La Pulchra

De 10 espectacular comida riquisima, y me atrevo a decir que unas de las mejores y sino las mejores patatas bravas de Sevilla! Y comida de cuchareo hecha con mucho amor! Os recomiendo sin duda las fabes y las croquetas por supuesto las patatas bravas y las costillas y solomillo tambien muy ricas, para acompañar una tabla de quesos y por último un crep con dulce de leche! De los mejores sitios que he probado! Las fabes lo más!

Había oído hablar muchísimo de las bravas de este sitio, perl nunca se había dado la oportunidad de ir a este establecimiento.
En sábado, estando por la zona a la hora de comer y con bastante hambre me vino… un antojo de esos de los que te hacen pensar…
Nos acercamos y aunque eran las 15:30 había gente que entraba y salía.
Pedimos de beber y tapa de bravas gratis, y madre mía cómo estaban… pedimos después crêpe de morcilla, bolsita que queso y nueces, cecina, solomillo crujiente y… otra de bravas…
Lo mejor sin lugar a dudas las bravas, y además las bravas las ponen para llevar (de buena cosa me he enterado yo…)
Todo genial, muy rápidos y amables, y encima muy baratito (2 personas, varias bebidas y tapas, 15 €)
Para aparcar está un poquito jodida la. cosa si no quieres aparcar en el parking del CC Nervión Plaza, y si hay hueco fuera suele estar copado por gorrillas, pero si te metes por las callecitas de atrás suele haber algún que otro hueco esperándote.

Buenísimo el solomilla al fuá, y el revuelto de espárragos con ajetes y gambas. Las patatas bravas están muy buenas pero pican. Las cervezas que te ponen son gloria bendita.

He de decir que llegaba a este restaurante con altas espectativas, pero las ha cumplido a medias.
Para empezar pedimos la bebida y nos pusieron un platito de bravas. Un pequeño aperitivo cortesía de la casa. Había oído hablar de la fama de las bravas de este lugar. Conseguido. He probado las bravas de la Pulchra y he de decir que son una maravilla. Me pasaría los días comiendolas sin parar. Una bolsa de picos y un plato diario.
Por otro lado, al estar a régimen, las tapas que comí fueron sanas. Pedí revuelto de ajetes, espárragos y gambas. Un poco raro en cuanto a presentación (ya veréis la foto) y sabor algo insípido para mi gusto. La segunda tapa me gustó mas. Atún plancha con cebolla caramelizada. Muy sabroso. Aunque ponerle una rodaja de tomate plancha debajo, como presentación, es pobre.
Tomamos un café para terminar y pedimos la cuenta. En resumen; volveré por las bravas y pediré alguna carne para cuando pierdas más peso.

Pues terminé en La Pulchra un día que andaba por la zona y llevado allí gracias a las numerosas y positivas reseñas de otros Unilocalers y claro sus papas bravas. Cuando llegamos el bar estaba lleno y nos sentamos en la terraza exterior donde nos atendieron sin problemas de forma rápida y educada.
Por supuesto pedimos no una tapa de brava y si una ración. He de decir que estaban muy buenas, buenísimas de hecho, pero tampoco sé si son las mejores de Sevilla. Si os digo que a mí las que más me gustan son las de Valencia con ajoaceite y pimentón pero eso me va a costar trabajo encontrarlo aquí.
Para completar pedimos tapa de arroz con setas, revuelto de ajetes y gambas y rabo de toro. Todo estaba muy pero que muy rico. La única pega es que las tapas, sobre todo la de arroz me parecieron algo pequeñas pero aún así salimos saciados.
De precio es un sitio relativamente barato si vas de tapas, donde no hay muchas opciones, si te sales a raciones o a platos la cosa cambia. Aunque ya sabemos que esto de os precios es bastante subjetivo. En general buen sitio para comer.

