Este bar está unido a mis recuerdos de pequeño en mi barrio el Trébol, allí siguen mis padre y mi tía, y aprovecho para hacerles una visita y pararme a tomar algo en el Géminis cada vez que puedo. Conozco a los dueños desde el principio, ya que mi familia al igual que la de los dueños, inauguro está barriada del Trébol allá por el ’75. Los dueños actuales, José Marí y Carmela son la segunda generación al frente de este negocio. La hermana pequeña Mary regenta una peluquería con el mismo nombre en el barrio. De pequeño veraneábamos juntos con sus hijos, que poco a poco hemos ido dejando el barrio, para volver solo a visitar a nuestros respectivos padres. El local ha ido cambiando y adaptandose a los nuevos gustos, yo, la verdad hecho de menos la antigua barra de aluminio y formica roja y lo único antiguo que conservan es el óleo que representa los dos gemelos del zodiaco y que está detrás de la barra. Cabe destacar la labor de José Mari, en la barra y la cocinera, la pequeña gran Carmen, una señora de pequeña estatura, pero con muchísima mano en lo que a cocina se refiere. No dejéis de probar los caracoles en temporada, y las brochetas con medallones de solomillo. La carrillada en salsa así como cualquiera de los guisos tradicionales están de rechupete. Las croquetas, puedo certificar que sin hechas con esmero y cariño una a una con la pringá del puchero hechas por Carmen como lo hacía su madre. Para mi ir al Géminis es volver a los 80 y a la vajilla de duralex. Lástima que algunas cosas solo se puedan encontrar ya en los mercadillos de segunda mano. Estoy tentado de llevarme mis platos de vidrio verde y ámbar para que me sirvan en ellos la próxima vez que vaya y así volver a aquellos maravillosos años.
Jacinto B.
Rating des Ortes: 4 Sevilla
De toda la vida. Lo que es un bar de toda la vida. Me encanta el Géminis, porque, a pesar de llevar bastantes años en mi barrio con una clientela muy fiel, no ha parado de invertir en el negocio, innovar y hacer reformas, y eso se agradece. Las tapas están buenísimas, aunque tengan algunos nombres al azar en plan de cachondeo y tengas que preguntar qué es cada cosa, de mis favoritos el solomillo al JB buenísimo, el pinchito de gambas con bacon o, si tienes mucha hambre una brocheta de solomillo espectacular, además del serranito, por supuesto. La atención es muy buena y el hecho de ver casi siempre a las mismas caras por allí es buena señal, tienen una amplia zona de veladores en la que, aviso, cuesta trabajo encontrar hueco si no vas temprano. Dentro es bastante ruidoso, eso sí. Como diría Esperanza Gracia, mis queridos Géminis.
Carmen C.
Rating des Ortes: 4 Sanlúcar la Mayor, Sevilla
¡¡¡Me encantan los caracoles de este bar!!! Cuando empieza la época de estos bichitos estamos todos deseando sacar los cuernos al sol. Me gusta sentarme por la noche en los veladores y saborear los platos que puedes elegir en este bar. Está en un barrio alegre, tiene mucha vida, da gusto estar allí sentado y sintiendo todo el «jaleillo» de la calle. Cuando estoy muy cansada, me paro un momento, me llevo mi cena y, por supuesto, mi tarrina de caracoles si están en la temporada y la disfruto en casa.
Marta G.
Rating des Ortes: 5 Sevilla
Es ése bar de barrio que tiene la extraña habilidad de a la vez tener un ambiente rollo tasca pero también familiar e incluso amistoso. Nadie que entre se puede sentir extraño. Supongo que esa será una de las claves de su éxito y es que es el más antiguo de la barriada del Trébol aunque su fama se extiende por toda Sevilla. Esto es gracias a su cocinera, un portento. Todo lo que sale de esa cocina está bueno, aunque su especialidad es la caldereta de venado. Imprescindible probarla aunque no creas que te va a gustar el venado o directamente no te guste como era mi caso. Además te pones las botas porque la tarrina de un cuarto de kilo te sale por menos de cinco euros(creo que incluso cuatro, pero mi memoria no da para tanto). Tampoco puedes dejar pasar la oportunidad de probar su serranito, en pugna con otros dos o tres bares por ser los mejores de Sevilla. Y si tienes prisa, no te puedes parar o simplemente te apetece comer en casa te lo preparan para llevar. Desde que sabemos que puedes ir a encargar comida mi suegra casi nunca cocina en las comidas familiares. Así que este sitio hace feliz a las madres con muchos hijos que vienen a comer los fines de semana y a las que prefieren comer en la calle, ¡por fin llueve a gusto de todos!