Juan Carlos López Wampercin

Tiene sus propios problemas psicológicos como para aclarar a nadie.

La mejor manera de definir a Juan Carlos es decir que es un profesional y que su especialidad es hacer feliz a la gente. Es multidisciplinar, sabe de medicina natural, es un genial acupuntor y sobresale como psicólogo. Cuando llegué a su consulta había pasado antes por varios expertos pero a el me lo recomendó una amiga que estuvo en su consulta de psicología y tuvo muy buena experiencia. Así que como estaba en medio de un bache vital, me animé a ir. Lo primero que me sorprendió es que no me hizo contarle mi vida, sino que me dijo que por qué estaba yo allí. Cuando le expliqué por qué pensaba que estaba allí me preguntó si realmente creía que necesitaba ir allí. Ahí me ganó, porque un psicólogo que en la primera cita te hace cuestionarte si necesitas ir sabes que no te quiere sacar los cuartos.
Con el paso del tiempo comprobé que esto es así, Juan Carlos intenta atacar esos problemas o inseguridades lo antes posible porque él mismo dice que una terapia es muy dura para cualquiera y que cuanto más cortas, mejor. En mi caso dejé su consulta sorprendentemente rápido y, en el proceso, también pude comprobar su arte como acupuntor. Un día llegué a la consulta muy cabreada porque había hecho algo que no quería hacer por un amigo. Me senté y me puse a despotricar hasta que, poco a poco, me fui encontrando muy relajada. No floja, sino con una paz interior que hacía que no me importara tanto lo que antes me cabreaba. En esto que miro a mi alrededor y Juan Carlos está a mi lado. Le digo que estoy más relajada y me dice «claro, mira» y me enseña una aguja de acupuntura. Es entonces cuando noto algo raro en la cabeza, ¡tenía una aguja clavada y ni la notaba! Hasta entonces nunca había creído en la acupuntura pero es que ni me enteré, Juan Carlos es un artista.
Después de mi paso por su consulta me llamó alguna que otra vez para interesarse por mi evolución y por cómo me iban las cosas. Además le he recomendado sus servicios a amigos y familiares que me consta que han ido y también han cambiado sus vidas. Juan Carlos me enseñó que lo más importante es ser feliz y que se pueden tener muchos problemas en la vida y disfrutarla o tener solo uno y amargarte de por vida. Y eso es un aprendizaje que no tiene precio aunque no es el psicólogo más caro que he pagado ni mucho menos, más bien de los que tenían mejor precio. Lo recomiendo sobretodo como acupuntor o para terapias para dejar de fumar, con una de mis hermanas hizo el milagro en dos sesiones o así.