque de Miraflores, totalmente alejado del circuito de restauración del centro, pero a su vez dota a este barrio de una magnífica opción gastronómica.
Su cocina es muy creativa, de calidad, al leer la carta no sabes qué escoger y cambias de idea a cada plato que lees, desde la mini hamburguesa, que de mini no tiene nada, a caracoles al estilo Fez, pasando por atún marinado, risotto y muchas más opciones.
El precio de las tapas está muy acorde con su calidad.
Muy recomendable.

Si este bar estuviera en el centro sería uno de los locales de moda de la ciudad, pero claro, está al lado del Parque de Miraflores y eso le quita glamour que no calidad.
La carta de tapas es espectacular, tanto que tal como la tienes entre tus manos querrías pedirlo todo sin excepción alguna.
Para compartir pedimos una ‘papas aliñás’ que quitaban el sentido, de esas como las que hacen tu madre o tu abuela, pues eso. Además nos pusieron un jarrón, literalmente, de caracoles picantes al estilo Marrakech. Deliciosos.
Una vez metidos en faena pedimos una tapa más por cabeza. Yo opté por una fuera de carta, ya que hablamos de atún. La verdad es que me pusieron tal pedazo de cerdo de mar que me quedé hasta arriba. Además bien cocinado, de buena calidad y con una genial guarnición.
También piqué de otros platos. El risotto cremoso de boletus riquísimo, la presa ibérica una pasada. Vamos, tendré que volver a ir para probar más tapas y sin duda darle las 5 estrellas.