Chirón

Comer en Chirón es toda una experiencia. Llevo muchos años yendo a comer allí y nunca nos ha defraudado, es más, cada vez va a mejor.
Mi recomendación es pedir el menú degustación. Cada plato es una sorpresa tanto para la vista como para el gusto. Eso si, si esperas un plato con comida desbordando por todas partes este no es tu sitio. En mi opinión la cantidad de comida es perfecta, no sales del restaurante rodando pero para nada te quedas con hambre. ¿ y el precio? Hombre no es barato, pero para el tipo de comida que es y la calidad esta muy bien.
Tienen una amplia cantidad de vinos y ginebras que sirven con mucho gusto.
Como punto negativo hay que resaltar que a barreras arquitectónicas no le gana nadie. Largas escaleras y aseos estrechos hacen que los minusválidos tengan prácticamente vetada la entrada. Nosotros hacíamos una comida familiar al año allí y desde que un familiar esta en silla de ruedas ya no podemos. Con el tiempo que llevan abiertos ya es hora de que modernicen un poco las instalaciones para que estén mejor adaptadas. Eso para mi le hace perder una estrella.

Me invitaron a comer en el restaurante más prestigioso de todo Valdemoro. Probamos el menú degustación valorado en más de 60 €: consistía en cinco distintas variedades de platos a destacar el archiconocido yogur de morcilla que te lo servían de primer entrante y estaba sorprendentemente rico; y el segundo plato que más me gustó fue el cochinillo. He de decir que ni incluso el cochinillo del mesón de Cándido de Segovia puede igualar semejante delicia.
Pros: la comida estaba deliciosa y son platos a los que no puedes tener acceso en cualquier restaurante. Contras: el servicio, tratándose de un restaurante con una estrella Michelín, dejaba mucho que desear (no explicaba los platos, incluso llegaron a derramar sobre el mantel parte de la salsa de uno de mis platos). Otro inconveniente sin duda alguna es el precio, claro que de eso ya va uno con concienciado cuando decide ir al Chirón.
Resumen: si tienes la oportunidad de ir de gratis, bendita suerte la tuya, o no te duele el bolsillo, vas a disfrutar. De lo contrario, y aún no siendo muy docta en cuanto a restaurantes de renombre se refieren, yo probaría antes en algún otro, sobre todo para aquellos que buscan más una «experiencia gastronómica» y tienen pocas oportunidades para acertar.

Es un restaurante de alta cocina a precio ajustado, para la clase de menú que ofrecen. Primero nos pusieron una selección de entrantes que estaban riquísimos. Las cocochas y el magret de pato con uvas estaban de campeonato. Tienen una amplia carta de vinos y ginebras y rones. En resumen, es del tipo de restaurante en el que te ponen un plato grande con mezclas deliciosas y sabores inesperados en porciones que te quedas con las ganas (mi padre los llama de mucho plato y poca comida); pero en este caso las raciones son normales. Una maravilla, que no es para todos los días, pero que para alguna celebración merece la pena.

Un restaurante genial. Amplia sala diafana con bodega vista y mesas bien espaciadas. Servicio impecable. Y una amplia oferta tanto en carta como en bodega. En carta puedes elegir entre dos menús de diferente longitud o los platos de temporada. Probamos el Menú Clásico y nos gustó muchísimo. Estupenda materia prima y unas elaboraciones sensacionales. El socarrat con vieira y el cochinillo fue lo que más nos gustó. Y la carta de vinos también amplia y bien de precio. No le pongo 5 estrelllas porque el acceso no está acondicionado para minusvalidos y por el emplazamiento. Pero el resto es una auténtica joya.