Alberto y Javier

Conocí esta tienda aconsejada por el hermano de mi novio al que le preguntamos por un lugar bueno para hacernos un armario a medida, con las puertas correderas…él, nos indicó que este era el lugar adecuado, aunque solo por el nombre pensamos que estaría de guasa, pues ¿una ferretería…
Y si, lo es… una gran ferretería con un surtido de herramientas y accesorios casi infinito… pero para lo que nosotros buscábamos también se nota que son buenos, en el propio local, enorme, había varios ejemplos de muebles y armarios con los que ellos suelen trabajar… los acabados son preciosos, se nota la calidad y el esmero que ponen en sus obras… Había un pedido especial de un mueble color castaño, con las puertas que yo quería y espejo incluidos… pero el precio estaba por las nubes…
El problema fue ese, para las dimensiones que queríamos, y como lo queríamos se salia un poco de nuestro presupuesto…

Esta tienda es una especie de ferretería, pero que también tienen muebles hechos por ellos mismos y también los hacen por encargo, además de otras tareas como de electricidad.
Es enorme, por lo que te aconsejo que si buscas algo de ferretería, te acerques a alguno de los empleados y les preguntes. Te vas a ahorra mínimo 10 minutos de búsqueda porque ellos saben dónde está todo, hasta el clavo más pequeñito.
Yo me acerqué a esta tienda en busca de una cajonera, así que me fui directa a su zona de muebles hechos por ellos mismos, en busca de algo que me gustase. Encontré un montón de muebles, entre ellos cajoneras, pero ninguna me llegó al corazoncito.
Pregunté lo que me costaría que me hiciesen una a medida y como yo quisiera, pero me pareció algo caro la verdad, teniendo en cuenta que sabía que en Ikea me costaba 40 euros y era justo lo que quería.
Así que me despedí con un falso hasta otro día, ya me lo pienso, y crucé de acera para ver lo que me ofrecíà la tienda de enfrente, que ofrece exactamente los mismos servicios, antes de tener que ir a Ikea.

Por lo general, acostumbro a asociar una ferretería a un negocio modesto, en un local pequeño atestado de centenares de herramientas entre las que no me atrevo a iniciar la búsqueda de lo que necesito sin que el dueño me dé indicaciones. Alberto y Javier es atípica por su magnitud.
No soy en absoluto hábil para labores domésticas, pero he acudido a solicitar ayuda a esta tienda numerosas veces, y sé lo bastante para recomendarla como un templo de visita obligada a los maníacos del bricolaje o quienes requieran de cualquier herramienta para reparar trastos en casa.
Sin embargo, la peculiaridad que debo destacar de este negocio es que sus profesionales ofrecen no sólo el asesoramiento para las tareas a las que me he referido, sino la propia mano de obra. En mi caso, los contratamos para que nos instalaran en casa unas mosquiteras. Su catálogo de servicios incluye, no obstante, labores mucho más complejas, como el montaje de estanterías, armarios o muebles. E incluso tareas de electricidad. Proporcionan el presupuesto de cualquiera de ellos sin compromiso.