Quinoa

Este es el referente de la Cartuja en desayunos, porque si estás durante un año yendo por las mañana a ESIC, es el lugar más cercano que está abierto, la cafetería del Monasterio queda lejos.
Te sirven el paté, el tomate triturado, etc. en minivasos, queda muy higiénico. El jamón york y el jamón serrano son de los baratos, así que aceite y tomate es lo recomendable.
La media está bien de tamaño, la entera es gigante. Y en cuanto al precio, es caro para desayunar a diario.
Le tengo especial cariño porque es el bar en que desayuna mi marido con los amigos al menos 2 veces al mes, todo un banquete, acaban con chupito incluido, y hasta han creado un blog de los desayunos, así que me río bastante con las hazañas que me cuenta el día que desayunan juntos y hacen que la camarera les retrate para el recuerdo.

El Quinoa para desayunar. No te equivoques que el de las copas está un poquito más para el otro lado. El Quinoa no es que sea el bar más barato de la Cartuja, pero es que en la Cartuja da la impresión de que todo está muy lejos. ¿Dónde vas entonces? El Pabellón de Italia queda muy lejos, las cafeterías de las facultades son un poco cutres y el jamón es perro seco, además están tan lejos que cuando llegas ya tienes que volver. En realidad no están tan lejos los sitios, es que al ser todo avenidas y estar todo tan solo se te quitan las ganas de andar. Y yo soy una chica anticoches para dos minutos asi que al Quinoa a desayunar.
Además te ponen tu vasito individual de tomate triturado. ¡Qué cosa tan cuca y cómoda! Lo malo es que cuando eres como yo que como más relleno que pan en las tostadas mañaneras (porque una de las cosas más placenteras de este mundo es desayunar en la calle) hay que ir a preguntar: «¿puedes darme un poco más de aceite/​paté/​nocilla/​mantequilla/​tomatetriturado?». Un corte…
De todas maneras diariamente no recomiendo ir, porque te acabas gastando en la semana en desayunos unos 20 € y a no ser que cobres mucha pasta, haciendo cuentas te sale un gasto de desayuno mensual de 80 €!!! Allá cada uno con sus prioridades…

Hay dos Quinoas en la misma avenida, pegadito uno al otro. El primero, que hace esquina, es ideal para desayunos. Susana, la camarera de por la mañana, hace el mejor café de la Isla de la Cartuja, bien cargadito que te espera un día largo…
El otro, cinco metros más allá, tiene unas tapas muy elaboradas que bien podrías comer en un restaurante de los caros, solo que aquí será un plato pequeño con su precio proporcional, claro. Además la decoración del local no está nada mal, rollo modernito que es lo que está de moda, ¿no?
Si no quieres comer y te apetece café, Susana sólo está por la mañana, pero en cualquiera de los dos te lo sirven a cualquier hora y bien ricos.
Abre de lunes a sábados desde el desayuno a la sobremesa.