Tu Forma

¡Qué recuerdos! Los muebles de casa dmis padres, vamos, no de toda la casa, sino de mi cuarto y el de mi hermana, tras romper nuestras literas y quedarnos cada una de nosotras con un cuarto, eran de aquí.
Aunque me de mucha nostalgia y cada vez que piense en mi antiguo cuarto me emocione, no es por nada, pero no lo cambiaba por el mío actual aunque sea Ikeista. Por mucho que los muebles estuvieran hechos a medida para mi cuarto (algo necesario, os lo aseguro, que mi cuarto era más pequeño que cualquier cuarto de baño…) no resultaban del todo «guays». Los cuartos de mis amigas eran más chulos y el mío siempre era más soso (supongo que por eso llené las parades de poster de películas y de los BackStreet Boys, all right!).
Lo bueno de la tienda es que llegas con un planito de la habitación que quieres amueblar, la idea que tienes en la cabeza y por arte de magia son capaces de crearla: camas, estanterías, somieres, cabeceros, escritorios, armarios…

La mesa de escritorio es el alma de una habitación (pueden discrepar de esta opinión, pero para una enamorada de la escritura no podía ser de otra manera). Para mí este mueble conforma la pieza clave de un buen nidito para la creatividad. Por desgracia llevo ya viviendo más de diez años en pisos de estudiantes, donde parece ser que el dueño no se percata de una simple y llana cuestión: «si somos estudiantes y no hay escritorio, ¿dónde piensa usted que hincaremos codos?, ¿en el lavabo?» Perdonad que me altere, pero me ha pasado en demasiadas ocasiones y me crispa los nervios.
En el penúltimo piso donde pasé dos maravillosos años me encontré con este habitual suceso, y claro ante la pasividad del dueño que no quería soltar la pasta, fui a comprarme una mesa con mi dinero y a mi gusto. En Tu forma me asesoraron perfectamente. Me dieron múltiples posibilidades teniendo en cuenta que lo hacen a tu medida. Elaboraron mi presupuesto y acepté.
Al principio les comenté algunos aspectos básicos que quería para mi escritorio, pero una vez ilusionada con él esto fue un no parar de añadirle detalles. A veces el dependiente me miraba con expresión de «a esta chica le falta un par de cables». Pero es que en cuestión de este tipo de mobiliario, me vuelvo locaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!
Y sí, efectivamente, crearon el mueble que quería a mi medida, perfecto para mis horas de vuelo imaginativo. Y es que a la inspiración hay que mimarla para que no se esconda en lo más profundo.
¡Ay! ?pensé?; ¡cuántas veces el genio
así duerme en el fondo del alma,
y una voz, como Lázaro, espera
que le diga: «¡Levántate y anda!».

Cuando me dieron el piso, en la entrada del mismo a la derecha había un hueco entre la esquina y un pilar, había sitio para una estantería pero un poco estrecha, era imposible encontrar la estantería con las medidas que necesitaba, entonces tenia que buscar un sitio que me lo hicieran a medida. Como era un capricho y no tenia mucho dinero tenia que buscar algo barato.
Encontré esta tienda muy cerca de mi casa y le pedí presupuesto de la estantería con el tamaño que quería, cuando llegue a recogerlo me impresiono lo barato que era y por supuesto la encargue. Tardaron en hacérmelo una semana y media, muy rápido y además muy formales con la fecha que me dijeron, además me la mandaron a casa y me la montaron, sin ningún coste alguno.
Una vez que tenia la estantería y el resultado fue tan bueno, he ido a la tienda a ver mas artículos, y vi todas las posibilidades de muebles, como ellos son fabricantes, te dan un amplio abanico de posibilidades, el color que quieras, te adaptan los muebles al tamaño que necesitas y te fabrican lo que quieras, dentro de sus posibilidades.