¿Quieres bravas? Este es tu sitio. En el barrio de Nervión, frente al Estadio Ramón Sánchez Pizjuán encontramos este bar leonés con buenas tapas a buenos precios, pero sobre todo, con bravas, deliciosas bravas…
Todas las veces que he venido han caído las papas, y todas me han encantado. Si alguien quiere probar las mejores de Sevilla, aquí las tiene (ojo, para mi humilde gusto). De las demás tapas que he probado, destacan las taleguillas, la ensaladilla está también rica y la carrillada muy bien, aunque eché en falta un poco más de cantidad.
El servicio es muy amable y atento, ves a los camareros de un lado para otro para que a nadie le falte de nada. Sí que alguna vez han tardado más de lo normal en servir, pero se compensa con lo demás. El local cuenta con terraza perfecta para cervecita al sol, con la imprescindible tapa de bravas a la que invitan por pedir la bebida, y el interior se divide en la barra y algunas mesas. Cuenta con un salón más amplio y a parte para celebraciones (creo, no he investigado mucho).
Me gusta, vengo cuando el plan lo permite, porque las ganas de bravas están siempre. Recomendado tanto si estás por la zona como si no; merece la pena.

Bueno, bonito y barato son adjetivos que no suelo utilizar en todos los establecimientos a los que voy, pero la Pulchra los reúné con crece.
Amplio local en Nervion, de fácil acceso y con un salón para grupos que puede reunir, fácilmente, a un grupo de 30 personas y dejar espacio. El servicio de 10. Siempre amable y con buenas maneras. Debería ser lo lógico, pero lo recalco ya que no siempre es así.
En cuanto a lo que podemos encontrar allí, las patatas bravas son un ‘indispensable’. Suaves y sin un piqué excesivo. Es decir, es su punto perfecto. Íbamos en grupo y con decir que casi tienen que ir a por patatas, con eso lo digo todo. Maravillosas.
La Pulchra también quedará como aquel lugar donde probé la cecina, y me gustó. La verdad que parece jamón, pero en sabor no me recordó a otro alimento. Recomendado también.
De plato principal probé el solomillo que tienen. Abundante y muy rico. Entre otras cosas que pidieron en el grupo que me acompañaba había unos revueltos (presentados de 10 en una cazuela) que tenían muy buena pinta. Cuando vuelva los probaré y modificaré la reseña.
En resumidas cuentas, si estás por la zona de Nervion Plaza y no queréis comer siempre lo mismo, es un bar/​restaurante muy recomendable.

un lema rige este sitio: con la bebida, una tapa de bravas gratis. Y que bravas! Riquisimas! Un lugar perfecto que yo y mis amigos hemos sacralizado.
Excelente servicio, los camareros son súper simpáticos y amigables. Y ya si quieres probar otras cosas, recomiendo la morcilla a la leonesa, las croquetas o la taleguilla al valdeon.
Si bien de tapas puede verse con poca variedad, pero incluye también otras cosas que no son tapas. Como muchos tipos de carnes, pescados, chacinas…
Un lugar perfecto si andas por nervion, ya sea antes de ir al cine, después o solo salir con los amigos de la zona.

Cada vez que voy a La Pulchra me quedo con ganas de más. La primera vez fui deseando probar las famosas patatas bravas, ya que, sin ser yo muy fan de este tipo de patatas, me picaba (#badumtss) la curiosidad. Y oye, las expectativas se cumplieron: las bravas están tremendas y encima te las ponen como tapa al pedir la bebida.
El resto de la comida está muy rica también. Las taleguillas de queso (con queso Valdeón) están espectaculares, igual que el crêpe de morcilla. Y, hablando de queso Valdeón, si eres amante de los quesos (sobre todo los azules), no dejes de pedirlo en tapa, está buenísimo.
Y, si esta comida buenérrima encima se combina con una atención amable, como es el caso, y buenos precios, el resultado es de 5 estrellas :)

Ayer estuve buscando aquí en Unilocal algún sitio nuevo (nuevo para mí) para comer por Nervión di con La Pulchra. Buenos comentarios y buena calificación sobretodo por las papas bravas.
Eramos dos personas. Hemos tomado la tapa de bravas que ponen con las bebidas al llegar, una tapa de crujiente de solomillo al «fuá», solomillo de la casa (muy rico), crêpe de morcilla, taleguillas de queso con nueces y lomo a la castellana.
Estaba todo bastante rico, aunque he de decir que mis papas bravas favoritas siguen siendo las del Jabalón (pronto reseñaré sobré este local de Luis Montoto).
Lo mejor las taleguillas de queso y el solomillo de la casa.
La atención muy buena: camareros simpáticos y cuidando los detalles.
Volveré.

