4 Patas

Mi perro es un bichón maltés, es el mejor perro del mundo, claro, que va a decir su dueño, si fuese el peor perro del mundo, ¿lo reconocería públicamente? Nooooo… Bueno, mi perro, de nombre Frodo, y raza bichón maltés, tiene una peculiaridad, y es que le crece y le crece y le crece el pelo, a mí me recuerda a una historia de Astérix y Obélix donde Panorámix se vuelve medio loco y le da por cambiar la poción mágica y crea por error una poción crece pelo, y todos van con unas barbas kilométricas…
Pues eso le pasa a mi peque-​peque, que es como yo le llamo a mi perro, porque Frodo, ese nombre se lo puso mi ex, y a mí el Señor de los Anillos, me parece la trilogía más sobrevalorada de la historia.
Pero vayamos con peque-​peque/​Frodo, le crece y le crece el pelo, ¿y que hago? Pues muchas veces se lo corto yo, y después le lavo y le seco en pelo. Total que en dicho proceso me paso mis buenas casi 3 horitas. Tengan en cuenta que le corto el pelo con tijeras… Y eso supone que el pobre se queda lleno de trasquilones, y en lugar de un bichón maltés, parece un perro rebelde, digno de un perro flauta, pero en limpio, claro…
Hasta que hace un par de meses, una amiga, me dice, «¿conoces 4 patas?», y me habló del sitio, de sus juguetes, pelotas, y de su ropa perruna… A mi perro con lo que le crece el pelo no le hace falta, la ropa perruna, lo miras un segundo, dejas de mirarlo otro segundo, y lo vuelves a mirar y el pelo le ha crecido medio centímetro. En serio. Así que ropa no le hace falta, para nada. Pero baños y limpieza cada dos-​tres semanas…
Así que fui a 4 patas, para ver, con peque-​peque/​Frodo, porque al ser un ser especial, no le gusta la gente, y le traumatiza el hecho de quedarse con gente extraña. Muy pocas veces empatiza con un desconocido. Es un ser extraño a pesar de ser un perro, introvertido, le gusta seleccionar a las personas con quienes relacionarse.
Para mi sorpresa, en cuanto vio, olisqueó, y fue tocado por la chica que allí estaba trabajando, no la rehuyó, y al contrario, mostró su conformidad, su afecto, su delicadeza, su dulzura con ella…
A la muchacha le dije lo que quería, corte de pelo y lavado. Me fui a la calle, mientras peque –peque me miraba con nostalgia, el muy cretino, es capaz de mirarte con nostalgia un segundo después de dejarlo en un sitio a buen recaudo. Ay, (suspiro)…
Volví a la hora que ella me dijo, y allí estaba guapísimo, reluciente y resplandeciente, brillante y hermoso, se parecía a Fujur, el dragón de la historia interminable pero en miniatura…
Finalmente le compré un par de pelotas, que evidentemente como a casi todos los perros del mundo, le vuelven loco. No fue muy caro, comparado con otros sitios donde he llevado a peque-​peque… y el trato fue excelente y el bicho bichón estuvo bien, en buenas manos. Muy recomendable.

Investigando entre las calles hay veces que das a parar con auténticas sorpresas para el mundo perruno. Así en el barrio de San Isidro, me he encontrado con 4 patas, una tienda especializada en animales y también peluquería canina. El negocio se encuentra en la calle José Andreu Alabarta número 33, es un bajo comercial. No es especialmente grande pero solo con el escaparate ya os podéis hacer una idea de lo que os vais a encontrar.
¿Cómo llamáis al negocio? ¿Con un timbre? ¿A grito pelao? No. Con una antigua campanilla que hay en la puerta que me ha llamado muchísimo la atención. La chica que lleva la tienda es muy agradable y como no, es amante de los animales. Si entráis, podréis comprobar que no es locura, hay ropa perruna. Pequeños vestiditos, uniformes, albornoces y chubasqueros para los más pequeños.
Boss, en concreto, se niega a ponerse nada de esto, pero curioso es, como mínimo. Además, también tienen varios tipos de camas y todos los juguetes posibles. Como siempre, el regalo estrella, al menos en el caso del mío, siguen siendo las pelotas así que la broma me ha salido muy barata. Pero bueno, realmente tienen de todo y si vuestro perro es de los que no quiere bañarse en casa, aquí tenéis la oportunidad de llevarlo y en una hora lo tenéis listo y dispuesto para dar mucha guerra.
Simpatía, buenos precios y auténticas tonterías que jamás hubieseis pensado son algunas de las cosas que podréis encontrar en esta tienda. Yo me he quedado sin palabras con los uniformes perrunos y Boss creo que se quería esconder o pedir el derecho al veto. Otros caerán seguro.