Kilim

They made a mistake with the order and it was a lot of work to have them correct it. They expected us just to take the item even though it wasn’t what we ordered. We’re vegetarians so we clearly didn’t order the kebob wrap. All this would have been forgiven if the food was good but it was a soggy, disgusting mess. We had the falafel. The worst falafel we’ve had in the states was better than this. Not good at all :(

Cena rápida, sí!!! para ti que tienes prisa y no te importa mucho la los sabores…
Para salir del paso

Bön kebab à des prix corrects et il est possible de s’asseoir dehors en terrasse.

Este sitio es uno de los primeros en ponerse en Valencia en lo que te podías comer un kebab y además en un sitio céntrico, es uno de los puntos clave que tiene, que se encuentra enfrente del cine y puedes ir al salir de una peli.
La última vez que fui me decepcioné un poco, puesto que desde la última vez los kebabs no estaban tan buenos y eran más pequeños aparte de tener que aguantar la aglomeración de gente en la terraza, tanto de gente que pasa como la que esta comiendo también, tanto que para las camareras es más importante servir rápido lo que pides antes que otra cosa.
Se ha convertido en un sitio para comer un kebab del montón y ha perdido el encanto que tenía al principio, tanto por cosas externas (aglomeración de gente) como internas (la calidad ha bajado bastante).
Positivo: Centrico y salva de un apuro.
Negativo: Aglomeración de gente tanto pasando como sentada, atención no muy esmerada.

Bueno, bonito y barato.
Casi siempre pido lo mismo, un durum de falafel, sin col morada y con queso. Para beber un ayran (yogurt líquido con zumo de limón y sal).
Siempre está igual de bueno.
Acostumbro a pedir para llevar, no sé porqué, pero para cenar ahí tardan mucho, mucho en servir…
Nino siempre los pide con carne y dice que están muy bueno.
Así que eso, tienes prisa por comer algo y estás por la plaza del ayuntamiento? ëste es tu sitio! :)

This place was amazing! So cheap and delicious! This was my husbands favorite place to eat when he lived near valencia when he was studying abroad.
He dreamt about this place so when we decided to visit Valencia, we had to stop by! It was everything he remembered it to be, and was not over hyped bc i inhaled my food

El primer kebap que me comí en valencia fue en el Kilim y fue una verdadera revolución.
Durante años me mantuve fiel, pero luego al ampliar la oferta de kebaps fui probando diferentes lugares, pero hoy después de mucho tiempo he vuelto y me gusta tanto cómo antes.
Está ubicado en un sitio genial, en calle Ruzafa, muy cerquita del ayuntamiento. El local, con una planta superior te permite comer dentro o en las mesas que tienen en la terraza.
Recomendación: no ir a las horas en las que terminan en las sesiones de cine en el Lys, ya que el local se llena, dan números y se organiza un poco de caos, pero a la hora de comer está más despejadito.
La carta está bien, ya que ofrecen kebaps y durums (la versión enrollada) pero además puedes probar otros platos como el falafel o los bastoncitos rellenos de queso.
En general la comida está buena y las raciones son dignas, lo que más me gusta de este sitio es que a pesar de ser un kebap de buen tamaño y sabroso, no resulta pesado ni sienta mal (yo que soy delicadita de estómago lo agradezco), si no que resulta suave ya que no le añaden picante, eso sí, para los valientes (e insensatos) hay un bote de salsa picante en la barra esperando a encharcar tu kebap.
El fallo para mí, que se repite en muchos kebaps es que no admiten tarjeta de crédito, una comodidad que falta ya que hoy en día tiramos mucho del dinero de plástico y menos del efectivo.
¡Que lo disfrutéis!

Este comentario entiéndase como el de alguien a quien le encantan los kebabs, pero no entiende un pimiento de comida turca. Simplemente sé si lo que como me gusta o no; no tengo ni idea de si se elaboran siguiendo una receta tradicional, si son «verdaderos» kebab, o qué son. Y como de lo que hablaré es de si me gustan o no, adelanto: éstos me encantan.
El local me parece situado en un sitio adecuado; perfecto para poder ir a comer si vas al centro; vayas donde vayas está cerca, ya que está a un paso de la Plaza del Ayuntamiento. Está situado justo enfrente de los cines Lys, por lo que si se te hace un poquito tarde para comer, quizá no estés demasiado tranquilo si te sientas en la terraza. Hay que tener en cuenta también que está situado en una de las vías más frecuente de paso de la zona –aunque no la que más – , por tanto es importante la elección de comer en el interior o terraza, dependiendo de las fechas que sean y nuestra tolerancia al paso de personas.
El servicio es atento y, sobre todo, rápido. Poco más y te sirven la comida antes incluso de que sepas qué vas a pedir, por lo que si vas con prisa también es un sitio perfecto por el que pasarte.
Aunque en la carta predomina el tipo de comida rápida en su versión turca, también tienen disponibles otro tipo de platos y combinados turcos más elaborados, casi para todos los gustos. Las cantidades de todos sus platos son muy abundantes; y no exagero: si vas con hambre pásate por aquí y seguro que quedarás saciado.
En cuanto a la elección del kebab, aparte de decantarte por la carne de pollo o cordero, e independientemente del que elijas, incluso si es un menú, tienes la libertad de elección de las salsas y demás ingredientes que acompañan a la carne según tus preferencias, lo cual hace que sea accesible a todos los gustos.
Tienen unos precios muy competitivos, y además en relación calidad-​precio comparándolo con los locales turcos que hay alrededor también sale ganando. Se nota muchísimo el sabor de los condimentos, y las raciones de carne por cada kebab son igual de generosas que el tamaño del rollo terminado de preparar.