Nunca creí que iba a probar unas papas bravas tan deliciosas. Después de esa experiencia, estoy deseando que llegue el momento de volver a ir. Me encantaron.
Con la bebida te sirven una pequeña tapa de papas bravas, que está espectacular, y te abre el apetito para que sigas probando tapas y comidas sabrosas. Están calentitas, cremosas y algo picante, normal y soportable, nada exagerado. Así que, después de empezar tan bien en La Pulchra, decidimos tomar algunas tapas más.
Para empezar probamos los saquitos de hojaldre y queso, porque al igual que con las papas bravas, estos saquitos ya tienen una fama renombrada, que si vienes no te los puedes perder. Por otro lado, pedimos un crêpe de morcilla que estaba de muerte. En realidad, todo en La Pulchra está muy delicioso, por lo que no podré decir otra cosa de cada una de las tapas. De esta tapa de crêpe de morcilla, lo más destacable fue la combinación de ese alimento tan parisino, con la morcilla andaluza, una combinación llamativa y que resultó estar exageradamente buena.
También pedimos pimientos del piquillo rellenos y revuelto de bacalao. Aunque estas tapas estaban muy ricas, el sabor se percibía suave, porque después de tomar las papas bravas, ya todo queda matizado. Pero aún así estaban muy ricas.
Ir a La Pulchra fue una experiencia muy buena, casi podría decir inolvidable, porque estoy convencida de que repetiré y que hasta que no vuelva a probar unas papas bravas mejores, estas serán mis favoritas (para la eternidad) :) Así que no me queda más que decirte, que te super extremadamente recomiendo que vayas a La Pulchra.

El paraíso de las bravas. Sí, creo que es el título que mejor le viene a este local. He venido en 4 ó 5 ocasiones y siempre a comer su tapa estrella, las patatas bravas. Otros Unilocalers opinan sobre una carta igualmente deliciosa, me lo creo, pero no puedo reseñar al respecto ya que solo he degustado cerveza y su exquisito manjar.
Es un bar leonés situado frente al templo del fútbol andaluz, el equipo más grande Andalucía, el Sevilla FC. Muy limpio, ordenado y espacioso. Los días de partido, dada su proximidad, se llena bastante y no ha bravas. Repito, no hay bravas. Lo digo para que nadie se eche las manos a la cabeza cuando juega el Sevilla y quiera entrar al estadio con la barriga llena de bravitas.
El servicio es excelente. Educado, atento y muy amable. Te ponen la cerveza en vaso ancho, bastante fría y muy bien tirada. Y con la bebidas, zasca, tapita de patatas bravas. Son un lujo. Cortada con mucho mimo, fritas en su punto y con una salsa homogénea con el toque justo de piqué e irresistiblemente deliciosa. En muchos bares te ponen el ketchup y la mayonesa o algo semejante a una salsa brava, te puedo asegurar que no habrás probado nada igual en la ciudad hasta venir aquí.
Puedes pedirlas para llevar. Tengo pendiente regresar para probar otras cosas, pero la verdad, me ciego con las bravas jajaja. Como anécdota, recientemente fui con dos Unilocalers y a uno de ellos se le olvidó el bolsito o mariconera, como dicen las malas lenguas. Uno de los camareros se pegó una carrera de 100 metros, que ni Usain Bolt, para devolver el bolso a su dueño. SOBRESALIENTE.
Imprescindible.

