En los últimos años he ido viendo que El Jueves trae grandes ventajas a la zona, dejando a parte su curiosa y variada oferta comercial: — Por la gran acumulación orina que genera, Lipasam pega una limpieza increíble, con manguerazos de zotal incluídos. — Hace algunos años se fueron retirando contenedores de las calles del casco antiguo obligando a los vecinos a usar contenedores domésticos. Esta zona de Feria quedó a salvo, ya que los contenedores de la calle son imprescindibles por la gran cantidad de basura que produce el mercadillo. Así que los vecinos nos hemos salvado del estorbo de tener un contenedor en casa. — Puedes dejar cosas que teóricamente deberías llevar a un punto limpio(pequeños electrodomésticos estropeados, etc.), porque en el mercadillo van a desaparecer sin problemas y no para acabar en la basura, sino que ellos mismos se encargan del«reciclaje». Suelo darle este tipo de residuos a alguno del mercadillo, que acoge el regalo gustosamente.
Jennifer N.
Rating des Ortes: 4 Washington, DC
El Jueves is an institution — Calle Feria is transformed from a somewhat quiet café-lined space to a bustling market where just about everything is for sale(spotted today: a Milli Vanilli LP, lots of pornographic magazines, toy cars, video cassettes, door knobs, old flip flops, stamps, postcards, old cell phones). It’s definitely the kind of mercado where you have to bring your patience and bargaining skills, but if you’re in the mood to search for a treasure, head to c/Feria on Thursdays.
Miguel Jesus R.
Rating des Ortes: 3 Sevilla
Estoy de acuerdo en que ha degenerado terriblemente y que el noventa por ciento es puira porquería(por no usar una palabra más castiza). Precisamente hace un rato estaban los municipales obligando a recoger puestos ilegales, que son los que bajan el nivel. Los tesoros pueden encontrarse en la zona de la plaza de los Carros, que es donde hay algunos puestos de antigüedades. Un consejo: lleven la cartera bien guardada en un sitio que resulte poco accesible, por si acaso.
Adrián C.
Rating des Ortes: 4 Madrid
Este es el tipo de sitio para buscar tesoros. Una mesa que le de un toque más «retro» a tu salón, un revistero que de un aire distinguido al recibidor de tu casa, una película en VHS que complete tu colección, una obra maestra de la literatura por un par de euros, la bicicleta que necesitas para ir de casa al trabajo sin contaminar, el perchero que hacía falta en tu habitación o el regalo original para tu mejor amigo. Todo eso y mucho más puedes encontrar en el Jueves.
Cristina B.
Rating des Ortes: 5 Sevilla
Lo auténtico tiene nombre: el Jueves. El día que se encuentra en mitad de la semana. Día perfecto para exponer un mercadillo que divide la ciudad en dos: las antiguedades y las mamarrachadas. Ir al mercadillo del Jueves puede suponer o encontrarte con una auténtica reliquia en decoración o comprarte una muñeca tipo Nancy Comunión sin ojos y con las uñas carcomidas. En el Jueves se han vendido auténticas obras de arte: los anticuarios son la joya de este mercadillo. Aunque también lo son los vinilos llenos de polvo de Rocío Jurado, los libros leidos y releidos con anotaciones en los márgenes de «a saber quién», harapos hechos tesoros y cámaras de fotos con las que probablemente se hicieron fotos que hoy en día no existan. Sitio imprescindible para visitar, ya seas extranjero o no, te gusten los mercadillos o no, vayas a comprar o sólo a echar un vistazo. Disfruta, déjate llevar y métete entre el gentío. (No vale comprar bicis, como te descuides te compras tu propia bici robada hace 3 días)
Julio L.
Rating des Ortes: 5 Sevilla
El mercadillo del Jueves es completamente sorpredente y de los que ya quedan pocos, pues lo que venden son objetos antiguos sin que haya ningún tenderete de bragas o camisetas ordinarias. Aquí puedes encontrar de todo, desde monedas antiguas a muebles, libros, cámaras de fotos o ropa. El bullicio del mercadillo llena de vida las mañanas de jueves en la calle feria. Es la opción perfecta para un paseo ya que hay muchos bares por la zona y puedes desayunar si vas temprano o tomar una cerveza si vas más al final de la mañana, aunque si quieres encontrar las mejores cosas, cuanto antes llegues mejor. Da igual que vayas a comprar algo o no, el ambiente popular y el colorido de un mercadillo como este ya merecen la pena, y si encima, entre tantas cosas, encuentras algún tesoro, te irás más contento. No debes olvidar que es un mercadillo y el regateo está más que permitido.
Priscila G.
