Depiline

Leí sobre este local hace unas semanas y desde ahí, he querido probarlo.
El local está ubicado cerquita del Mercado de Colón en una esquina, la verdad que es fácilmente localizable por su toldo naranja.
El local parece bastante nuevo, y está muy buen cuidado. Tiene distintas cabinas de depilado, ya que hay varias chicas atendiendo a la vez.
No hace falta que pidas cita, aunque si vas y hay cola, puedes coger turno en una maquinita como la de las carnicerías.
Hacen depilación a cera y a láser, manicuras, exfoliaciones, etc. Y todo por un precio más que razonable.
En mi caso fue depilación a cera de brazos y labio superior, por tan sólo 10’85 € además de buen precio y buena atención, no te da tiempo a enterarte de los tirones. Se nota la gran profesionalidad y experiencia de estas chicas, además de después masajear la zona depilada con una esencia de hammamelis calmante que te deja como nueva.
Un sitio al que volveré sin dudarlo, por sus precios, amabilidad y por lo bien que te dejan.

La primera vez tardaron 15 minutos en atenderme.
La segunda, fui a por una cosa a 15 minutos de cierre (es cobrarmelo y ya) pero me dijeron que estaban cerrados y se encogieron de hombros.
Por fb, tras exponerles mi problema y no ofrecer ninguna disculpa, me bloquean.
Por suerte he encontrado todo lo que necesitaba sin recurrir a depiline.
Gracias depiline, una vez más, por vuestra profesionalidad.

Mi primera experiencia en este local dejó mucho que desear, pero decidí darle una segunda oportunidad. Y bien, rectificar es de sabios, y un mal día lo tiene cualquiera, así que allá va una pequeña actualización de la reseña.
Volví un par de veces más a ver a las chicas de Depiline, el sistema de ticket sigue siendo el mismo, va por turno, quien llegue antes pasa antes. No se puede reservar.
Las dos últimas veces que he estado no tuve que esperar casi, porque no había nada de gente, «por suerte».
Me atendieron de manera correcta, mucho mejor que la primera vez.
Profesionales en todo momento, y muy amables. Se preocupaban por saber si me gustaba el resultado, preguntándome varias veces si me gustaba más de una manera o de otra.
Quedé muy satisfecha del resultado y todo a muy pero que muy buen precio.
Así, sí, que da gusto!

Muy rápido y profesional. Funciona sin turno, así que depende de la gente que pilles delante que te cojan antes o después. Precio económico pero se delimita mucha la zona (no se regala nada). Recomendable.

Abrirte de patas delante de una persona desconocida no es fácil.
Es por esto que AMO profundamente este centro de depilación. En realidad mi hallazgo tuvo lugar cuando vivía en Castellón, pero cuando descubrí que en Valencia también había un local, casi se me desmayan las ingles de la emoción.
Es un sitio donde todo es tan perfecto que no puedes creértelo. Y encima, insisto, en un tema delicado como es la depilación.
— Es barato. Muuuuy barato para lo que hacen, comparado con la media de precios.
— No hace falta reservar hora. De hecho, no hay posibilidad, te cogen al momento. Nunca me ha tocado hacer cola, entras enseguida.
— La chica es súper agradable y simpática. Sí, hay varias y cada vez te toca una, pero es que son todas igual de majas. Y muy profesionales. Les puedes preguntar tranquilamente todas las dudas que tengas sobre el tema y a nada hacen caras raras (que yo he ido a cada una que me ha mirado como si le estuviera pidiendo cosas nazis).
— Es muy apañao. El local no es muy grande pero está todo limpísimo y arregladísimo. Y, sin embargo, no da ese efecto de clínica aséptica y fría que hay por ahí: no hay nada blanco, es más, es todo de colorines.
— Depilan muy bien. Pero esto es básico, lo hacen todos, ¿no? Pues no.
— Y, para mí, lo mejor: en menos de media hora estás liberada de pelos de pies a cabeza.
Y encima, al terminar te dan un súper masaje hidratante y luego hasta te acompañan y sujetan la puerta. ¡Ay, de repente me apetece depilarme!