Hostería del Laurel

Es uno de los sitios más recomendados a los turistas que visitan la ciudad, por su tradición, su historia y porque realmente enaltece la cocina española.
No es de extrañar la reputación de la Hostería del Laurel, no sólo por su historia si no por el servicio, la tradición y el esmero que le ponen sus camareros, cocineros y «métre».
Mis padres nos han traído aquí a celebrar cumpleaños y yo misma he recomendado y llevado a los grupos de turistas más «selectos» porque sé
que no iban a defraudarnos. En concreto, traje a una familia de China, que se negaban a comer menús por muy «typical Spanish» que fueran. Querían por encima de todo tapas. Y así lo hicimos en la Hostería del Laurel.
Comenzamos por el vino, un vino blanco para acompañar los aliños de pulpo, la ensalada templada de bacalao ahumado y el aliño de gambas. Pedí lo que creí que podían comparar con la cocina de productos que pueden comer allí en China (como el pescados y verduras) y lo que no. Mientras les contaba por encima la historia de José Zorrilla su don Juan Tenorio y la similitud de Tirso de Molina y su «El burlador se Sevilla». Desde luego venían excelentemente enterados de nuestra cultura.
También pedí para ellos expresamente tapas de jamón de bellota y queso curado. Y tapas más «elaborada» como el menudo a la andaluza (a ellos no les hizo mucha gracia, pero a mí me encantó y eso que no me gusta el menudillo), champiñones al ajillo, espinacas salteadas…
El resultado fue estupendo, pues de pasar a tenerlos con caras serias y casi acusadoras a estar alegres y con una actitud más cercana (entre la familia, el intérprete y yo).
Eso sí, tuve que reservar el día anterior.

Un amigo me llamo y me dijo que en un restaurante de Barrio de Santa Cruz representaban una obra de teatro gratis, «Don Juan Tenorio», así que llamamos por teléfono, reservamos mesa y allí nos plantamos.
Al llegar y ver el sitio y lo concurrido que estaba lo primero que pensé es en la que nos iban a clavar, que después no fue para tanto. La plaza estaba completamente llena de gente y e restaurante me encanto, nos explicaron que en aquel restaurante, antigua Hosteria es donde José Zorrilla escribió la obra de teatro, lo explico tan emocionado que pensarías que la obra la había escrito el.
La cena estuvo fantástica, a luz de velas, con vino y paella, paella por la noche, un lujo. Nos sentamos en la terraza, como era noviembre aunque estábamos cómodos y aun no estaba la moda de la calefacción en la calle, pasamos un poco de frió por lo que decidimos que el postre nos lo tomábamos en la barra aunque fuera de pie.
El acceso a este restaurante solo se puede hacer paseando, imposible de meter un coche, pobres repartidores de los restaurantes de la zona.

Se dice que José Zorrilla se inspiró en el barrio Santa Cruz para escribir «Don Juan Tenorio» y como se supone que se alojó en esta Hostería para escribirla, la visitan muchos turistas. Sobre todo se sientan a tomar unos vinos en la parte exterior, en las mesitas bajas de madera que hay justo delante de su preciosa fachada con balcones con flores rojas y rosas, donde se lee en grande con una tipogafía de época «Hostería del Laurel».
Sólo he ido a tapear y no tienen gran variedad, pero la chacina es de calidad (jamón, caña de lomo, queso.).
También es un hotel con 21 habitaciones, en el que los huéspedes se encuentran al entrar con el restaurante y taberna que lideran el área de recepción.

Hotel-​restaurante situado en pleno barrio de Santa Cruz (Sevilla).
Su buena ubicación lo hace muy interesante pues tiene puntos de interés muy cerca (la catedras, la torre de oro.)
Es muy familiar, el hotel tiene pocas habitaciones, cómodas y muy bien equipadas, el sitio justo y necesario para poder descansar comodamente.
En el restaurante puedes encontrar todo plato típico sevillano o español, destaca el buen jamón y vinos.
El servcio fue muy simpático y agradable. Estuvimos como en casa.

En el corazon del barrio de Santa Cruz
En el mismo centro de la Sevilla castiza, este restaurante ofrece una muy buena acogida y, sobre todo, unos buenos platos especialmente de la gastronomia de la tierra.