Pati tó

Nos vamos de celebración y mi chico me sorprende trayendome a este lugar. Debo reconocer que mi primera reacción no fue demasiado buena debido a las pocas mesas y asientos de los que dispone, pero… mi primera sorpresa? El acento francés del dueño del establecimiento, ya que me he llevado varios años estudiando el idioma y me chifla todo lo del país! Me dejé aconsejar por el mismo y no quedé en absoluto defraudada por una tartiflette y una tabla de quesos deliciosos, acompañados de un pan de frutos secos que estaba de muerte. Y qué decir del vino? Elegí el único rosado de la carta, pero igualmente puedo decir que no les hace falta incluir ninguno más en ella, porque quedé encantada con él al ser suave pero con carácter.
El local tiene un ambiente claramente bohemio-​parisino, con una luz algo tenue que es ideal para veladas románticas y reuniones tranquilas. Al ser las puertas de cristal desde el suelo hasta el techo, compensa lo reducido del local y elimina la sensación de agobio.
Antes de irnos, estuvimos hablando con el dueño del local (se me olvidaba comentar el trato tan eficiente, cercano y amable de la plantilla del mismo) y nos comentó que planeaba hacer eventos de catas de vino y queso y cursillos de francés, así que ando a la espera de que se confirme para añadir un elemento más a la larga lista de motivos para volver

Este local fue mi descubrimiento del día, es un local que lleva abierto ya varios años y además esta en una calle por la que curiosamente he pasado muchas veces, pero en la que nunca me había parado. La culpa de este gran descubrimiento la tuvo el intentar aparcar en el centro y que después de una hora de dar vueltas acabásemos aparcando al lado, y como no, después de esta proeza decidiéramos entrar a refrescar el gaznate, nos lo habíamos ganado.
Nuestra primera sorpresa fue la decoración, o por lo menos la mía, no sabia si había entrado en una charcutería cool o en un bar cool, por suerte era un bar cool. Segunda sorpresa, era todo orientado a la gastronomía francesa, incluso la camarera era francesa. Y la tercera sorpresa la gran variedad de quesos y vinos del país que tenían.
Todo lo que probé estaba buenísimo, tanto la cerveza artesanal de trigo, como los dos tipos de quesos que probé, o el vino. Cada cual estaba mejor.
Sin duda todo un descubrimiento. Si os gusta el queso y el vino, tenéis que venir a este sitio, yo desde luego lo hare, me quedan muchos quesos y vinos que probar.

Es un lugar donde todo amante del vino debería de probar, sitio tranquilo y con gran calidad .Para poder degustar manjares de la gastronomía Francesa.

Estupendo sitio para degustar una amplia variedad de quesos Franceses con denominación de origen así como otra de elaboración propia. Os recomiendo acompañarlo con un buen vino tb Francés de la estupenda carta que incluye viejos imposibles de encontrar en otro espacio menos especializado

Pati tó es otro de mis sitios de cabecera de Sevilla, es ese sitio donde si llegas con buena hora, puedes quedar con los amigos para estar tranquila, sin mucho ruido y tomar una buena copa de vino (yo siempre me dejo aconsejar por ellos para ir probando cosas nuevas). Recuerdo que en sus inicios las tablas de queso y paté eran su fuerte (pero qué quesos y qué patés), pero poco a poco han ido introduciendo más cosas ricas como ensaladas, tartiflette, fondues, etc… Es mucho más que un bar, es también una tienda de productos gourmet y aquí he llegado a encontrar incluso salicornia, ese espárrago marino tan difícil de encontrar en Sevila.
Me encanta además la de eventos gastros que organizan, yo he ido muchas veces a celebrar la Chandeleur con ellos y dan a degustar crêpes dulces y saladas; o la llegada del primer Beaujolis nouveau, que aunque no es mi vino preferido, es una excusa para acudir a este sitio tan especial. Un espacio gastronómico en toda regla que ahora también tiene eventos culturales y cursos de cocina.

Me gusta mucho este sitio para vinos, quesos y cosas que vienen en lata.
Además, de vez en cuando organizan degustaciones que son siempre una buena oportunidad de conocer sus productos y cómo usarlos. Todavía recuerdo la tartiflette de hace 4 años!

Manos a la obra con el #Lunesdereseña…
El encanto del sitio reside en su originalidad y su ambiente íntimo. Sin embargo, es un espacio apropiado para todo tipo de situaciones: pareja, amigos… Y cualquiera que se considere amante del queso y el vino.
Eso sí, todos los productos que encuentras allí son de origen francés, no esperes vinos de nuestra tierra. Aunque si les indicas a los dueños qué tipo de vino te gusta, pueden acercarse mucho con un buen caldo del país vecino. Al principio, fui algo reticente, pero acertaron. Ya no pondré en duda jamás la capacidad de hacer buenos productos en otras regiones, al menos las europeas.
En el caso del queso… Creo que cualquier opción puede ser un acierto, pero eso es cuestión de gustos. En mi caso, me dejé aconsejar las dos veces que fui y ambas fue una delicia.
También tienen otros productos típicos, pero no he podido probarlo.
Por otro lado, hacen eventitos y catas, ocasión perfecta para descubrir la gastronomía francesa.
Un punto negativo sería que no tienen banquetas altas y, si están cogidos los pocos sitios que hay, te quedarás un buen rato de pie.
Un rinconcito más para frecuentar en el centro de Sevilla.

