Zahora

Zahora hasta hace poco para mí era «el kiosko-​bar del parque de la rueda». Llevo más de 15 años viviendo por la zona y han sido muchas veces las que he pasado tardes enteras en el parque de pequeña y ya de adulta con los peques. Recuerdo este bar siempre lleno de gente, más que el de la otra punta del parque (ahora en cada esquina del parque hay uno), y recuerdo estar jugando y mis padres tomandose una cervecita.
Sinceramente no sé en qué momento me di cuenta que este sitio se convirtió en Zahora, ni si siempre se ha llamado así. Ahora he tenido la oportunidad de disfrutar yo de las cervecitas y ver como los pequeños de la familia se divierten mientras los mayores estamos raja que te raja en la terraza echandoles un ojo cerveza en mano.
La comida en este sitio varía mucho dependiendo del día, de la afluencia de gente… pero el servicio siempre es estupendo, los camareros muy atentos a todo lo que le pidas.
Las taleguillas de queso están realmente buenas, y eso que soy muy exigente con el queso eh?, el flamenquín es pequeño y ya podrían decorar un poco el plato o ponerle algún acompañamiento, pero para lo que es me sorprendió lo rico que estaba. El burrito de pollo con verduras no sé por qué estuvo un poco insípido, aunque he decir que fue lo último que probé y quizá con la mezcla de sabores ya a las últimas era normal que se camuflara el sabor un poco… no sé. Y mirad bien la carta nueva, que tienen postres! Yo no sé como nos cabía más comida… pero pedimos un brownie y coulant para compartir y vaya tela como estaba! Sabía a gloria! buen cierre de la noche ;)
Aunque es un local pequeño con mesas dentro y terraza fuera, siempre recomiendo ponerse fuera tanto en invierno como en verano. En verano se está estupendamente a cualquier hora y por la noche se agradece la brisita con los árboles, y en invierno tienen lonas y calefactores para que puedas pasar un rato agradable en la terraza, la verdad es que la estructura que tienen montada es bastante apañá.
Sin duda es un lugar para venir, repetiré mil veces para comer, cenar, tapear o cervecear. Como he dicho es estupendo para los niños también tanto por el parque como por las tapas. Lo que sí echo en falta (y no es culpa del bar) es que en la zona de al lado había un parque para perros y era la combinación perfecta… había vecinos que se quejaban (no se por qué. pero bueno) y lo quitaron :(
Por lo demás, ¡todas las estrellas bien merecidas!

He ido un par de veces y la ultima que fui y no vuelvo ha sido la de hoy.
Lo bueno del sitio es el parque que tiene pero la comida es de baja calidad, la zona cerrada está deteriorada y con aspecto de suciedad y no cuidan nada el detalle y la pinta de las cosas.
Hoy he estado en un cumpleaños Infantil y lo que han puesto ha sido las mesas de los veladores para los niños, sándwich algo duros y un par de cuencos con patatas.
No había servilletas, ni mantel (mesas de terraza viejas y no muy limpias… Para los niños…) y ya esta.
A pesar de tener el cumpleaños contratado desde hace dos semanas y sabiendo que llegábamos a las 17h. no había nada puesto al llegar y han improvisado.
La suerte que tienen es la de contar con el parque y la cantidad de gente que hay en el barrio, pero la calidad, el servicio y los detalles: cero.
La bicicleta, en el parque de al lado, al menos, tiene mejor aspecto

Hola.
Zahora es un kiosko-​bar situado en el Paseo de Europa. Al estar incrustado en el parque, goza de gran espacio para veladores, y esparcimiento infantil, puesto que tiene muy próximos unos juegos dedicados a los pequeños. Ocasionalmente, y para complementar, disponen de un castillo inflable. Esa es su gran baza.
En cuanto al tema gastronómico, pues tapeo agradable en general. La cerveza que sirven, personalmente, no me gusta mucho. Podrían mejorar eso.
Un saludo.

Zahora está dentro de una especie de parque de los bermejales, por dentro es pequeñito pero dispone de una amplia terraza.
No suelo pedir pescado habitualmente pero en este bar está bastante bueno.
Suelen tener unas tapas fijas, bastante variadas y después unas tapas del día de manera provisional, muchas veces algunas de ellas se han acabado y te quedas con ganas de probarlas.
Los precios son los habituales, rondando los 3 euros por tapa. Los camareros suelen atenderte bien a excepción de una camarera en particular que es la que hace que me replantee últimamente pasarme por allí.

En los últimos años ha cambiado significativamente nuestra forma de elegir dónde tomar algo con los amigos.
Hace un tiempo daba igual que tuviéramos que estar de pie, con bullicio, que se fumara y que no hubiera ventanas al exterior… Nada importaba si había buen drinking y mejor compañía.
Pero luego empezaron a crecer las barrigas de algunas amigas y a los nueves meses llegaron los más peques a la pandi. De pronto todo empezó a ser diferente, necesitábamos lugares amplios, si era posible con parques cerca, sin humo, con sillas… Y entonces descubrimos el Zahora.
Está ubicado en el interior de un parque, colocan bastantes mesas en el exterior y puedes tomarte algo tranquilamente, al fresquito o al solecito, mientras los pequeñajos se divierten a lo grande. Y es que ya se sabe, cuando llegan «ellos» se olvidó el «nosotros».

Este es el lugar de visita obligada del barrio de Los Bermejales si tienes niños o vas con niños.
Se encuentra en el llamado «parque de la rueda» por los habituales del lugar. Este nombre es debido a que hay una tirolina super divertida hecha con una rueda neumática que es la atracción del parque.
Hay muchos otros columpios y demás centros de actividades. En diversión cubre un amplio espectro de edad en los niños. Además está en un bulevar y puedes llevarte los patines, la bici o lo que quieras.
Mientras los niños juegan nosotros tenemos la terraza del chiringuito Zahora.
Es un lugar muy agradable para irte con un libro a tomar café. Estamos dentro de un parque.
También es magnífica para tomar una cervecita y la carta de tapas y raciones está muy bien y no es nada cara.
Ponen unas tapas de patatas fritas con salsas a elegir espectaculares por 2.80 euros. Cuando la pedí la primera vez y la pusieron en la mesa pensé que se habían equivocado y que me habían puesto una ración; pero no, era una tapa!
Los camareros son gente joven bastante variopinta y muy amable.
Hay muchas mesas.
También hay una zona que está más alejada del parque si es que no vas con niños y te gusta estar más tranquilito.
Es de los mismos dueños que el Avelino.

No son pocas las tardes que paso aquí. Las tapitas, no es que sean nada del otro mundo, pero si como yo tienes niños, puedes disfrutar de una cierta libertad condicional. Condicionada al tiempo que el niño se «jarte» de tirarse con la tirolina, esa sagrada y mágica rueda de goma que todo lo puede.
Otro punto muy bueno es el gran espacio libre que tiene alrededor. Viene a ser «pa» los niños lo que una caja enterita de valeriana «pa» un adulto. Después de pegarse todo el tiempo «parriba y pabajo» cuando llegan a casa ya no les quedan fuerzas ni para cenar.
¡Qué lujo de bar!