Hermanos Calvo

Tengo algunas manías entre las que se encuentra la de no gustarme comer cartón. Y a eso saben algunos panes que venden, cada vez más, en las panaderías sevillanas.
Por eso cuando me hablaron de Hermanos Calvo tenía que probarlo, y por la misma razón, durante mucho tiempo comprábamos allí nuestras reservas de panecito cada cierto tiempo y las manteníamos en el congelador.
Esto es otra cosa señores, con sabor a pan del bueno, con migajón del que te llena, con su buena consistencia… Y mientras comes sano y rico estás siendo un pelín solidario, ya que a su vez esta empresa colabora en un proyecto para que no falte el pan en ningún rinconcito del mundo. ¡Grande!
Dejé de comprar aquí porque me hice mi propia panadera, pero si tú estás buscando el pan de tus días, ¡pásate!, aquí seguro que te comes más de una rosca.