Elordi

Esta ferretería de barrio, la única de la zona, es la mar de singular. No está más surtidas que otras y tiene lo que tiene que tener, un poco de todo: material de ferretería, algún electrodoméstico, cafeteras, etc. Además hacen copias de llaves.
Lo que la hace especial es el auténtico caos que reina en su interior, donde no queda un palmo de pared libre y en el suelo apenas si se puede transitar por una estrecha vereda exenta de cachivaches. En alguna de las ocasiones que he coincidido con algún otro cliente, he tenido que salirme de la tienda para que este pudiera pasar.
El matrimonio que lo regenta es muy agradable: él con sus gafillas y ese aire despistado y un poco caótico que ha transfundido al negocio y ella, que se ve que es más metódica y cerebral, sufriendo estoicamente el caos sin tener del todo claro dónde encontrar lo que necesita.
Porque aunque en Elordi está todo está en su sitio, el mérito es saber cuál es.

Alberto estaba ejerciendo de manitas por un día en casa de sus padres. Él era el jefe de obras, el arquitecto, el obrero, todo a la vez, y yo era la mandá, la asistente, la que obedecía sus órdenes de «tráeme esto y tráeme aquello». Le asaba el martillo y el destornillador, pero la cosa no quedaba ahí, también era la encargada de ir a comprar a la ferretería de abajo las cosas que se iban necesitando y que no tenía. «Baja y compra un espiche de este tamaño», y yo bajaba a Elordi y lo compraba. «Baja y pídele un destornillador de estrella, pero más pequeño que éste», y entonces iba yo y bajaba a Elordi y lo compraba. En fin, que en una tarde tomé gran conocimiento de aquella ferretería. El Elordi, la llamaban, al principio, pensé que le decían el Jordi, en fin, cosas de la idiosincrasia. La ferretería tenía absolutamente de todo, una caja de herramientas tamaño establecimiento, donde todo lo que pedía, allí que me lo buscaba el hombre y me lo traía. Algo caro, pero muy socorrido. Quizás tenga que ver que se la única ferretería en el barrio.
Hacen copias de llaves, toda las llaves del barrio han pasado por el Elordi.