Pues que queréis que os diga. A mi mola este chino-bazar porque me recuerda a las tiendas de 20 duros de cuando éramos pequeños(benditos 90). Tal cual. Y eso no me pasa en todos los chinos a los que entro. Para empezar, nadie sabe cómo se llama el dueño pero todo el mundo le llama Raúl y a él parece gustarle. Raúl es un fiera. Una vez fui a que me cambiara el cristal templado del móvil y usó 3. No me cobró ninguno y hasta que no lo puso perfecto no paró. Habla español, sabe cambiar las pilas del reloj mientras está cobrando a alguien, coloca la tienda y vigila a su padre(que zascandilea por allí a menudo cual zagal). Por supuesto, como buen bazar, tiene todo tipo de artículos: papelería, juguetes, cosmética, disfraces, menaje de cocina, pero de lo que más, de electrónica. Y es que, amigos, para mí que esta es la afición de Raúl. Porque le preguntes lo que le preguntes, o lo tiene, o te lo arregla, o te lo encarga o lo que sea. Pero él te ayuda. Procuro ir siempre a su tienda porque la verdad es que me parece de lo más agradable