Bimoto

Esta tienda tiene un punto buenísimo: la cantidad y variedad –y ofertas– de equipamiento para moteros; y uno malísimo: la atención por parte del dueño. Como te atienda él y necesites asesoramiento, mejor vete. Aunque a veces tiene el día bueno y está amable, pero no suele ser el caso.
Los dependientes van yendo y viniendo, y muchos de ellos te ayudan a la elección del equipamiento que necesitas, si es que no lo tienes claro. Pero lo mejor de esta tienda es ir ya con la idea en mente de qué quieres, comprarlo e irte. No le doy más estrellas porque para mí el trato al cliente cuenta tanto como los productos y la calidad de los mismos.
¿Buscas un casco? Da igual el que sea, en Bimoto lo tendrán. Y si no te lo conseguirán. Hay ofertas de todo tipo; si vas con dinero a la tienda es difícil que salgas sin algo que te acomode, porque tienen de todo. Y de todas las marcas más reconocidas.
Aparte de casco también tienen equipamiento textil para mujer y caballero –guantes, chaquetas, pantalones…– y algunos accesorios y recambios para la moto –cepos tipo pinza para el disco, pitones, baterías… – . En fin, cualquier cosa que puedas necesitar para salir de un apuro.

Desconozco como se lo montan los señores de Bimoto para proveerse de material tan diverso, normalmente bueno y barato, pero lo cierto es que los «moteros» sin preferencias de marca y en busca de gangas tienen aquí una parada obligatoria.
Aquí tienen de todo. Trajes, cascos, medidas de seguridad y hasta aceite dos tiempos. Y de las mejores marcas: Dainese, Arai, Caberg o Castrol. La tienda no está desastrada para la cantidad de material que se acumula en ella, aunque los que nos mareamos en los grandes almacenes sufrimos entre tanto artículo y esa profusión de carteles fosforescentes anunciando descuentos y oportunidades únicas.
Un clásico que no pierde fuerza.

Nunca había visto una tienda de motos tan barata, incluso más que Prieto Accesorios Outlet. Lo único que no tiene descuento en esta tienda creo que es el propio dueño.
Cascos, monos, guantes, gafas de moto, pitones, cadenas, intermitentes, baterias, tubos de escape, puños calefactables, aceite de motor, retrovisores, todo con descuento.
Su escaparate parece que en lugar de vender artículos de moto, venda post-​its, porque está repleto de precios y porcentajes de descuento.
No hay mucho más que decir de esta tienda. Quizás decir que el dueño tiene un poco de mala leche y que los artículos que vende son casi todos de marcas reconocidas. Como por ejemplo Arai, Dainese, Castrol, AGV, Akrapovic o Arrow.
Yo andaba buscando un pitón y me lo he llevado sin pensarlo. 12 euritos y para casa con la bici, que ahora está más segura.

Conozco esta tienda desde tiempos inmemoriales, desde que iba con una vespino recorriendo toda la ciudad de Valencia en busca de aventura, y pasaba mucho por delante de esta tienda. Un día, como soy así de despistado, perdí las llaves de mi pitón, por suerte estaba en casa y no estaba enganchada a la rueda. Esa tarde tenía que ir a una callecita adyacente a Pérez Galdós…
Y pensé: «ya está, voy al bimoto, y entro a preguntar» y eso hice, entré, vi sus estupendos precios y me compré un buen pitón por muy poco dinero…
De esto hace ya más de 7 años… Hasta que la semana pasada, iba yo de nuevo por Valencia a gran velocidad, no tanta como con la vespino, y o tal vez sí, rodaba con mi Mendiz (bicicleta) y caí en la cuenta de que no había cogido el candado de la bici y que no la podía dejar en la calle, a no ser claro, que quisiera que alguien las sustrajese… y como iba por Pérez Galdós, para ver a una hermosa amiga, me acordé del Bimoto.
Hostias, qué dueño más desagradable, bueno, no sé si es el dueño, o un empleado, pero no me dejó ni entrar la bici, yo le expliqué lo que quería un pitón pequeñito para la bici, que se me había olvidado, y el tío gritándome que sacase la pu… bici de su tienda. Eso hice, saqué la bici, y a mi cuerpo con ella, evidentemente no volví a entrar, y me fui de nuevo rodando al encuentro de mi hermosa amiga, esa tarde, no entramos en ningún local, paseamos, los tres, ella, yo y mi Mendiz (la bici), evidentemente no podía dejarla por ahí, es mi amiga, la bici, y mi otra amiga, (humana) lo entendió, quizás se puso algo celosa, quien sabe, esta mujeres a veces… jjajajja, es broma, mi amiga sabe que no hay ninguna otra mujer a la que quiera tanto, me refiero a la Mendiz (la bicicleta) ajjajajajaj…
Barato pero muy mala baba la del dueño o empleado, qué sé yo…