Es un local especial, localizado en un sitio céntrico pero yo siempre lo he visto un poco recóndito, lo que le da un poco más de encanto (eso de estar cerca de la ruta principal, pero no tan a la vista).
Puedes tomar quesos y vinos de más allá de los pirineés; yo, como soy tan catète, pido burdeos o borgoña, que son los sitios famosos de vinos en Francia que me sé, pero también pregunto y me dejo recomendar. Y me ponen lo que quieren,(pero siempre rico, oye).

Es un sitio perfecto para tomar vinos y quesos franceses. Cuando yo viví en Francia, una de las cosas que más me gustaban era la variedad de quesos que se podía encontrar en cualquier supermercado, cuando en España, teniendo muchísima variedad, lo más normal es encontrar poco. Cuando me entra la morriña quesera gala, vengo a este sitio para disfrutar del sabor que me recuerda a ese año en Rouen.
El sitio es pequeñito y con encanto, con ladrillo visto. Tiene barriles para ponerte a tomar algo de pie y un pequeña mesa con sofá y sillas. También hay sitio fuera por si hace bueno, pero bastante pequeñito.
Si no sabes qué pedir, lo mejor es que te dejes aconsejar porque, además, son encantadores. El queso con hoja de castaño y los de cabra con ceniza son espectaculares, así como el revlochon. Puedes tomártelos aquí o comprarlos para casa. También tienen patés y otros productos franceses. No tienen cocina pero llevan tapas del día… ¡Tienen tartiflette! Un plato francés que me encanta a base de patata, beicon, cebolla y queso revlochon. Toda una bomba muy común en los mercados de Navidad franceses.

Pati tó es un espacio dedicado a las estrellas de la gastronomía francesa: pato, quesos y vinos. Es un negocio en el que puedes degustar sus productos in situ o bien pedirlos por teléfono, por E-​mail y recogerlos o con entrega a domicilio.
Tienen el pato en todas sus versiones (fresco, micuit, en paté…), una muy amplia e interesante carta de vinos, quesos de muchas regiones francesas y una extensa gama de otros productos variados como chocolates, chacinas, confituras, vinagres… También puedes organizar eventos en la tienda así como utilizar el espacio para una exposición.
Con ocasión de las fiestas, tienes también la opción de preparar una cesta navideña con sus productos.
Personalmente, he ido un par de veces y me ha encantado. El trato del personal es inmejorable y están dispuestos en todo momento a explicarte, ayudarte a decidir y recomendar qué tomar y con qué vino acompañarlo. Es un poquillo caro, pero se puede ir alguna vez que otra :)

Esta lloviendo y hace un frio infernal, he quedado con mis amigos para tomar algo.
¿Donde vamos? y en la cabeza casi sin pensarlo aparece la palabra PATITO.
Es mi abacería favorita, tiene un aire parisino, pero se encuentra en el centro-​Macarena, muy cerca de San Luis y la plaza del pumarejo, en ella se vende y se degusta dellicatessen .
Tiene todo tipo de vinos, quesos, conservas y patés.
La decoración es muy francesa, muy intima y con una gran importancia en la luz, esta es indirecta y no muy fuerte.
Yo me encuentro mas cómodo en invierno que en verano y si llueve es un placer estar allí viendo llover con un buen vino.
Su equipo no deja de inventar y hacer todo tipo de catas y eventos para no aburrirnos.
La relación precio-​calidad es muy buena, aunque al tratarse de productos importados siempre nos pueden resultar un poco mas caros.
Cuando estoy allí me encanta estar en la barra de pie y tomarme una copa de vino tinto, con una tapa de queso, casi siempre lo que me recomiende el camarero.

El trato es excelente y el vino, exquisito. Se trata de un espacio pequeño y acogedor, de paredes de piedra y techos altos, con una vitrina en el centro en la que se exponen una serie de quesos excepcionales procedentes de Francia. Además de consumir in situ también está la posibilidad de comprar productos. Personalmente recomiendo los vinos.
La música es muy buena y relajante, y hay libros de Francia escondidos por los rincones. Todo en general contribuye a crear un buen ambiente. Es sin duda un lugar excepcional para tomarse una buena copa de vino. Los precios, eso sí, son un poco caros, aunque la calidad va acorde con el precio. Y se te olvida todo cuando te atiende la camarera, porque te lo explica todo estupendamente, ¡Qué encanto!

Yo sé que es francés, pero ¡no me digáis! Pati tó suena flamenco y olé.
Sí que «es un placer estar allí viendo llover con un buen vino».
Una esquina bonita, con todo lo necesario para sentirme a y con gusto. Lo conocí una tarde de lluvia en que mi amiga Ximena inauguraba exposición. Cante flamenco, lluvia y vino. Pero también cerveza, rica y variada. Atreveos a probarlas. Las viandas son exquisitas, cuidadas y escogidas… lo selecto va en la marca Pati tó, y por ende en el precio.
¡Tienen tienda! Para el día en que el capricho es posible. Y… también para charlar mientras los labios se van tiñendo.