En los últimos tiempos las tiendas de maquinas expendedoras o vending han proliferado en la ciudad como si fueran setas. Son muchas las que podemos ver en las esquinas de algunas calles, sobre todo en las zonas de fiesta, donde después de una buena merla son muy apetecibles. Muchas de estas maquinas están solas o son solamente de bebidas, pero no es caso de Kiosquet Obert, ya que dispone de 8 maquinas expendedoras y todas ellas funcionan. Tienen una maquina de cafés, dos de refrescos, una de comidas calientes y cuatro de snacks. La oferta es muy amplia y siempre que he sacado algo nunca he tenido que aporrear la maquina para recibir mi producto. Está claro que no es lo mismo que pedirse un café en el Starbucks o una pizza en el Vía Pizza, pero siempre te pueden sacar de un apuro a altas horas de la noche, cuando por la calle no hay más que avenidas vacías y mucha hambre. Nunca cierran, a no ser que se estropeen o no aciertes a meter la moneda.