Picatoste

Ubicada en el antiguo emplazamiento de uno de los antiguos negocios de la cadena hostelera «San Eloy», nos encontramos con este amplio local al que acudí con un numeroso grupo de compañeros a desayunar.
Algo que me llamó la atención fue la zona de barra, cuya forma y ubicación la hace muy accesible desde cualquier parte del local.
El interior del local es muy amplio y luminoso gracias a sus grandes ventanales y su espacio está muy bien aprovechado sin dar sensación de «apelotonamiento».
A pesar de ser un grupo algo numeroso, nuestros desayunos estuvieron listos en muy poco tiempo y atendiendo a todas las peticiones de cada uno de los integrantes.
La atención al cliente, además de ser rápida, también fue muy cordial sin llegar a la familiaridad que denotan en otros negocios.
Salí muy satisfecha, con la tripa bien llenita y a un precio más q recomendable.

Vine aquí a tomar churros con chocolate con amigos. Costó encontrar sitio, Picatostes estaba repleto. Buena señal por un lado, mala para que podamos degustar su servicio. Al final conseguimos un sitio.
Por 2.95 tienes una buena taza de chocolate chocolate con churros. Buen precio y por tres pavos te llenas perfectamente en un desayuno-​merienda especial. También cuenta con tostadas, batidos y dulces variados (donuts, bollerías, helados…).
En lo que respecta a calidad-​precio, el lugar cumple. Su servicio, dentro de lo que cabe, es aceptable. Allí hay autoservicio, pero las dudas que uno tenga son resueltas fácilmente por los camareros, que son simpáticos y extrovertidos.
El local cuenta a partir de las 8 de la tarde con una carta para cenas, donde puedes obtener hamburguesas, hot dogs, pasta… Imaginó que lo mismo para el almuerzo.
En definitiva, PIcatostes es ideal para ir y quedar con la gente. Para comer, hay mejores sitios. Pero venir con los amigos a reír con churros a buen precio. Es recomendable.

Buen sitio para hacer una paradita en las compras. son agradables y te atienden rápido … el café, bueno y los dulces, para que contar …
Te recuperas para seguir comprando … ainsss. estas rebajas !!

El Grupo San Eloy tiene casi comprada la calle del mismo nombre. Pando Restauración tiene varios negocios y edificios en propiedad en la calle y algunas aledañas y, entre todos esos sitios, está el Picatoste.
Se trata de un local amplio, con ventanales enormes y servicio de desayunos, cafés, churros y comida rápida. Como buen establecimiento del Grupo San Eloy, es un negocio absolutamente ruidoso, carente de carisma y con una personalidad muy propia, manteniendo la base y el denominador común de casi todos los establecimientos de la clásica empresa sevillana.
Con una excelente ubicación, al Picatoste le fallan varias cosas: ruido, decoración, calidad de los productos y atención de los empleados, aunque triunfa en una cosa: el precio. Gracias a eso, unido a su localización, está casi siempre lleno de gente, a cualquier hora, ya sea con el desayuno, la cerveza de media tarde, el café o lo que sea. Siempre está hasta la bola.
Un pequeño consejo: pide el café en taza que, si no, te lo ponen en vaso.

Bar con pretensiones, sin identidad a pesar de ser grupo San Eloy.
De precios para según que ofertas, correcto, pero aunque seas barato debes cuidar los detalles. Elegí menú a 7,50 € y parece que no acerté. Comencé con una paella donde confundieron el socarrat con sabor a quemado, continué con pez espada y de postre la supuesta tarta de queso (lo venden así a pesar de tratarse de crema de queso de ‘los artesanos’ con coulis de fresa muy dulce).
Vi pasar hamburguesas y serranitos, hubiera sido mejor opción.
En cuanto al trato, educado pero muy tardón, como si anduvieran desbordados estando sólo cuatro mesas ocupadas en ese momento.
En cuanto a limpieza de baños, cada ciertas horas, les vendría ser revisados/​limpiados.

Cuando Picatoste sustituyó a la añeja cafetería del grupo San Eloy pensé que sencillamente habían dado un lavado de cara y poco más. Pero no fue así, sino que hubo un restyling que ahora no lo reconocería ni un cliente habitual.
En Picatoste puedes tomar raciones y tapas, a cada cual más normalita. Lo último fue un flamenquín. Reconozco que me sorprendieron un poco, era un grandecito para lo que viene siendo habitual y estaba relleno de carne, jamón, queso y pimiento. Un poco pasado de fritanga, pero pasable. Para beber un tinto con limón que ojalá hubiera sido de un vino peleón, porque ni eso, no era muy bueno precisamente. El resto de la familia que venía conmigo coincidía en eso: aparentemente raciones interesantes que te dejan sensación un poco de pringue. Y el precio desde luego no lo justifica.
Ya no sé siquiera si merece la pena venir aquí a tomar un chocolate con churros o hacerlo en otro local que hay enfrente y que siempre está lleno (Doña Carmen). Me pregunto si no hubiera sido mejor que no renovaran el local.

El Picatoste está siempre lleno, pero yo aún no lo entiendo. El aspecto de precocinado del local se corresponde con lo insulso de los platos. Las típicas raciones, pero mucho menos conseguidas que en otro de los tropecientos bares sevillanos y en un entorno que deja que desear. Y mira que la calle San Eloy está bien para montar un negocio…
Lo único que me gusta allí es el chocolate. No porque sea especialmente bueno, sino porque es uno de los pocos locales en los que ponen chocolate caliente de verdad siempre y a todas horas. Por experiencia sé que la carta de chocolates de la mayoría de los bares es un absoluto fake. Nunca les queda. Qué casualidad. También ponen churros, pero cuando los he probado no me han parecido recién hechos y me he ahorrado el trabajo de diregir una masa mediocre.
En fin, que ahí se va toda la sevillanía con la prole y todas las abuelas a contarse sus cosas, cuando en realidad podrían estar en cualquier otra parte…

This restaurant is part of the Grupo SanEloy family of restaurants. If you’re looking for a quick, inexpensive bite to eat, this fits the bill.
For inside dining, order at the counter. Dining outside involves a waiter and a service surcharge. The selections at the counter are heavy on seafood, with several tapas alternatives on the menu. Half of our party visited for lunch and loved it. Our entire party visited the next afternoon for lunch. The gazpacho is serviceable and the orange juice was fresh. Beyond that, I’m sorry to say I wasn’t impressed.
The restaurant is clean, the food comes up fairly quickly and the service is functional.