A la Guindi le encanta descubrir nuevos bares buenos, bonitos y baratos en el barrio. En el Rincón de Merche se almuerza de categoría. Los tamaños son interesantes y la atención al público es cercana y bien simpática. ¡Está todo buenísimo! Cuenta con una terracita donde te puedes aburrir de ver la panza a la cantidad de aviones que pasan por encima. Eso sí, es bastante tranquila, porque está al principio del último tramo de la calle Isla Cabrera, cuando ya muere en las vías. Dentro, la barra a la izquierda, y unas cuantas mesas siempre a rebosar. Tienen menú y hacen diferentes actividades.