Monte Carmelo

Por la cercanía a mi casa, siempre que venía alguien de fuera, como en la mansión de Los Remedios no cabíamos todos, yo les recomendaba que se alojaran aquí, para, de esta manera, tener más controladito al personal…
Mi amigo Paco ha estado en un par de ocasiones, o tres. Éste buen pájaro valenciano es un poco tiquismiquis, y la primera vez que vino, me pidió que mirara si la habitación tenía minibar –lo tenía-​, y secador del pelo –también-​. Como es muy cafetero y ávido lector de prensa, quería también que el hotel tuviera cafetería –que la tiene, y comedor, muy amplios para ser un tres estrellas-​. En ese sentido, le comenté, además, que no se preocupara, porque tenía donde elegir, ya que el hotel está rodeado de bares y restaurantes, a menos de treinta metros a la redonda.
Perfecto. Todo estuvo a gusto del señor marqués.
En otra ocasión, antes de venir, me comentó que necesitaba que la habitación tuviera conexión a Internet, ya que tenía que trabajar. Me informé y, ¡yes, very well!, sí tiene Internet, que aunque el hotel es de los años setenta de la anterior centuria, está con los tiempos, se ha modernizado, y ofrece a su clientela wifi gratis, aparte de otras muchas prestaciones, claro está.
La última vez, estaba más que encantado. Antes se me quejaba de que las calles colindantes tenían mucho jaleo de tráfico, que aunque desde la habitación no se oía nada, sí le resultaba molesto salir y ver tanto coche. Cosas de cada uno. A mí, por ejemplo, me encanta que haya vidilla por los alrededores del hotel donde me aloje, pero bueno, eso son manías de cada cual.
El caso es que ahora, como han peatonalizado una de ellas, la calle Asunción, la más comercial, estaba el tío más que encantado: ‘Este hotel es una maravilla. Como tú estás liado por las mañanas, yo salgo, y me voy dando un paseíto por la calle peatonal, viendo tiendas, vacilando de ambiente, y en un plis, estoy delante de la Torre del Oro, y en un plás, estoy en la Catedral’. Con rima y todo.
Tiene tres, pero él opina que por ubicación, tarifas y prestaciones le deberían dar otra estrella más. Por pedir, señor marqués, que no quede.