¡Mamaaá cómprame una bolsita pá darle de comer a las palomas!!! ¡Pero hija si están que van a reventar de tanto comer!!! !joooooooo!!! Tu madre no se da cuenta que a ti la comida te da igual, que lo que quieres es que se te suba una paloma en lo altoooo! y luego decir ay, ay que me da miedo! En fin, luego creces y te dicen que las palomas son las ratas del cielo… Y vas cuando acompañas a amistades o familia que vienen a conocer la ciudad. Porque la Plaza de las Palomas, como yo le llamaba de chica y sigo haciéndolo, es una de las actividades tipiquísimas — al menos en mi ambiente-. Y ahí están las fotos de mi madre y sus hermanos con mi abuelo, mi hermano y yo de chicos. Y el tour de fotos sigue por los rosales que hay entre el Museo Arqueológico y el de Artes y Costumbres. Si te apetece probar la experiencia o repetirla en la madurez, por un euro y medio puedes comprar una bolsita de estas semillas llamadas arvejones, y disfrutar!