Tio Curro

Siempre que voy con lo que pida acierto. Las carnes expectaculares, el trato exquisito y cercano. En definitiva lo aconsejo con los ojos cerrados.

Bienvenidos a casa de Curro.
Sí, es su casa, o por lo menos eso parece.
Es un barecito pequeño pero muy «apañao» donde las especialidades son la carne a la brasa y los postres.
El típico bar de barrio pero que parece una venta de carretera.
Hacen todo tipo de platos y todos con un gran sabor casero que te transporta a la cariñosa cocina de una abuela.
Me gusta bastante ir porque, además, las raciones están muy bien en cantidad, llevan guarnición y de precio y calidad ni hablamos porque, para mi gusto está perfecto.
Es un poco difícil encontrar aparcamiento cerca los fines de semana.
En verano, abren una terraza.
Aparte el trato con el que te atienden es inmejorable.
Cuando no tengo ganas de cocinar siempre me entran ganas de venir aquí. Por algo será, ¿no?

Un bar de barrio, de los de toda la vida, eso es el Tío Curro. Me lo descubrió Nuvallejo, y cada vez que tenemos hueco allí vamos.
Te vas a encontrar con un bar, no muy amplio, con suficientes mesas y donde habitualmente, es difícil pillar mesa. En verano ponen veladores, en un terreno adyacente.
La decoración es muy sevillana, con referencia a nuestras fiestas, pero sin caer en el abuso.
En cuanto a la restauración, lugar para los carnívoros. Carne a la brasa estupenda, pero donde tienen cabida montaditos, ensaladas, y otros tipo de platos como queso provolone a la brasa (delicioso). Mención aparte merece el chorizo criollo y las costillas.
Y por favor, no dejéis de probar los postres, son caseros y están de muerte (si te cabe algo más).
Precio bastante adecuado y servicio agradable.
¡Y eso es todo amigos!

En pleno barrio de El Cerro. Trato exquisito, precios más que asequibles y un ambiente familiar difícilmente igualable. El churrasco a la brasa lo sirven en tapas, algo que no he visto en ningún otro lugar. Imprescindible también el Provolone o los ‘Langostinos al tío Curro’. La cerveza como la saben tirar los que lo llevan haciendo toda la vida… Pocas mesas con lo que recomiendo acercarse temprano. Altamente recomendable.

Cocina casera. Asi se podría resumir mi paso por el Tio Curro y el de todo el que vaya por alli.
Un bar típico de barrio, con sus cuadros de la Virgen de los Dolores de la Hermandad del Cerro (por supuesto), su pluma de los «Armaos», fotos de la Cruzcampo, etc.
El local es pequeño pero dispone de un salón para varias mesas para cuatro comensales. La barra ocupa el lado derecho del local y la cocina está al fondo. Como atracción principal, encontramos una vitrina donde se exponen los postres, totalmente artesanales y caseros (los cuales evidentemente probamos.
Cabe destacar la atención de los camareros, los cuales estuvieron pendientes de que nos faltara de «na».
Pedimos para compartir unas patatas bravas y unas gambas al ajillo. Ambas con un toque sutil de picante, soportable y con mucho sabor. Para cada uno pedimos costillitas y churrasco. Carne jugosa, al punto, perfecta, tierna, (no sigo que babeo…)
De postre pedimos cada uno un trozo de tarta. Totalmente recomendable la de queso y para los muy golosos, la tres delicias.

Experiencia catastrófica.
He ido a este bar en varias ocasiones en mi niñez, y lo recuerdo de manera muy grata.
Este invierno también fui, y me reconquisto, pero he vuelto a ir tres veces más a lo largo de la primavera, y la ultima, ayer mismo, y fue horrible.
Tardaron 45 min en servirnos.
Sirvieron un segundo plato a una persona y al resto nos dejaron mirando, mas de media hora, con lo cual acabo comiendo sola y los demas mirando como comía.
Pedimos un pez espada, unas bravas, unas papas con alioli, un mero empanado, y unas croquetas. Llegamos a las 23.
Lo primero q sirvieron fue el pez espada a las 23:15.
A las 23:34 sirvieron las papas con alioli. Estas papas resultaron ser papas con mayonesa, se lo comentamos al camarero, y nos dijo q esas eran las papas bravas!!! Pero flojitas!!! Jajajjajajajajajaja muy fuerte!
Se la llevaron con mala gana, y a las 23:40 nos sirvieron las papas con alioli y el mero, que era precongelado y encima estaba achicharrado. Casi ni lo toque.
A las 23:50 vinieron las croquetas después de pedirlos varias veces, y estaban congeladas por dentro.
Nos levantamos, pedimos la cuenta y nos fuimos.
El servicio durante toda la noche fue horroroso, las comandas selecionadas por los camareros sin guardar el orden, xq conocian a todos los q estaban comiendo.
Todo el tiempo de compadreo, y profesionalidad cero.
TODO UN FRACASO.