Rating des Ortes: 4 Sevilla
Me encantan los mercadillos. Y más aún me encantó encontrarme este abierto, la primera vez que fui, de casualidad. Iba a una tienda de música que hay en una de las esquinas a comprar un metrónomo, recuerdo. Resulta que era Jueves, claro. Y de camino, empiezo a ver puestos, y mantas, y cosas, y más cosas y más cosas. Claro, el mercadillo del jueves, que estás a las tres de la tarde, hija. Un hormiguero de cabezas gachas y preguntonas que negocian el precio al mejor postor. Todo un alarde del arte del vaciamiento de baúles y un museo errante que siempre vuelve. Poder encontrar de todo es la característica principal de cualquier mercadillo. Me encanta tanto ir sola a cotillear y hablar con los abuelos que siguen poniendo puestos. También ir con alguien del grupo de teatro, por ejemplo, cuando hace falta escenografía. A saber cuántas compañías amateur y no tan amateur hacen lo mismo. Pequeños trozos de la historia de otras vidas para alimentar vidas nuevas.
Iram Amor M.
Rating des Ortes: 4 Madrid
Me declaro fan absoluto del Mercadillo de Calle Feria, mejor conocido como El Jueves. Mi plan ideal para los jueves es: levantarme medianamente temprano para poder estar allí sobre las 9 y media(si vas antes puedes encontrar cosas mejores pero yo no soy capaz) dar un paseo y hacer un tanteo de las cosas que te interesan. Regatear por ellas y una vez obtenido el botín ir a desayunar a uno de los bares de la zona para después volver a dar otra vuelta. Aunque el Jueves es principalmente un mercadillo de antigüedades, puedes encontrar de todo, desde basurillas hasta cámaras fotográficas antiguas. En la zona de la Plaza de Los Maldonados encontrarás las antigüedades más auténticas(y más caras) ideales para un buen regalo. Si eres nuevo en la ciudad, esta debe ser una de tus primeras citas, llévate la cámara de fotos y déjate llevar por la primera impresión del mercadillo. Además si aún no tienes bici es un buen lugar para hacerte con una. Eso sí, no compres bicis robadas, no seas gañán. Al final de la mañana echa el broche con una cerveza bien fría en El Vizcaíno, otro clásico de la zona.
Lucía V.
Rating des Ortes: 5 Sevilla
Una vez que la apisonadora de la gentrificación acabó con el mercadillo de la Alameda, el del Jueves en la calle Feria es el último vestigio y oportunidad para el que llega a Sevilla de conocer un punto de encuentro, deriva, curioseo y sociabilidad popular altamente disfrutable. Se trata del mercadillo más antiguo de la ciudad, eso lo dicen las guías y las páginas de historia, y ahí también te explican cómo ha evolucionado esta calle, eje comercial(pero de pequeño comercio) muy vivo del centro norte de la ciudad, el que corresponde a los barrios de la Alameda-San Luis. El Jueves es un mercadillo de antigüedades, pero también de objetos de segunda mano, por lo que puedes encontrar cualquier cosa: desde muñecas y otros juguetes de principios del siglo pasado y teléfonos con rueda para marcar, a ropa y libros que venden sus mismos dueños, o la llave Allen que te falta en tu estuche, menaje de cocina, piezas de bicicletas y trajes de gitana. Algunos vendedores y mercadilleras son auténticas instituciones por la cantidad de años que llevan poniéndose. Paro los que vivimos en esta zona y vinimos atraídas por el espíritu canalla, bohemio y luchador que la han marcado en los últimos cien años, el mercadillo del Jueves es un acontecimiento especial. Comienza en el paso de la calle Regina a calle Feria y termina en el cruce de ésta con las calles Cruz Verde y Correduría, extendiéndose por las plazas de Montesión y Maldonados y callecitas adyacentes. En estas dos plazas se localiza el personal más selecto del mercado: los anticuarios. En ellas también encuentras unas cuantas excusas para pararte y charlar con la gente, amigos de amigos y los habituales del día, los primeros, obviamente, que cogen buen sitio al sol o la sombra según convenga, bicis apoyadas en una pared, perros remoloneando alrededor. Esas excusas se llaman bares. Empezando y encabezándolos El Vizcaíno, del que puedes mirar reseña aparte(porque la merece) u optando por la más económica tienda de ultramarinos justo en frente, en la esquina de Montesión, donde venden botellines de cerveza igual de resfrescantes. Además, el señor que lo lleva es el tendero vocacional de toda la vida, amable, meticuloso, una de esas personas que enseguida te llaman con apelativos cariñosos y consiguen que te guste. Al final de la mañana, y si has ido con cámara, lo cual te recomiendo, llevarás además de las fotos unos cuantos tesoros más: seguro que algún libro te ha seducido o ese objeto totalmente inútil, absurdo y kitch que por un euro o menos no te has resistido a dejar en el suelo.