Gulliver

Una pasada de atracción, visita obligada si estas con niños cerca, incluso preadolescentes.
Si el ayuntamiento lo cuidase mas pintando las rampas para que resbalen mas y se restaurase la miniatura de valencia que había dentro, 5 estrellas.

Tengo casi 30 años y si me dejaran me pasaría en el Gulliver todos los domingos por la mañana. Es verdad que el parque ya tiene sus años pero sólo el recuerdo de cuando fui con el colegio y nos pasamos allí una tarde de tobogán en tobogán ya hace que valga la pena acercarse. Alguna vez paseando cerca he querido entrar y nada, que mi novia no me deja.
El parque es básicamente una escultura del gigante Gulliver a tamaño real diseñada de forma que mucha de su ropa forma toboganes, así que te puedes subir a este gigante tumbado y deslizarte hasta el suelo, y volver a empezar. Divertido es poco.
Al menos los fines de semana la entrada es libre aunque el recinto está vallado para que los niños puedan estar mas o menos controlados (si se puede controlar a un niño en un sitio así) por lo que si tienes hijos merendar o pasar una mañana jugando en el Gulliver es un planazo. Y si tienes 30 años también.

El Parque Gulliver ha sido diseñado para disfrutar como un niño, lo seas o no. Y sólo hay que ver las caras de los adultos cuando se deslizan por los toboganes, no pueden dejar de sonreír. Es cierto que cuando eres padre te cambia la perspectiva del peligro y lo que antes te parecía divertido ahora, trepando por las perneras del gigante, te puede parecer «acojonante». Y es así, sobre todo si tu hijo es un intrépido de tres años sin miedo a nada. Pero en cualquier caso este parque te devuelve a la infancia, esa en la que no había parques como este del que poder disfrutar, pero ahora sí, aunque sea con la excusa de un hijo, sobrino o nieto. Porque este parque no tiene edad, bueno, mínima recomendaría los tres años y máxima lo que tu forma física te de de sí.
Considero que está bastante bien cuidado para el ajetreo que soporta. Actualmente la entrada es gratuita. Hay monitores, un vigilante de seguridad, baños públicos (todo lo limpios que se pueden mantener con tanta afluencia de gente), máquina expendedoras a la entrada, un bar en las inmediaciones y dentro del recinto hay bastante zona de sombra para los espectadores. Cuando hace calor es insoportable estar trepando por el Gulliver porque el sol le da de pleno, así que en verano mejor ir cuando el calor empieza a dar una tregua.
Finalmente haría dos recomendaciones: una, repasar el pulido de algunos toboganes porque no deslizan bien y dos, dejar un día a la semana SÓLO PARA ADULTOS ;-))

Took the city sightseeing tour bus to stop 10 on the Marina loop, was just about a 5 minute walk from gulliver. Awesome structure, me and my 5 year old had a blast. Was too advanced for my 3 year old who luckily was napping at the time. Some slides were a bit too hot, as there is not really any shade, grabbed a well deserved ice cream on the way out and had a great walk in the park on the way out. Highly recommend, but would avoid the heat of the day.

Recuerdo de pequeño la apertura de esta atracción infantil en Valencia, cuando nos llevaban en bus desde el cole a los cuarenta de la clase (EGB, eran otros tiempos…) y volvíamos a casa agotados, felices y con los pantalones destrozados. Hoy de nuevo veo un sitio abarrotado de enanos pasándolo genial, de papas y mamas pasándolo mejor, en un entorno fantástico como es el del Viejo Cauce y además con ese tiempo excelente que suele ser habitual en el Cap i Casal. No creo que se pueda pedir mucho más, el Gulliver es uno de esos sitios donde obtienes una de las cosas más valiosas de la vida: la sonrisa de un niño.
Muchos años después el Gulliver me da la bienvenida, esta vez en el papel de papi, y otra vez vuelvo a casa agotado (de perseguir al niño), feliz (de ver lo bien que lo ha pasado), y gracias a Dios con mis pantalones y los suyos en buen estado.