Modalidad encubierta de comida rápida en su versión turco-​libanesa (pero sólo kebab y aledaños) en cantidades sustanciosas y a precio conveniente (puedes cenar por 8 €).
No apta para todos los estómagos, y dan tan abundantes y salseados «döners» que uno acaba con la sensación de que debería ir de inmediato a casa a ducharse.
El punto lo tiene la terraza en la que impregnarse del incesante tumulto inmoderado que acude en tropel a los cines de delante y en la que se dan lugar verdaderos asaltos y rencillas en persecución de hueco en las mesas (por otra parte numerosas) y muchas prisas esclavas de las sesiones de las películas. Si ves cola en el exterior del local esquinero a la espera de mesa, ponte en la fila: conseguirás tu turno escrito en un pedazo de papel y, en breve, te procurarán una mesa.
El servicio es ágil y más que voluntarioso, pese a la numerosa clientela, aunque desprende a veces un poco de fatiga.
Mejor rehuir el interior del local: a poco que se llene, resulta demasiado bullicioso, a lo que contribuyen el apabullante trajín de los camareros a la barra. El comedor de la primera planta tampoco es aconsejable: tiene menos ángel que la compañía del alcantarillado, los músicos callejeros (un poco insoportables a veces) y el tumulto peatón que asedia la terraza.

Todo el mundo me ha vendido el Kilim, durante mucho tiempo, como el lugar donde preparan los mejores kebabs de Valencia. Yo, lo he dicho otras veces, no soy muy fan de este tipo de comida, no me sienta bien si tiene mucho condimento y, sobre todo, el picante me sienta como una bomba. Os podéis imaginar a qué me refiero.
Lo bueno de este local, eso sí lo reconozco, es que te dan completa libertad para elegir la salsa picante, si quieres mucha, poca, o nada, como suele ser mi caso. El kebab en sí no está mal: no es de los que me sientan como un tiro, cosa buena, es bastante grande para no quedarte con hambre… y bueno, su ubicación tiene cosas buenas y malas, claro. Las buenas es que su terraza es agradable y al estar en una vía peatonal el ruido lo provocan únicamente las personas, no estás rodeado de humos. Lo malo es precisamente que por eso lo encuentro más caro que otros kebabs, y también, debido a que está junto a los Lys, si coincide que llegas allí al finalizar una película de éxito puedes encontrarte con una auténtica marabunta.
Y, desde luego, coincido en la velocidad a la que sirven. Yo sería incapaz de enrrollar un kebab así, con ese arte y con todo lo que lleva, en tan poco tiempo. Menos capaz todavía sería de hacerlo 1000 veces al día. Solo de pensarlo…

Este kebap tiene dos cosas buenas: el tamaño de los rollos es bastante grande y en la barra, al recoger tu pedido, puedes añadirle el picante que quieras, que a diferencia de lo habitual no es salsa sino una especia roja. Y, aparte de esto, no le encuentro ninguna ventaja.
El local es pequeño y la entrada estrecha. Su estrategia es dar números para ir atendiendo a los pedidos, lo cual hace que toda esta gente se agolpe en la puerta, obstruyendo tanto a los trabajadores que sirven la terraza como a los nuevos clientes. El problema es que tampoco es que haya muchas opciones más; debido a su situación, como no te vayas a la acera de enfrente, te pongas donde te pongas molestas.
El espacio para tomar la comida allí está formado por la terraza, las mesas del fondo de la barra, y un piso superior con bancos de madera y techos bajos. Esto no estaría mal del todo si no fuera por el pequeño detalle de que el restaurante se encuentra en una de las calles más transitadas de la ciudad, que por si fuera poco, es peatonal. Es agobiante tanto si quieres tomarlo allí como para simplemente pedirlo, por lo que he explicado antes de las interminables colas que se forman. Si estas colas estuvieran justificadas por la calidad de la comida, aún lo entendería; pero es que tampoco es el caso, pues la afluencia se debe básicamente a su afortunada localización.
En cuando a los dürums, que es lo que he probado las veces que he ido, son bastante más caros de lo habitual –5 €-, aunque también más grandes. El problema es que la mayoría de las veces, más que el contenido, lo que es enorme es la pita, para mi gusto excesivamente gruesa y tan larga que hasta llegar a la carne has de comerte unos cuantos dobleces de pan.
Para un apuro, no está del todo mal. Pero desde luego, me llama mucho la atención que haya restaurantes turcos de barrio con enormes salones pocas veces llenos y éste, perteneciente a una cadena, haya elegido este local tan enano. Lo que hace conseguir un establecimiento en pleno centro…

kilim kebab es una franquicia, de los que hay en valencia este es el que mas me gusta, no solamente por una situacion mas centrica, sino por la decoracion interior del local, con fotografias antiguas de estambul, sobretodo del bosforo y un monton de ojos de medusa, un amuleto muy tipico de esa zona del mediterraneo.
la comida es la habitual en estos locales: kebab en sus multiples preparaciones, falafel, borek y las pizzas turcas.
la comida es mas sabrosa que en un monton de kebabs, muchos cercanos a este.
el precio depende de si es comida para llevar o no, pero por unos 10 – 11 euros se puede comer bien

Restaurante estilo fast-​food de döner kebap. Amplia variedad en kebaps (de pollo y de cordero) y platos de cocina turca en general.
Diferentes menús que incluyen bebida y patatas fritas, además de la posibilidad de elegir los ingredientes de tu kebap. Mesas en el interior y en terraza.
Al lado de los cines Lys.