Candilejas

Llegamos a comer tardisimo y nos atendieron de firma excelente. El camarero super atento, explicando con detalle los platos e incluso le pregunte la receta del flan de coco que estaba exquisito y diferente a los que habia probado

Otro de los bares-​restaurantes situados en la Avenida de les Corts Valencianes a la vera de la multitud de oficinas situadas en este barrio y del Hospital Arnau de Vilanova. El local está decorado con un estilo moderno. Dispone de terraza en la ancha acera. Puedes tomar cafés, aperitivos, almuerzos y menú de día.
Francamente no destacaría ningún apartado en concreto, pero cumple todas las facetas de manera satisfactoria. Tal vez destacaría que los menús diarios y los aperitivos están un poco más elaborados que los demás, pero sin encarecer el precio. La decoración también está muy cuidada y es muy agradable.
El servicio es amable y eficaz. Lo hace una opción muy válida para tomarlo en cuenta si estas por la zona o trabajas en ella.

Estoy encantada con la multitud de restaurantes y negocios nuevos que están abriendo en la zona, es que estaba toda la Avenida Cortes Valencianas tan apagada y sin vida que cada local que abren es una alegría.
Resulta que cada mañana mi madre se marcha a desayunar fuera y alguna vez que otra me voy con ella, imaginaros, he estado en todas las cafeterías de la zona y esta no iba a ser menos, además al día siguiente de abrirla ya estábamos allí.
Realmente el ambiente es de las personas que trabajan por la zona que me imagino que estarían deseando más lugares donde poder desayunar antes de entrar a trabajar.
Lo que más me gusta de todo es que local que ponen, local que me sorprende por su diseño, elegancia y buen gusto; con sus toldos negros y el nombre del negocio en letras blancas, una máquina y cenicero en la parte exterior (donde debe estar !!), lámparas colgantes en la barra con la pantalla negra y en un tamaño mediano, una parte de la pared con papel negro y dibujos de flores rosas, el mostrador blanco y negro con un diseño divino (algunos clientes comen ahí mismo).
Al entrar por la puerta, lo primero que vi fue un espejo con un marco plateado en la pared de la derecha y enfrente de mí, al final, unas escaleras que deben subir a un piso de arriba que no conozco, pero conoceré.
Nuestras tostadas estaban en su punto, mientras las comía me fije en lo bonitas que eran las butacas de la barra en metal y piel naranja, que juego de contrastes y colores, me entretengo más mirando estos locales que en una feria de decoración!