¿Quién no ha oído el cuento infantil de Los viajes de Gulliver?
Esa es la historia dónde Gulliver emprende uno de sus viajes, y acaba en Liliput (un lugar dónde él es un gigante y se ve rodeado de diminutas personas que cuidan de él). ¿Porqué digo esto? Pues porque es así como te sientes al entrar al parque de Gulliver.
El recinto está junto a la Ciudad de las Artes y las Ciencias, en un principio, era un parque cerrado dónde pagabas por entrar, pero ya no se paga!
Pues al acceder, ves a un gigante tumbado en el suelo y te sientes como esos liliputienses cuando descubrieron a Gulliver. Pero es mejor aún! Este Gulliver es un conjunto de actividades que son divertidisimas para los más pequeños!
Cuando era pequeña lo visité muchas veces y me encantaba, era uno de mis momentos favoritos de la semana! Toboganes, cuerdas, rampas, niñ@s… Y sí, me ponía hasta arriba de polvo y suciedad pero eso no me importaba!
Actualmente, es igual aunque es GRATIS y el mantenimiento no sé cómo está. Pero dispone de una zona con mesas y bancos para los papis, cafetería y maquinas expendedoras. También hay WC, y no están mal.
Pese al paso del tiempo, este parque sigue acogiendo a multitud de pequeñajos que lo pasan en grande!

Que divertido es este parque. Me encanta y me trae unos recuerdos de mi infancia inolvidables. Eso si, la de pantalones q se me habran roto en esos toboganes jajajaj

La verdad es que cuando voy allí mi cabeza se llena de recuerdos, especialmente del primer día que fui pues cuando lo inauguraron fue todo un acontecimiento. Ahora, después de unos cuantos años, parece que nada haya cambiado en este inmenso monumento-​parque infantil. Los niños ahora son nuestros hijos, sobrinos, etcétera pero yo me sigo sintiendo pequeña cuando paso por allí. Aunque me he dado cuenta que, como parque, mejor a partir de los 3 años en adelante porque para niños muy pequeñitos, como yo pretendía hacer hoy, es bastante peligroso.

Mi infancia hecha parque. Genial para los peques pero aún más divertido para los adultos. El mejor sitio para jugar con tus hijos y que os divirtáis a partes iguales.

Lloc ideal per a passar l’estona amb esls nanos i on segur acabaras tirant-​te per algun dels seus tobogans, creman-​te el cul i és possible que amb algun colp … però que nassos, disfrutant com un nano.
Lugar ideal para pasar el rato con los críos y donde seguro acabaras tirándote por alguno de sus toboganes, quemarte el culo y es posible que con algún golpe … pero que narices, disfrutando como un enano

Recuerdo de mi infancia. El colegio nos trajo desde Albatera (Alicante) de excursión a esta maravilla valenciana. Un viaje algo largo para unos toboganes, pero es que merece la pena con creces. Es uno de los puntos de referencia de la ciudad, sobre todo si eres niño, o padre. Un gigante con toboganes por todo su cuerpo. Inmejorable idea. No os voy a dar más datos, solo recuerdos de mi dia en Gulliver:
Carreras, toboganes, agujeros en los pantalones, quemazones en las rodillas, sudor, risas, niños, bullicio, diversión, sombra, sol, fotos, más risas, más diversión.
Si traes a tus hijos a este parque, no olvides ponerles unos buenos pantalones vaqueros y protégele los codos para que no se los queme. Es una pena que no esté conservado todo lo bien que debería, pero aun así es un enclave precioso.

