La Nueva Panadería

Se trata de uno de los locales más grandes de esta serie de panaderías situada en la ciudad de Valencia. Este, en concreto, se encuentra en zona universitaria, y es un lugar elegante, teniendo en cuenta que es un horno, ¡ojo! donde se puede tomar sin preocupaciones cualquier cosa que adquieras, ya que tiene mesitas y un ambiente muy acogedor e incluso íntimo, a pesar de su tamaño.
El café es bueno, los productos de bollería no están mal, pero las chicas que atienden son de lo más agradable. A destacar las ensaimadas, que para mi gusto tienen la cantidad justa de azúcar, sin que les falte ni tengan ese invierno nuclear en el que se convierten a veces cuando quedan completamente cubiertas de blanco.
Un buen sitio para pasar las tardes, a ser posible en compañía, de una forma muy tranquila.

Tengo un gran recuerdo de este local porque aquí conocí a una persona que ha acabado siendo una gran amiga. Ella era y es fan de esta panadería-​cafetería así que, junto a un grupo de amigos quedamos para tomar un bollo y un café para merendar.
La primera vez me pilló fuera de juego y pedí un cortado y una napolitana de chocolate. Estaba muy bueno, pero no sabía que el verdadero motivo de ir allí era por el chocolate caliente. Una taza cremosa, pero sin empalagar, ideal para una tarde de ‘gota fría’ en Valencia. A la segunda, subsané mi error.
Ambiente muy agradable en esta Panadería que, curiosamente, es más una cafetería.

Con sólo mirar el escaparate, ya se nota que el sitio es elegante y atractivo, además de luminoso, con esos ventanales descomunales que tiene, y a lo largo de los cuales están dispuestas todas las mesas.
A este acogedor horno he acudido yo más de una vez a comprar botellas de agua, tras haberme dejado todo el sudor en las máquinas de ejercicios ubicadas en el parque de Albalat, justo enfrente del local. Y es cierto que me gusta comprarme allí las botellas de agua pues, aunque parezca mentira, salen más baratas y llevan más cantidad que en otros lugares.
Pero, por otro lado, como es lógico, no sólo son botellas de agua lo que uno puede encontrar allí. Como panadería-​horno con servicio de mesas que es, y con su maravilloso ambiente, resulta ser un lugar ideal para ir a desayunar o a merendar con los amigos y disfrutar de un cortado, de un té, de un zumo de naranja, de unas ensaimadas, de unas napolitanas, de unas empanadillas, de unos batidos, de bollería, o de cualquiera de los deliciosos manjares que se ven expuestos en las vitrinas del mostrador.
Y a todo esto, se le suman dos puntos más a favor de este local: el primero, que la atención de las chicas es fenomenal. Y el segundo, que hasta los cuartos de baño se ven también relativamente pulcros y bien cuidados. ¡Y eso es importante!