#LunesDeReseña Parto de la base en la que soy un enamorado de los libros y la escritura en general(espero algún día vivir tranquilo en un porche con vistas al mar mientras hojeo el manuscrito de mi próxima novela, vale, ya, despierta!) por lo que cualquier evento donde la protagonista sea la literatura me parece una buena opción. Una vez más Sevilla se engalanó, seguramente no lo suficiente, para recibir la Feria del Libro 2014, un evento de vértigo en otras ciudades que aquí en la capital andaluza pasa desapercibida para casi todos y se convierte en lugar de culto para los más nostálgicos. Se ubica en la céntrica Plaza Nueva, donde hasta 40 stands mostraban sus joyas literarias, librerías, biblotecas y algunos centros de estudios se esmeraban por mostrar sus piezas buscando enamorar a los viandantes y espectadores con el olor de un libro recién abierto. Es toda una experiencia para los sentidos, darle la oportunidad a autores desconocidos y rebuscar entre las páginas de tus escritores favoritos. Hay precios de todo tipo y para los que se cansen pronto hay una caseta ambigú para reponer fuerzas. Además, según he podido leer, en esta edición de 2014 se han aumentado las ventas, me alegro, se han celebrado 200 actos y han acudido unas 18.000 personas. No son malas cifras si las comparas con las de 2013, pero al menos a mí me hacen pensar teniendo en cuenta tan solo los habitantes censados en Sevilla capital, que superan los 700.000. Lo mejor sin duda es que siempre es bonito disfrutar de los libros. Lo peor, que no se le diera mayor importancia al libro electrónico, creo que no hay que girar la cara a las nuevas tecnologías y sí ir de la mano con ellas. Me gustaría que para el próximo año la gente participase más y la ciudad se volcase a través de todos los medios posibles en hacer una gran Feria del Libro a la altura de otras capitales españolas.