A pesar de los años que tiene y la manita de pintura que necesita, este parque infantil dispuesto en el cauce del Turia por el Ayuntamiento todavía tiene su encanto, imaginad cuando le den la lavada de cara y cuerpo que le toca desde hace un tiempo. Se trata de la carismática figura del personaje del cuento de Swift: el gigante Gulliver, construido en enormes dimensiones (más de 70 metros de longitud) por un arquitecto y un maestro fallero para que los pequeños salten en sus piernas, se tiren en tobogán por su nariz y cuelguen de cuerdas por sus rodillas, tal y como los liliputienses de la historia.
La primera vez que lo vi me impactó la gran idea, hoy me sigue encantando pero las cosas hay que mantenerlas y no sé si es que nos cuesta mucho aprender a usar las cosas públicas (se paga una pequeña cantidad en la entrada) o que nunca lo haremos, pero me da mucha pena que no se traten las cosas con respeto. Voy mucho al río a correr y siempre que paso por delante veo niños arriba y abajo corriendo para subirse a su pelo o esconderse entre sus dedos. Recuerdo con cariño haber ido a jugar de pequeña alguna vez con las amigas del cole y era una chulada. El escondite en el Gulliver tiene el plus de poderte meter entre las orejas, los pies y manos de un auténtico gigante y eso no lo pueden decir muchos niños. Espero que sepamos conservarlo y que algún día mis hijos también lo disfruten.

Una atracción para niños de lo más original. Este enorme hombretón situado en el parque que hoy ocupa el antiguo cauce del Turia, hace que pequeños y mayores se sientan verdaderos liliputienses a su lado.
Los niños se lo pasan pipa bajando por sus toboganes y trepando por las cuerdas que tiene el muñeco.
Para sacar el niño que todos llevamos dentro.

This place is amazing!!! There is no shade for the actual play structure, which is HUGE, your children will have to come early or play late, even though I did the opposite and took the kids late morning and we were melting!
Even though Gulliver has been opened for around 20 years, it is in great condition. I had to ask because it looked like it was 8 years old from its wear and tear.
Why it does not get 5 stars is due to its inappropriate bathroom signs which I shall post later.
I would like to see more seating, perhaps under the shade would be smart? And more picnic tables, this could be a great idea for a birthday party or small picnic but there are no tables or benches to go with them. And a water fountain would be plain smart to add.

Y cada vez que paso con mi madre por ahí, me dice: «Ays hija, cuantos pantalones te has roto ahí». Y si tan verdad es como lo dice.
Y es que el Gulliver es un lugar para correr, tirarte por el suelo, por los toboganes, y para disfrutar cuando eres niño y cuando no eres tan niño.
Se encuentra en el antiguo cauce del río Turia, una explanada enorme donde hay desde terrazas para poder tomar algo, como sitios como el Gulliver para que los peques no paren de correr.
Y es que el Gulliver mamás, no es para ir con los niños de punta en blanco, es para que se tiren por el suelo.
Os invito a que sí, tenéis niños, primos, sobrinos, hijos de amigos, o vosotros mismos para recordar la infancia, vayáis al Gulliver os encantará.

In the past, they used to charge people to enter the world of Gulliver as the Lilliputians (remember the little people in Gulliver’s Travels?) but now, it’s free! I’m always a fan of trying something that’s free and this was definitely worth my time. It’s adorable to see the screaming children running around, getting into mischief, and making memories in and on the giant Gulliver. If you have a child or you’re a child at heart, Gulliver is a must stop location along the Jardi del Riu Turia.
To maximize your turns for sliding and climbing, it’s best not to go on the weekends or the peak hours of the afternoon. But the kids like to socialize and make new friends, so if you go at that time your children will definitely have new friends by the end of your trip. Also, I always bring a towel for faster sliding! That way you don’t scuff your pants or legs on the well worn slides.
Other than that, go and have fun! You can easily spend an hour in the park, so in the summer it’s best to bring some snacks. If you forget, there’s plenty of vendors nearby wiling to sell you what you need (vending machines, too!)

