Maccheroni

Estuve este fin de semana con unos compañeros de trabajo para almorzar y tuvimos una buena experiencia. Yo ya había estado hace mucho tiempo en la anterior localización y lo recordaba como un buen sitio. En esta ocasión tampoco me ha defraudado. La atención de los camareros fue estupenda, nos recibieron rápidamente y nos explicaron la carta, así como las sugerencias y platos del día. Íbamos con una promo de descuento y antes de todo nos resumió cuáles eran las condiciones de la misma, que aunque ya las conocía nunca está de más para evitar posibles malentendidos. De los entrantes destaco el paté, templado y con sabor intenso. Como plato principal pedí una pasta rellena de pera con salsa de queso. Dos de mis compañeros pidieron un tipo de ‘spaguetti’ con tomate, calabacines y gambas, que teniendo en cuenta los entrantes lo consideré más ‘ligero’ que lo que había pedido yo, aunque siempre dejo limpios los platos. Como postre pedimos una tarta de chocolate y otra de la ‘nonna’, ésta última más original y distinto a lo que estamos normalmente acostumbrados. Como salíamos del curro hicimos la reserva para las 15:30h, por lo que fuimos los últimos en salir, pero en ningún momento el servicio nos puso malas caras por este motivo. Como punto menos atractivo el precio, íbamos con descuento y nos salió razonable, pero sin el mismo puede salir algo caro. En definitiva, estuvimos tranquilos, pasamos un buen rato y comimos bien, por lo que la experiencia fue gratificante.

Hoy ha sido la primera vez que he ido a este italiano que me habían recomendado. La verdad es que la comida está muy buena pero con algunos peros.
Yo me pedí pasta al pesto rosso porque es una de mis salsas favoritas pero la verdad es que la encontré un poco sosa, sin embargo el resto de platos y las pizzas estaban muy ricas.
Lo peor ha sido que hemos estado una hora esperando que saliese la comida, aunque supongo que se deberá a que hoy ha sido fiesta y había mucha gente en el centro. Tendré que darle una segunda oportunidad ;)

Hacía mucho tiempo que no visitaba este restaurante pero he sido muy asidua a él cuando estaba en la calle Harinas. No se cuántas veces habré comido en él. Es uno de mis restaurantes italianos preferidos de Sevilla.
Y aunque han cambiado de ubicación (ahora en García de Vinuesa) y de decoración, el trato sigue siendo el mismo de exquisito, atento y personalizado.
Llegamos sin reserva en varios minutos tuvimos la suerte de conseguir una mesa, así que te recomiendo que reserves previamente.
Lo que realmente me sorprendió fue la subida de precios que la carta ha experimentado. Es cierto que la calidad es muy buena y que tanto los entrantes (pan de ajo con mozzarella y albahaca) como la pasta (espaguetis con almejas y raviolis de jamon de parna y champiñones) y la pizza de cuatro estaciones, estaban riquísimos.
Si quieres disfrutar de una auténtica comida italiana en Sevilla, guárdate a Maccheroni en tus favoritos porque no te defraudará.

Conocía este restaurante hace como 5 años cuando estaba en la calle de atrás, en la calle Harinas.
Nos encantó tanto su carta, como su servicio y sus precios. Siempre que tenía algo que celebrar o quedaba con amigos a cenar los llevaba allí y todos salíamos encantados.
Este año, por mi cumpleaños mi chico y yo decidimos ir allí puesto que hacía bastante que no íbamos. Sabíamos que habían cambiado de ubicación porque lo vimos un día al pasar con el coche.
Cuando llegamos nos sorprendió ver que ya no quedaba casi nada de lo que nos enamoró de la antigua ubicación.
La decoración era muy bonita, y había muchísimas más mesas. Los camareros estaba todos muy guapos con sus uniformes y la atención seguía siendo muy buena.
Nos sentaron cerca de la bodega de vinos que tienen por lo que pudimos ver que tienen una gran variedad y una persona encargada de ellos.
La carta más o menos era la misma, pero los precios habían subido un poco.
Tuvimos una buena cena y estaba todo muy bueno, pero ya no tiene el encanto del pequeño restaurante que descubrimos un día de casualidad y que nos cautivó.

Destaco el Servicio, fuimos un miércoles por la noche para calebrar nuestro aniversario y nos atendieron estupendamente, pues éramos muy pocos en el local. He de decir que las mesas están bastante cercanas entres ellas, pero no es comparable con el estilo europeo. Aquí, como hablamos tan alto, nos molesta tener al vecino pegado a nosotros, pero deberíamos ir acostumbrándonos. En nuestro caso, la mesa estaba completamente aislada porque no había nadie sentado en las mesas colindantes.
Yo pedí canelones y Antonio pizza cuatro quesos, no hizo falta pedir entrante, tuvimos suficiente comida para ambos, y estaba rica. Acompañamos con una botella de Lambrusco y finalmente compartimos un tiramisú y un chupito de hierbas. No llegó a 50 € entre ambos.
La decoración es bastante moderna, me gusta el sitio, es agradable.

