Aries

Para fotocopias normales siempre voy a la fotocopiadora de la facultad, porque es lo más de lo más barato que se pueda encontrar. Pero si requiero el consejo y la ayuda de un experto no me lo pienso dos veces, voy a Aries. Aquí sé que son super-​profesionales porque me han echado un súper cable cuando más lo he necesitado. Todo se remite a un trabajo de clase en el que teníamos que hacer un póster. No es una cosa muy común en mi carrera, por lo que lo pasamos bastante mal para hacerlo con un programa que no entendía ni su padre creador. Hecho el póster, pensábamos que lo peor ya estaba pasado, ahora solo quedaba imprimirlo y listo. Pero íbamos equivocados, lo peor aún estaba por llegar.
Para imprimirlo elegimos Aries porque nos pillaba cerca de la facultad y creo que la elección fue acertadísima. Cuando les dimos el archivo, al abrirlo, se desató el desastre: los tipos de letra no eran los nuestros, las fotos no estaban, el fondo no salía… horrible. Pero los dependientes, muy majos y con mucha paciencia, consiguieron solucionarnos la papeleta y el póster se nos quedó mejor que bien. Un diez para ellos, y un 9’3 para nosotros que es lo que nos puso el profe (:

¡Qué buenos recuerdos me trae este lugar! No deja de ser un simple local amplio y lleno de frías máquinas de fotocopias, escáners, ordenadores y demás. Pero le tengo especial simpatía porque fue aquí donde, desde un disquete de aquella de época mía de universitaria (sí, hablo del 3 ½ A), me imprimieron mi primer poemario. Eso sí, en blanco y negro, porque ¡en color salía carísimo!
En cierto modo, no mucho ha cambiado desde entonces. Los simpáticos y amables dependientes siguen siendo los mismos, el local sigue siendo iluminado y con la misma disposición y, sobre todo, gran eficiencia y buena atención. Además, es un lugar que me ha salvado el pellejo varias veces cuando no tenía otro lugar donde hacerme ciertas fotocopias o impresiones.
Si además deseas también encuadernar algún trabajo, realizar alguna plastificación, o incluso alguna reducción, has de saber que son servicios que también se prestan aquí.
En fin, la nostalgia de mi época de estudiante se hace patente cuando visito lugares como éste, desde luego… Pero me alegra ver que, después de todo, ellos siguen ahí. ¡Y no me sorprende!

En mi primer año de universidad, más perdida que un hdp el día del padre como dice mucho un amigo mío, aquel mundo de adultos al que me había arrojado mi mayoría de edad (no diré que repentinamente porque llevaba 17 años avisándome) creo que sólo me faltaba la boina y la gallina para rodar una creíble secuela:“la universidad no es para mí“
Me sorprendió mucho que las fotocopias no se repartieran en clase, como en el instituto (bendita ignorancia que no me dejaba ver la dificultad de hacerlo con tal cantidad de material y para tanta gente) Lo que por lo visto no era tan normal era que los profesores, en lugar de remitirte a la propia reprografía del centro, te remitieran a Aries para recoger el temario fotocopiado. Las fotocopias costaban lo mismo, sólo que había que salir a la calle, cosa que a veces tampoco venía nada mal para oxigenarse y desconectar.
Aries es un centro de reprografía con varias máquinas y varias personas trabajando. Los avances tecnológicos y la renovación de los equipos se da de forma más habitual. Los cambios a mejor llegan antes.
Allí descubrimos las primeras fotocopias en color, mejor aún, las fotocopias en color de fotos de carnet, con papel de calidad de foto. Te fotocopian lo que les pidas siempre dentro de lo legalmente aceptable, es decir, uso propio e investigación. Si no te lo hacen en el acto, te dicen cuando podráss pasar a recogerlo. También encuadernan trabajos, hacen apliaciones, reducciones… vamos, todo lo que se esperaba de ellos.
La última vez que fui me llevé una pequeña decepción; te cobran la apertura del dispositivo de datos, y no es ninguna broma, era algo más de 1 €. Así que si estoy por la zona, cuando necesito fotocopias vuelvo a los amorosos brazos de la universidad.
No sé si habrán eliminado ya la tasa de apertura del dispositivo. Tendré que pasarme por allí para ver si lo han hecho y tal vez recomenzar de nuevo. Si no es así, por lo menos recordaré viejos tiempos.