¡Uuuuf, cuántas veces habré venido a divertirme a este grande y original muñeco-​parque durante mi infancia y adolescencia, sintiéndome como una liliputiense al lado de ese Gulliver gigante, tirado en el suelo inconsciente! Pues casi tantas como granitos de arena tiene el mar, seguramente.
Pero lo más bonito de todo es que incluso a día de hoy sigo yendo… ¡pero esta vez con mi hijo! Y por supuesto, él se lo pasa fenomenal tirándose conmigo por esos grandes toboganes y trepando agarrado de mi mano por los diferentes tipos de escaleras y cuerdas que el muñeco-​parque posee, hasta que al final ambos quedamos exhaustos y con la agradable sensación de habernos matado a hacer ejercicio y a quemar calorías (bueno, eso más bien yo; él no creo que piense así todavía…).
En fin, la cuestión es que este parque es uno de los más atractivos, divertidos y originales de la ciudad, y siempre lo recomiendo para ir con niños que de verdad deseen pasar un buen rato. Como he dicho, es grande y variado, con muchas escaleras y formas diferentes de trepar por el gigantesco muñeco, además de una gran variedad de toboganes, algunos más comunes (como los que conforman el pelo del muñeco) y otros ya más arriesgados, resbaladizos, largos o empinados (que normalmente suelen ser los que forman los pliegues de la ropa; hay uno en concreto que siempre está lleno de gente, ¡y no me extraña! Es el más resbaladizo y largo de todos).
A mí personalmente también me encanta uno que es curvo, como si de escalera de caracol se tratase.
Por otro lado, puedes disfrutar de unas vistas amplias desde la parte más alta del mirador que hay allí también dentro del recinto (aunque, si tienes vértigo, ten cuidado al subir por las escaleras, porque se ve todo lo de abajo), y también te lo puedes pasar genial simplemente corriendo con tu nene por el suelo totalmente lleno de piedras, sobre el cual se halla el muñeco (eso sí: cuidado aquí también con los «bestiecillas» que se dedican a jugar tirándose las piedras precisamente).
En fin, que es un lugar en el que podemos disfrutar toda la familia, tanto los niños como los mayores, sin sentir la vergüenza que potencialmente pueda darnos el hecho de que nos vean disfrutando como niños en la caída de un tobogán.
¡Y es que cuando tienes un nene se te abren muchas puertas para volver a sacar de nuevo el deseado niño que tú también tienes dentro aún, pero que tontamente te empeñas en reprimir!

Me encanta el Gulliver, pero lo mejor de todo es que a los niños les encanta.
Gulliver, tumbado en el suelo, tal y como se lo encontraron los liliputienses y tal y como te lo vas a encontrar tú. Eso sí, como un queso gruyère por todos los toboganes que atraviesan y recorren su cuerpo, pero Gulliver al fin y al cabo.
Hacía años que no había estado y se me ocurrió ir el verano pasado a la hora que abrían, por la tarde. Un día de julio, muchos grados… calor.
Efectivamente fue un error ir a esa hora, porque:
el sol pegaba fuerte y algunos toboganes ardían. Por lo que, los peques no se podían montar en todo y se agotaron muy pronto.
Pero hay muchas más horas para ir y muchos meses al año, así que, recomiendo que cuando vayas:
–no lleves falda; yo llevaba y me quemé el culo, pero no sólo porque ardía el tobogán. Todo aquel que se vaya a tirar por los toboganes que lleve pantalones largos si es posible (frescos en verano)
–crema con protección solar y mucha agua (si es verano)

¿Qué levante la mano aquel valenciano que haya ido con el colegio al Gullivert?
Si hiciésemos una macro-​encuesta con ésta única pregunta, los resultados serían 800.440 mil manos levantadas y 5.000 agachadas, y porque siempre existe eso que llaman error muestral, porque es imposible no haber visitado el Parque Gullivert viviendo en Valencia.
Se encuentra en el antiguo cauce del río Turia, todos los niños han ido allí de excursión y de seguro se lo han pasado en grande, o al menos, eso me pasaba a mí cada vez que íbamos con el colegio.
Es un parque de toboganes que conforman la figura del gigante Gullivert mientras los liliputienses lo tenían capturado. A parte de lo impresionante que es la figura de 70 metros del mítico personaje de Jonathan Switf la sensación que se crea al estar los niños jugando a su alrededor es como la del propio cuento con sus liliputienses.
La figura se puede apreciar en todo su esplendor desde una torre elevada que está dentro del parque. Los cabellos, los pantalones, los flecos de la chaqueta e incluso las solapas de la misma se convierten en un mar de toboganes, cuerdas y escaleras listos para el disfrute de los más pequeños.
Es un sitio ideal para los niños y sus padres, ya que a parte de la diversión es un buen sitio para pasar el día rodeado de carcajadas y naturaleza.
Mi consejo a todo aquel que se acerque a Valencia con sus hijos es que lo visite. Que rememore aquel magnifico cuento, que ría y juegue, pero sobre todo que lleve unos buenos pantalones vaqueros si no quiere acabar con el culo rojo como el de un mandril. Las rampas rascan un poquito.