He estado varias veces en este restaurante, las primeras veces que fui estaba en otra calle y se han cambiado de local recientemente. Merece la pena ir solo por el trato tan amable de sus propietarios y sus camareros.
Al ser italianos saben muy bien el secreto de la comida italiana y las recetas para las pizzas, estan todas buenas aunque siempre termino pidiendo la misma, mi favorita es la de cuatro quesos. Los platos son grandes y las pizzas tambien, las ensaladas, algo caras, estan todas buenisimas.
Es difícil de llegar si vas en coche, no porque este escondida, todo lo contrario, es porque esta a dos minutos de la catedral y es difícil aparcar, pero se puede ir andando que es un paseo muy agradable, hay un centenar de negocios.
El restaurante lo tienen muy limpio y tiene mucha capacidad, pueden ir grupos grandes porque las mesas son bastante amplias y los camareros siempre te ayudan en juntar mesas para que estés mas cómodo.
Tienen tartas y otros postres italianos. Todos buenos.

Mis amigos y yo siempre hemos celebrado la comida de Navidad en Maccheroni, es una comida que hacemos normalmente entre Nochebuena y Nochevieja. Esta muy bien porque como ya es un clásico para nosotros no tenemos ni que pelearnos, ni que pensar a donde vamos solo tenemos que reservar.
Hace tiempo el local estaba en otra calle, en la calle harina, muy cerca de donde esta actualmente, y los precios eran un poco mas económicos.
El sitio donde se encuentra actualmente es mas de paso de turistas y por lo tanto se llena de ellos.
La decoración es muy de diseño con aires de italiano moderno, los dueños y los camareros son italianos, muy simpáticos y rápidos.
Me encanta del sitio las ensaladas y la pasta, esta la hacen al dente como a mi me gusta. Siempre pido espaguetis a la carbonara y el provolone con rocula.
Como nos conocen siempre nos invitan a un limoncelo.
El precio promedio por persona es 15 euros.

Mucha gente coincide en que este es uno de los mejores restaurantes italianos de Sevilla (hasta la Duquesa de Alba acude a comer de vez en cuando). Bordan la pizza y la pasta, perfecto equilibrio que no suele darse en otras partes, donde si una está muy buena la segunda suele flaquear.
Cuando estaba en su anterior ubicación, en la calle Harinas, era un auténtico fan. No sé cuántas veces pude llegar a ir… Tuve almuerzos y cenas de todo tipo en él: normales entre amigos cualquier viernes, de pareja, familiares… e incluso una multitudinaria de fin de curso, en la que tomamos medio salón. Era el sitio perfecto por su variedad; por su precio; porque todo, como os decía, está bueno; e incluso los chicos que lo regentan, italianos casi todos, son supersimpáticos y muy detallistas con la clientela. Solo fallaba lo más insignificante: el marco, sin ser inapropiado, era bastante poco acogedor y un punto impersonal. Ellos lo sabían y por eso decidieron buscar otro local por la misma zona. Y lo encontraron en la calle García de Vinuesa, más transitada que la anterior.
Podréis observar que alternaba presente con pasado al daros mi visión de Maccheroni. Y es que, si bien todo sigue estando riquísimo y siguen siendo encantadores en el trato, la única que vez que he estado en la nueva sede, pude observar que algo ha cambiado en este italiano. Lo primero la carta, digamos que ahora resulta más historiada (además deberían cambiarle ese fondo negro que hace que no se lea cómodamente); los precios han subido notablemente y, para colmo, el local, si bien está mejor decorado, tiene una extraña distribución que hace que resulte agobiante.
Con estas últimas observaciones, no quiero decir que no merezca la pena comer allí. Es un italiano de los que de verdad puede llamarse tal, muy bien situado y del que seguro saldréis satisfechos; pero, al menos a mí, el supuesto salto de calidad me ha decepcionado un poco.

Un restaurante muy chulo y absolutamente recomendable en pleno centro de Sevilla. Lleva bastante tiempo abierto y es muy agradable. Lo han remodelado creo que dos veces, cuando fui la primera vez era menos sofisticado que ahora y quizá un poco más barato. La segunda ya era como ahora., más ‘trendy’ y minimalista, ponen música chill-​out y ese tipo de cosas supuestamente modernas, es un estilo menos familiar. Aunque sigue siendo muy bonito, personalmente lo prefería antes, pero la calidad de la comida no ha disminuido que es lo importante.
Los precios han ido subiendo como en todo, pero siguen estando bien para la calidad de la comida y para estar en el centro de Sevilla.
Yo he probado las pizzas y la lasaña, todo bastante bueno y las porciones son abundantes. Los postres no los he probado.
En definitiva, una buena opción para comer comida italiana en el centro (de entre todas las que ya hay), y desde luego mucho mejor que restaurantes de cadena como el Gino’s.