Bueno, ahí va mi reseña sobre «Las Bravas» Jaja. Éste negocio se ha hecho muy común entre Unilocalers y no podía pasar un día más sin que fuese a probar su «plato estrella».
La verdad es, que no sé si por la alta expectativa que llevaba, o porque desde chico estoy acostumbrado a otro tipo de Patatas Bravas, pero el caso es que no me enamoraron. Cierto es que están muy ricas, pero para mi gusto, exceso de piqué (Sí, se que son bravas: P) y también de sal, algo que hace que te deje la boca picante pero poco sabor (Opinion). Cierto es, que valoro mucho el detalle del local de servir una tapa de las mismas junto con la bebida.
Sigamos con las tapas que pedimos. En cuestión fueron cuatro.
Empezaré por las dos que menos me gustaron.
«Crêpe de morcilla con dulce de manzana sobre crema de camembert».
Suena de muerte verdad? Por eso lo pedí, pero la verdad es que esperaba más. No se. Estaba bueno, pero me hizo tanto la boca agua con ese nombre que mi imaginación había planteado una tapa mucho más sabrosa y definida.
«Solomillo crujiente Foie».
Vuelvo a lo mismo. Lo de Solomillo crujiente no sabía por donde iba a salir, pero me lo imaginaba. Un empanado. Podía ser también una de las caras como caramelizadas (creo que hubiese sido mejor opción), pero bueno no viene al caso. El problema de esta tapa radica en el Foie. Simplemente no lo encontré… Creo que estaba intrínseco en la salsa, pero la verdad… Cero sabor a Foie… Pienso que la mejor manera de hacer algo con Foie es simplemente que esté el Foie. Pocos segundos en una plancha y a un lado del plato. Y más uno de carne. Decepción total, para mí, lo peor de la noche.
Pero no todo iba a ser malo, ni muchísimo menos. Sigo con las otras dos tapas y luego valoro otros aspectos.
«Taleguillas de queso (no recuerdo exactamente que queso era)».
Muy ricas, las acompañan con una mermelada de frambuesa, que para mi gusto, no hace más que quitarle protagonismo a las taleguillas, aunque reconozco que para muchas personas es un magnífico acompañante de estas. El queso es un queso suavito y muy entrante, la verdad es que estaban ricas y no me importaría volver a pedirlas en una próxima visita.
«Arroz con Alioli y chipirones a la plancha».
Para mí, el acierto de la noche, junto con el Ribera del Duero que pedí. El alioli tenía una textura perfecta y un sabor suave y intenso a la vez, ya me entendéis :). Los chipirones le daba un toque maravilloso al plato, es la primera vez que probé este plato así y la verdad es que fue una grata sorpresa.
Paso a valorar otras cosas. Lo que para otros compañeros de la red, como el gran Fran G. es un defecto, para mí es una maravillosa virtud. La localización. No sólo está al lado de el mayor templo de la ciudad, el Ramón Sánchez-​Pizjuan, si no que está justamente enfrente de la Puerta 16, esa puerta que hace honor a Dón Antonio Puerta Pérez. Adjunto una foto de las vistas en la terraza exterior de noche, además con el coche aparcado a pocos centímetros, un lujo.
El Servicio, muy bueno. El camarero fue muy amable y entrante, sin caer en tipico camarero castañuelas que hay de sobra en esta ciudad. Mantuvo un trato muy cordial y estuvo muy atento a nuestras necesidades.
Volveré para probar cómo sirven la carne que tiene pinta de que no lo hacen mal :) y quizás también el bacalao a la vizcaina y la lubina.
Sin más, mi reseña, que pasen un feliz día!

