Los Rodriguez es un pequeño bar de tapas de la Zona de San Vicente. Con comida tradicional de la ciudad, es una de las paradas que deberían ser obligatorias si pasas por la zona. Sus caracoles están entre los mejores de Sevilla y la atención que dispensan es sencillamente espectacular. A resaltar su gran zona de veladores, en la plaza San Antonio de Padua, donde se está especialmente bien en las noches veraniegas y primaverales.
Carmen C.
Rating des Ortes: 4 Sanlúcar la Mayor, Sevilla
Cuando Sevilla se engalana de azahares, es toda gentío por las calles de la ciudad, para recrearse en las bellas y tradicionales imágenes religiosas, que pasean los costaleros con el arte inconfundible que los caracteriza y todo su esfuerzo para que vayan como en brazos. Es casi obligada la cita con el Bar Rodríguez en estos días. Se conoce por el pescaito, el adobo, los caracoles, las cabrillas, tapas típicas sevillanas, que puedes compartir con los amigos cofrades que disfrutan contigo del maravilloso y ferviente espectáculo, que ofrece la capital andaluza. No es que el resto del año no podamos tomar una tapa en Rodríguez, siempre tiene clientela, que además repite. Pero los que conozcan Sevilla en Semana Santa, saben de que hablo, es algo muy especial. Abren todo el día, también sirven desayunos. Yo personalmente, no he tenido el gusto de comer nunca una de sus tostadas, pero habiendo probado el resto, no me cabe duda de que no se echará en falta la calidad y la variedad. Cuando Sevilla se engalane de azahares, hay una cita pendiente.
Enrique H.
Rating des Ortes: 4 Sevilla
Ocurre muchos viernes al año. Quedamos los amigos y solo tiene uno que insinuar tirar para la zona de San Lorenzo para que todos sepamos que acabaremos en Rodríguez, o en «El Muslo», como lo llamamos nosotros. «El Muslo» por una sencilla razón: una de las tapas estrella de este bar es el muslo de pollo empanado, servido en montadito con un pequeño pimiento y mucha mayonesa. Ir a Rodríguez y no probar el muslo es como venir a Sevilla y no ver la Giralda. Pese a esto, hay muchas más tapas dignas de tener en cuenta, sobre todo porque hay una época del año en que no lo hacen, no me preguntéis por qué porque nunca han sabido aclarármelo. Cuando no hay muslo, o tras el muslo, es el momento de atacar a las croquetas de cocido, las pavías o el montadito de «mechá» con gaucha, cumbre todo. Otra cosa famosa en Rodríguez son los caracoles, según los entendidos de los mejores de Sevilla. Es un bar pequeñito, de esos que no imaginas que pueden dar tan bien de comer. Tiene algunas mesas dentro, algo incomodas por la falta de espacio, además de varias en la plaza. A nosotros, sin embargo, nos gusta ponernos de pie en la ventanita que hay fuera, junto a la puerta; digamos que es como una tradición. Son muy simpáticos, siempre haciendo chistes con la clientela, y en cuanto vas dos veces se quedan con tu cara y te dan trato de habitual. Si os pasáis, no dejéis de preguntar por Pablo y contadle lo bien que los ponen en Unilocal.:P
Laura S.
Rating des Ortes: 4 Sevilla
Aquella mañana fuimos a desayunar al Bar Rodríguez. No me había parado nunca. Nada especial me había llamado la atención, ni el azar me había llevado hasta su barra. Pero esa mañana bajamos a desayunar al Bar Rodríguez. Me acerqué a la barra y pedí un par de cafés y media tostá. El camarero me miró muy serio y,…, ¡ empezó a cantar lo que le había pedido en canto gregoriano! Me quedé loca,…, era tan temprano, y no era fácil encajar todas las piezas del puzzle,…, el camarero con la pinta de serio que me había atendido y ahora pidiendo los cafés cual monje del Monasterio de Silos. Lo mejor vino tras el cántico del camarero. Una chica extranjera, la típica«guiri», comenzó a aplaudir creyendo que aquel hombre se había marcado un canto en plena jornada laboral, así como para despertar a la clientela. Desde aquel día, me apunté el Bar Rodríguez en la ruta de bares que hago cuando algún amigo de fuera de la ciudad viene por aquí. Aunque ninguno, hasta el momento, ha estallado en aplausos como aquella chica.