El Parque de Gulliver es un lugar curioso que se ubica en el centro del Jardín del Turia a la altura de su tramo XII (en el paseo de la Alameda). Se trata de un parque infantil construido sobre la figura enorme del mítico viajero Gulliver, de la novela de Jonathan Swift. El descomunal tamaño de la construcción configura una graciosa recreación de la aventura del personaje en Lilliput, ya que tú quedas convertido en un enano que recorre el cuerpo inmenso de un gigante.
Es una atracción de uso exclusivamente infantil, donde los padres pueden llevar a sus hijos para que pasen un buen rato deslizándose por los toboganes que nacen del cabello de Gulliver o sus vestimentas. O subiéndose aquí y allá por toda su maltrecha anatomía.
No es en absoluto peligroso, aunque puedo avisar por experiencia de que los pantalones que utilice el niño para lanzarse por las rampas no volverán enteros a casa (se rasgan).

Este sitio debería ser una parada obligatoria para todos los niños de Valencia. De pequeña fui un montón de veces y siempre me lo pasaba en grande. Era emocionante ver a un gigante como Guilliver acostado boca arriba y lleno de toboganes y rincones donde jugar. Cada vez que paso por enfrente de este parque me quedo un rato mirando a los niños, y es que, de verdad, da gusto ver cómo disfrutan.
Es un espacio enorme, y de pequeña todo parecía más grande aún. Recuerdo que hasta me ponía nerviosa conforme llegábamos y durante la cola para entrar.
Al lado del cuerpo está el sombrero de Gulliver que, cuando era pequeña, estaba lleno de pelotas de plástico para jugar también ahí dentro. La última vez que pasé por allí y me puse a curiosear estaba vacío, no sé si era algo temporal o que ya cerraron esa atracción.
Ahora la entrada es gratuita y el horario muy amplio: de 10 de la mañana a 8 de la tarde.
En serio, si tenéis niños a vuestro alrededor, no dudéis en llevarlos al parque de Gulliver. Eso sí, con los vaqueros más gruesos que tengáis.

Un parque situado en el cauce del rio Turia, el cual hace mencion a su nombre precisamente por la forma (vista desde el aire) del famoso personaje de Jonathan Swift, en el periodo en el que Gulliver es un gigante en Liliput.
El parque tiene numerosos toboganes, aprovechando las formas de ropa, manos y calzado de Gulliver. Por los alrededores esta vallado, precisamente para evitar las visitas de gamberros que puedan estropear alguna de las instalaciones. Disponemos de varias cuerdas y mallas de cuerdas, para poder subir por varios sitios. Tambien hay unas escaleras por las que llegamos a la parte mas alta del monumento en si.
Aunque el parque es divertido, los mas pequeños deben ir acompañados de sus padres, debido a que hay ciertos lugares de la estructura que, aunque no estan a una altura excesiva, si que suponen un riesgo al no haber ninguna barandilla o elemento protector para evitar caidas.
El parque esta vigilado por un guardia jurado, y disponemos de servicios, cambiador para los mas peques, y tambien una enfermeria por si tenemos algun accidente.
La entrada es libre, y ademas tenemos en el exterior del parque maquinas expendedoras por si a los niños les apetece un helado o refresco.

Situado en el antiguo cauce del río Turia, y muy cerca de la Ciudad de las Artes y de las Ciencias, se encuentra el parque de Gulliver.
Video link:

If you fancy a stroll through the old river bed running through Valenicia, you will caome across parque de Gulliver. It is ideal for kids, and those that are young at heart!

witzig! da haben die den gulliver riesengroß auf den boden gelegt und die kinder –nebst den erwachsenen natürlich– dürfen auf ihm herumklettern oder runterrutschen.