Jaylu

Local muito acolhedor com atendimento fantástico, comida muito boa assim como a confecção e a qualidade dos alimentos, a repetir

Sólo he venido una vez a Jaylu, y casi con toda seguridad puedo afirmar que no voy a volver ¿Por qué? Porque…
Unos familiares estaban de paso en la ciudad, y debido a que nos vemos muy de cuando en cuando, decidieron invitarnos (menos mal) a un restaurante del cual habían tenido muy buenas referencias: un tal Jaylu. Cuando me enteré de que estaba en López de Gomara me extrañó, pues paso todos los días por dicha calle y no recordaba ningún local con dicho nombre tan peculiar. Al llegar comprendí que no me sonara, ya que la fachada pasa desapercibido, pues es pequeña y sobria.
Jaylu es ciertamente pequeño, una sola sala de unos 30 m2 precedida por una pequeña recepción. Pequeño, sí, pero decorado de forma barroca, lleno de motivos clásicos y cuadros relativos al mar. Relativos al mar, al igual que su comida, pues Jaylu es equivalente a marisco y pescado. Me gustaría comentarles en mayor profundidad qué compone la carta, pero resulta que nos dejamos guiar por las recomendaciones del maitre. Los platos llegaron en nada de tiempo, algo comprensible, puesto que éramos dos mesas comiendo esa noche, y la mayoría de los platos no necesitaban cocción.
Nueve gambas de huelva, tres zamburiñas, cinco cigalas, colas de cigala rebozadas, dos lomos de corbinas, dos botellas de vino As Sortes, dos milhojas de crema y un tocino de cielo fue lo que compuso la cena para tres comensales. No soy «muy del mar» en lo que a paladar concierne, pero tengo que reconocer que nada más llevarte el producto a la boca podías apreciar la calidad del mismo: un sabor fresco, suave y claro, que poco tenía que ver con lo que había probado hasta ahora.
Buen servicio, buena comida, atmósfera prácticamente privada… todo bien ¿no? Sí, todo menos el precio. Igual otra persona lo valora así, o considera que merece la pena, pero yo NUNCA pagaría 400 € por dicha cena. No me pareció caro, sino carísimo. Me dejó frío la cuenta, y eso que afortunadamente no tuve que poner ni un céntimo.

Así que, si es usted un amante bandido del marisco, un admirador sin igual del pescado, o si simplemente tiene la suerte de poder permitírselo, Jaylu es su restaurante. Eso sí, si usted es de los que dicen «sí, el marisco está bueno, pero… meh», o si pertenece a la clase media de este país, al igual que un humilde servidor, mejor váyase a otro lugar.
Total, que 3 estrellas, no por mala calidad, ni mal ambiente ni mal servicio, sino por un precio desorbitado.

Restaurante de categoría. Celebramos una fecha especial y tanto la comida como el servicio geniales. Todo exquisito.
Al principio pensé por la decoración que sería una sitio típico-​rancio pero me equivoqué.

Top tier sevillano. Servicio sin mácula. A pesar de ofrecer precios elevados en comparación con otros establecimientos, (de acuerdo con el producto ofrecido, sin extralimitaciones), se puede disfrutar de Jaylu por un precio asequible (40 €/​p vinos a parte).
En mi opinión, restaurante ineludible para cualquier residente en Sevilla. Referencia en la ciudad.

Solo he estado una vez en Jaylu, con motivo de una celebración especial.
Este pequeño local ubicado en el barrio de Triana, es mas conocido de lo que parece. Es como dice el refrán «chiquitito pero matón», en el buen sentido de la palabra, claro. Pues a menudo lo visitan personalidades conocidas a nivel nacional. Debe de ser por algo.
Enrique, el dueño, es el perfecto maitre, derrocha experiencia a la hora de atender a sus clientes, es atento en todo momento, y te aconseja sin problemas. Confía en el cocinero, que para eso es su hijo. Y si ya te atienden de esa forma, la calidad de los productos es inmejorable, eso yo creo que es la preferencia del lugar.
Recuerdo que me pedí un plato de mariscos, realmente exquisito y un arroz, también muy bueno. El precio ya es otra cosa, obviamente con esa calidad, la comida es un poco mas cara, unos 30 euros te gastas allí tranquilamente. Pero si tienes que celebrar algo muy especial, éste es un buen sitio.
La bodega es otro de sus referentes, hay vinos de todas partes.

Restaurante de lujo, especializado en mariscos y guisos marineros. Excelente, si eres millonario claro. Muy por encima del resto, pero a precio de oro.