Con la idea de comprobar el mito de las «mejores papas bravas de Sevilla», decidimos hacer una inspección de La Pulchra, lugar que está situado justo a la espalda del estado del Sevilla F.C. (para algunos eso será un plus: P).
Nada más pedir las bebidas, nos pusieron un platito de papas bravas; un detalle muy a destacar porque acostumbrados a aceitunas, altramuces o cacahuetes, que te pongan directamente un plato de papas bravas es muy de agradecer (y también a destacar).
En la carta abundan recetas del norte, es un lugar especializado en cocina leonesa y eso se nota. Arrancamos con el picadillo leonés, una tapa muy interesante y con un toque picante muy agradable al gusto. También probamos los saquitos de pasta brick con queso y nueces que son una buena tapa que no defrauda.
Seguimos con otra de papas bravas porque, si algo funciona, ¿para qué lo vamos a cambiar? Y también probamos el chorizo a la sidra que, quizás, no fue de lo mejor pero que tenía una salsa muy interesante.
La primera inspección ha pasado con nota así que, sin duda, volveré a este sitio a seguir inspeccionando la carta. Efectivamente, es un lugar de referencia si te gustan las papas bravas.

Sólo he ido dos veces a La Pulchra, pero lo mío con este bar ha sido amor a primer bocado. Si te pides un refresco, por defecto, un señor te pone una tapa de bravas al estilo leonés que están para quedarse allí toda la tarde comiendo patatas.
Cortadas en tacos, caseras, calentitas y con una salsa brava única en Sevilla. 1, 2, 3 tapas, raciones… no importa, todo cae si se le echa tiempo. No hace ni una semana que he ido y ya tengo ganas de volver. Lo malo, en mi caso, es la ubicación (que me pilla lejos de casa, vamos) pero tiene un factor interesante y es que puedes pedirlas para llevar (la tapa =2 € y la ración=5 €). :D
Aunque las bravas son el plato estrella de este lugar, el resto de la carta también está bien. Los saquitos de queso y nueces y las carnes están bastante buenas.
Tengo pendiente probar los postres, os cuento en cuanto tenga ocasión.

Atención! Solo puedo opinar de las bravas y la cerveza. Esta reseña es sólo y exclusivamente relativa a las bravas.
La zona no es la que más me agrade, enfrente del campo del Sevilla, pero bueno… El local es bastante amplio y con una barra bastante grande. Me lo presentó nuestro querido pastor, una tarde después de un running.
Cerveza y de regalo unas bravas. La cerveza en vaso de sidra muy fría, punto positivo. Las bravas, cortadas a taquitos, con una salsa exquisita y sólo hace pedir más cerveza.
Cada vez que pueda iré a tomar el aperitivo allí, y deseando probar los quesos y demás viandas leonesas.

Dedico mi reseña número 100 para este paraíso de la comida leonesa escondido en Nervión y descubierto gracias a Unilocal.Mi primera visita fue en mi segundo evento Unilocal,el bravatón de Febrero de 2014. Hasta ese momento no conocía el bar a pesar de estar situado muy cerca del centro comercial Nervión Plaza el cual frecuento bastante.
Durante esa visita pude probar sobre todo las bravas, que las ofrecen de forma gratuita con la bebida y tengo que decir que están ESPECTACULARES, en mi opinión, creo que las mejores que hay en Sevilla. Desde entonces, cada vez que me apetecen bravas voy directa a lo seguro!
A partir de entonces, he frecuentado este bar en varias ocasiones y he probado bastantes productos de su carta y ninguno me ha defraudado. Recomiendo especialmente las croquetas de cecina que son realmente caseras y están deliciosas. Además, si tienes la suerte de que haya como plato del día mejillones tigres, te recomiendo que los pidas. Son unos mejillones rellenos de bechamel y del propio mejillón además de algunas verduritas: muy suaves y sabrosos! Además también he probado otras cosas como el crêpe de morcilla con manzana, el bacalao a la vizcaína o las taleguillas con queso de Valdeón, con un sabor muy intenso a este delicioso queso leonés y ninguna me ha defraudado.
Los dueños del local son muy amables y están siempre atentos por si necesitas algo o quieres saber algo sobre la cocina leonesa. Los precios de la carta están bastante bien y la relación calidad-​precio es bastante buena. Además, al final de la comida te suelen ofrecer un chupito helado de licor de hierbas.

