Taberna Berrocal

Authentic food with great tapas and paella. Good service with the lovely lady. Good find!

Looking for a hearty Andalusian meal, we followed a local’s suggestion and found our way to Berrocal. The ambiance was relaxed and comfortable; our waitress was extremely friendly and answered all my questions about the different foods.
The anchovy tapas were salty; I wanted to try something new so that could just be the way anchovies are. I went all out and ordered the filet of bull. It was quite red on the inside and seared on the outside. The taste was gamey. Our waitress explained that too much heat makes the meat tough, hence the contrast between inside and out.
The deer meat was delicious and so was the paella, which I enjoyed more than a seafood paella. We had considered dessert but had to decline as we couldn’t eat another a bite.

La taberna Berrocal es en apariencia un local más de los miles de bares de tapas que hay en el centro de la ciudad, muy cercano a la iglesia de la Magdalena y a la calle San Pablo, se distribuye entorno a una esquina que forman dos calles estrechas, en la propia calle San Pablo hay un pizarra que señala la dirección del Bar puesto que al estar muy céntrico se sitúa en una zona que no queda de paso evidente para la gran masa que se mueve por los alrededores.
Mi experiencia me obliga a recomendaros que cuando vayáis preguntéis al camarero por el arroz que tengan ese día, son especialistas en satisfacer las peticiones de los que somos amantes del arroz, personalmente, para mi, el mejor es el arroz negro que suele estar en carta algún día de los del fin de semana, asi mismo y dependiendo de la fecha del año hay un arroz con setas nada despreciable, arroz con liebre o la no siempre facil de encontrar de buena calidad, paella valenciana, de las de verdad, vamos como si estuvieses en la misma albufera.

En pleno corazón de Sevilla la taberna Berrocal ofrece la cocina andaluza más auténtica, una amplia variedad de tapas y platos regionales en general y sevillanos en particular. El precio no está mal para hallarse en pleno centro histórico, al lado de la zona de las tiendas y en medio de todo el ajetreo sevillano.
En esta taberna es de destacar que los platos y tapas son de temporada, así que si te pasas por ahí en otoño te recomiendo que pidas una tapa de setas (sin palabras) y que a la hora de mirar la carta tengas en cuenta las recomendaciones de los camareros y los platos que son de temporada. De otro lado, los vinos y los embutidos merecen también una mención especial, muchos de ellos están en venta.
En la terraza de fuera se está bien, por lo general, aunque la calle es estrecha y cuando pasan muchos coches es bastante molesto. El servicio es algo irregular, a veces nos han tratado bien y otras han tardado mucho en servirnos. Muchos amigos míos se quejan de que el sitio, por dentro, suele estar muy sucio, aunque la verdad es que las veces que he ido no estaba mal.

Seguramente llegues al bar porque alguien que conozca el Berrocal te lleve, o porque sea el bar que está justo debajo de tu casa, porque pasar por la calle Moratín, como que no. ¿Alguien pasa por allí?, sí, cuando voy al Berrocal.
Una amiga vive cerca, en la misma calle, y una noche, sugirió la idea de ir al bar más cerca. Este bar era el Berrocal. Llovía, y probar un poco más lejos significaba terminar empapadas. Además, aquel bar tenía buena pinta. No se discutió más. El bar más cercano ganaba puntos.
Pedimos unas cervezas y un par de tapas sin saber muy bien qué pedir, «Y un tapa de bolitas de patata con queso». Acertamos, de casualidad. Las bolitas con queso resultaron estar exquisitas, así que tomamos nota para futuras ocasiones.
Lejos del bullicio de las calles aledañas, el bar Berrocal es como un oasis de tranquilidad donde sentarte en la terraza, antes de continuar y volver a la furia y la mugre de la ciudad.