Texas

Bar típico de barrio, pero sin tener la carta típica de bar de barrio. A parte de hamburguesas, baguettes y sándwiches también tienen platos mexicanos. muy buena relación calidad precio, vamos es barato y se come muy bien. Ambiente familiar, con terraza fuera y mesitas pequeñas dentro. Yo siempre prefiero fuera porque se puede estar tanto en verano como en invierno, ya que tienen parte cubierta.
Añadir que también ponen desayuno… pero el típico de aquí, sus buenas tostadas.
Un punto muy positivo para quien tiene peques es que parte de la terraza está a 5 metros de un parquecito del ayuntamiento que está cercado, lo que te permite tomar un café o cenar y tener s los peques a la vista. Como digo es un plus del que, incluso, se aprovechan ya que permiten celebrar cumpleaños, avisando con un par de semanas.
También puedes encargar la comida por teléfono y recogerla en el local para comerla en casa.
Perfecto para planes de cena en verano y cafés, con familia o amigos, sitio sencillo y práctico

Nunca habia oido hablar de este establecimiento y sin duda se ha ganado una comensal más.
Es un negocio/​bar de comida mexicana, aunque también tienen baguettes, hamburguesas, pizzas y pasta.
En la carta tambien hay aperitivos y ensaladas (para quiénes no queráis engordar jajaja) .
Particularmente me decidí a probar la cocina mexicana y está muy buena.
Os recomiendo :
Enchilada de carne.
Burrito Ranchero.
Los precios son asequibles, los platos vienen bien de tamaño y el trato es excepcional.
Sin duda repetiré más veces.

20 minutos para que trajeran la bebida, ¾ de hora para los dos primeros platos de 10 que se habían pedido. Los entrantes llegaron después de la comida. Las hamburguesas sin patatas y quemadas. El ultimo plato a la hora y media de llegar… Y lo de comida mexicana solo el nombre. Nada mas que añadir…

Comida a buen precio. Comida de calidad (sin ser una frivolité). ¿Buscas un restaruante de comida especializada? Tal vez debas seguir buscando, pero si pretendes pasar una agradable velada al olor de un burrito María y unas deliciosas cazuelas con patatas con unos colegas este es el sitio indicado.

Esta bastante bien, son muy agradables y comes muy bien por muy poco. A mi me sorprendio un bar con ese estilo en medio se un barrio lleno de bares típicos.

Un bar para ir con los amigos a tomar unas cervezas más que decente, los bocadillos y las hamburguesas están más que buenas, pero sobre todo, prueba las cazuelas de patatas con salsas, probablemente, el clásico del local, y como no, el Serranito. Merece la pena probarlo

En mi búsqueda del auténtico sabor de México (por lo menos del que yo caté), no sé muy bien cómo, llegué al Texas. Qué quieren que les diga, cuando lo vi, me decepcionó mucho. La fachada pintada en rojo, con un tejadillo típico andaluz; mesas y sillas de aluminio en la calle, solería en el interior… Pero habiendo estados en otros sitios con una decoración espectacular, y una calidad cuestionable, no me planteé dudas, de momento.
Hacía calor, así que nos sentamos fuera. Nos atendió un chaval con pintas de tener más ganas de irse a su casa que de tomarnos nota. La carta no es la típica de un mexicano, combina con platos de tex-​mex y otras cosas que no tienen nada que ver. Poco convencido, pedí una hamburguesa, aparte de las cosillas para picar que encargamos para todos.
El muchacho, en sus paseos, seguía con la misma desgana. Todo lo contrario que nosotros, que devoramos con avidez la comida. Muy bueno todo, y en muy buenas cantidades. Y lo más importante, no es excesivamente caro.
No colmó mis aspiraciones como mexicano, pero sí que descubrí un buen sitio para cenar con los amigos, en esas noches en las que no se tienen demasiadas ganas de calentarse la cabeza.

Muy modesto, tiene unas mesitas colocadas a la entrada del local y en un salón pequeño un poco más adentro, otras mesas bajas.
La comida está para rebañar los platos, hay para todos los gustos, comida mejicana o algo más habitual en nuestra dieta, más nuestro.
El trato es según a quien encuentres atendiendo. Si está el chico, pues no sé, parece que va con desgana, no te mira, habla lo justo y sin ganas, va como arrastrando porque le cuesta andar, mala imagen.
El resto, son algo serios y rígidos, pero no atienden mal, lo que pasa es que te sientes un poco tenso.
Para lo bien que saben sus platos, los precios son buenos, no es nada caro comer aquí.
El salón de dentro es un rincón un poco más íntimo, parece que estas en otro local, mucho más relajado.
Un restaurante que mezcla comida andaluza y mejicana.