Valoración del menú del día: Restaurante que en cuanto a menú del día tiene pretensiones de ser más de lo que te dan en realidad. El menú vale 14 euros con un plus de 1 en terraza. La última vez que estuve me tomé: Una sopa castellana(saladísima) Un churrasco que pedí poco hecho y era todo lo contrario Y un postre que no estaba mal En cuanto a servicio bastante bien, camareros educados y rápidos. En resumen, un precio demasiado alto para lo que comes, si algún día como allí fuera del menú del día haré otro comentario
J. Julio P.
Rating des Ortes: 3 Tres Cantos, Madrid
Primera vez en el madil y la primera impresión es bastante buena, camareros serviciales y profesionales y los platos con buena presentación y en principio sin pegas. El local bastante cuco y con decoración típica de asador. Recomendable.
Julián V.
Rating des Ortes: 3 Tres Cantos, Madrid
Un grupo de amig@s y el que suscribe nos dimos cita ayer en este establecimiento tricantino para celebrar nuestra cena tradicional de Navidad. El restaurante ha abierto hace relativamente poco tiempo y nos pareció una buena opción para el evento. En su web se destaca su orientación al target«empresas y grupos», proponiendo diversos menús(el del día a 14 €, pero también de fin de semana, de grupos, infantiles) y con un salón amplio incluso con algún reservado. Así que de primeras no pintaba mal. Los precios picaban en carta pero seguro que un menú nos apañaba bien. Primera decepción. Desgraciadamente en estas fechas tan señaladas parece ser que no había menús de fin de semana. Si nos fijamos en la web, solamente eran para los días 6, 7 y 8 de diciembre. bueno, puede ser comprensible, tienen que aprovechar el tirón navideño y ahora seguro que tienen reservas de sobra(el local estaba lleno y el ambiente bastante ruidoso). Segundo inconveniente. Fuimos cinco personas y nos colocaron en una mesa circular amplia y cómoda, pero eso sí, al lado de la cocina, lo que restó glamour a la cena. Ver pasar todo el rato camareros y comandas, e incluso presenciar las tensiones típicas del barullo(muy a lo «pesadilla en la cocina») pues tampoco es lo que más te apetece, la verdad. Supongo que esas mesas también tienen que ser utilizadas, pero ya es mala suerte que nos tocara a nosotros. En cuanto a la comida en sí, la carta es larga y tiene bastante variedad. Típica cocina española«mar y montaña», con su apartado de arroces y huevos, y también una variedad de raciones interesante, hay para elegir. Nos sacaron, sin pedirlo, unos trocitos de empanada gallega(estaba bien pero tampoco exquisita) con las primeras bebidas. Buen detalle. De primero pedimos al centro unas croquetas de jamón ibérico(realmente muy ricas), unos chocos a la Andaluza, que estaban correctos sin llegar a emocionar, y por último una ensalada de anchoas de Santoña, con queso camembert y endivias, que para mí fue una pequeña decepción, no me gustó mucho, además era escaso para los casi 12 euros que costaba. En los segundos, tres comensales nos decantamos por el cochinillo confitado, que a mí me gustó bastante. La carne estaba en su punto y sin huesos, todo para comer. La presentación era tipo«pastel cuadrado», en una cama de patata panadera. Los comentarios en la mesa es que estaba rico pero era algo escaso para ser el plato principal. También hubo en la mesa una merluza que mi amiga calificó como«muy buena» y una hamburguesa de buey, que también tuvo criticas positivas. Los postres correctos sin más. Una tarta de manzana con helado de vainilla que estaba aceptable y unos«San Albertos» o algo así, no me acuerdo bien del nombre, que era una especie de Mousse de Chocolate en un vaso que se dejaba comer. Cafés y Copas también fueron ingeridas. No tuvieron el detalle de invitarnos a un chupito, lo cual siempre es un punto negativo, porque en una cena de estas características, es lo que toca. La dolorosa hizo honor a su nombre. La comida estaba rica en general pero algo cara a mi entender, con un precio final por comensal que sobrepasaba los 35 euros. Vale, quitad la copa que fueron 6, pero aun así. No es exagerado pero tampoco es nada barato para ser Tres Cantos, aunque fuera en estas fechas. Por último, Decoración y Atención. La decoración no destaca por su originalidad, aunque tampoco desentona. Es más bien austera pero tiene algún toque diferencial. La Atención, para mi gusto mejorable. Es cierto que el salón estaba lleno pero tardaron más de la cuenta en traer las comandas y no nos hacían demasiado caso a veces. Los camareros tampoco eran el colmo de la amabilidad, correctos sin más y con tendencia a no sonreir, sin llegar a ser bordes eso sí. En resumen, un local interesante en lo que es la comida y la carta, pero a mi entender con algunas cosas que mejorar. Tendremos que probar los menús del día para completar una valoración que se queda, de momento, en tres estrellas, pero más cerca del dos que del cuatro.