Habrá que decirlo, ¿no? La Pulchra es ese rinconcito de León afincado en Sevilla. Sin duda un sitio en el que merece la pena pararse a tomar una cerveza y aprovechar para degustar las patatas bravas que te ponen con ellas y en lazarlo con alguna tapa de cocina tradicional.
No voy tanto como quisiera, pero tampoco pierdo la oportunidad, te tratan de caregoría, un dueño-​camarero súper simpático y agradable que te da conversación y contagia su alegría y en un lugar de la ciudad que es muy accesible. Junto al estadio del Sevilla, templo de los sevillistas, hay otro templo, el templo de las patatas bravas, sin duda son las mejores que he probado en la ciudad, es una combinación explosiva a la que han sabido sacarle provecho. Buena ubicación + buen trato + buena comida = buen provecho.
Los saquitos de queso también merecen una mención y los menús del día no son para perdérselos.

Típico bar que si no te lo recomiendan o no descubres gracias a Unilocal (como es mi caso, y además yo lo tengo muy cerca), puedes pasar mil veces por al lado, que no reparas en él y jamás entras.
Está en buena zona, cerca del centro comercial nervión plaza y al lado del campo del Sevilla FC, así que es muy buena opción si estás por la zona y no quieres encerrarte en el centro comercial para tapear. He ido varias veces, me considero ya clienta asidua, y sí, puedo decir que son las mejores patatas bravas que he probado. Y no las encuentro tan picantes como dicen, tienen lo justo.
Con la bebida te ponen un platito de bravas. En una ocasión pedí la media ración (éramos 2 personas), pero era un platazo de bravas, creo que la mejor opción es la tapa. Todas las veces que he ido me he pedido el crêpe de morcilla relleno de dulce de manzana, que es la especialidad de la casa, y es una exquisitez, nunca me pido otra cosa porque no puedo resistirme al crêpe, está TAN bueno… sin duda es lo que más recomiendo de este sitio junto a las bravas. Merece totalmente la pena sólo por probar estas dos cosas.
He ido alguna vez en días de partido, que aprovechan el tirón y cierran más tarde, y bueno, si esperas a que se vaya yendo la gente, al final encuentras sitio y puedes quedarte un rato. Pero mejor ir en días que no haya partido, claro. Porque normalmente se está muy tranquilo y siempre suele haber mesas libres. El dueño es que te atiende, y lo hace de forma correcta y agradable. Tienen tapas, menús diarios, menús especiales para empresas, reuniones y celebraciones, productos leoneses como morcilla, picadillo, chorizo a la sidra, etc. Ofrecen desayunos, almuerzos, cafés y cenas.
Sin duda uno de mis sitios favoritos para hacer una parada y tomar algo por Nervión.

He ido ya varias veces a La Pulchra, pero sobre todo para probar las mejores bravas que ponen en toda Sevilla (para mi gusto), que además te sirven con tu cerveza. Son de esas patatas sabrosas, ni muy saladas ni muy sosas, que además tiene una salsa picante lo justo para que no ardas, con mucho sabor y diferentes.
Para comer he ido algo menos, pero la última fue una experiencia bastante positiva y he decidido que La Pulchra merece su reseña de 5 estrellas.
Son gente bastante amable, al menos con nosotros, además les gusta hablar de lo suyo, que es León, una provincia con mucho que ofrecer, sobre todo gastronómicamente hablando.
La comida no es especialmente elaborada, pero tiene un sabor muy rico y de precio bastante asequible. Siempre que voy pruebo el crep de morcilla con crema de manzana (muy leonés), pero tampoco está mal el solomillo crujiente con foie u otros platos más comunes como el pan de la casa con jamón. El arroz con ali oli no me entusiasmó tanto, pero está también bueno, sobre todo si no te gustan los sabores fuertes.
Sin duda, se come bien aquí, pero lo mejor es hacer una paradita para la cervecita y las bravas. ¡Además las tienen para llevar! Eso sí, los días de partido se pone a reventar, así que cuidado con cuándo vas.