En la Calle Guadalquivir hay una tienda de cuadros muy discreta, que apenas se ve si no te fijas, pero que guarda grandes obras de arte dentro. A priori la decoración es demasiado modernista, y puede dar la impresión de que solo se venden cosas para gente extremadamente actual, pero nada más lejos de la realidad: hay todo tipo de cuadros y objetios de decoración que se pueden adaptar a cualquier tipo de estilo(exceptuando los más clásicos, claro) y aportan un toque muy original y novedoso a cualquier casa. Además el chico que hay allí suele atenderte muy bien y no te intenta meter nada por los ojos: deja que seas tú quien acople lo que ve en la tienda a lo que tienes en casa.