Miguel López Jurado

Miguel fue durante muchos años el carnicero y el pescadero de un supermercado de barrio que había justo al lado del local que ahora regenta.
De eso lo conozco, de haberle comprado, por encargo de mi madre, kilos y kilos de carne, fiambre y pescado, a lo largo de muchísimos años.
Un día, el supermercado del que os hablo terminó su vida como negocio y Miguel decidió establecerse por su cuenta para poder seguir atendiendo a su clientela de siempre. Se alquiló el local de al lado y a trabajar.
Siempre tiene muy buen género, tanto de carne como de pescado. Dependiendo del día te puedes llevar a casa unas acedías frescas o unos filetitos de pez espada o unos choquitos «descándalo». Últimamente me ha dado por comprarle patas de pulpo para cortarlas finitas en casa y hacer un riquísimo pulpo a la gallega. Todo a muy buen precio y con calidad garantizada. Si algo te sale malo, al día siguiente te llegas y Miguel te lo cambia sin rechistar.