Lizarran

Aparecí un domingo a las cinco de la tarde para comer, no haya casi ningún local abierto por la zona. Fue precisamente el día del maratón de Valencia, por lo que muchos sitios o estaban cerrados o ya habían acabado saturados y sin material.
Desde que entré por la puerta fueron atenciones y mimos, todo eran palabras cercanas y me trataron genial. He de decir que iba bastante arreglada
Bueno, me dijeron que no tenían muchas cosas en cocina, pero que me podían preparar algo rápido. Yo tampoco quería molestar mucho a esas horas, y decidí tomar unos pocos pinchos que habían en barra. No había mucha variedad, pero escogí: queso de cabra con mermelada de arándanos, tortilla de patata con jamón (el jamón no estaba muy comestible, tierno y gordo) y pollo rebozado con mostaza y miel. De postre comí otro pincho de brownie, que no quería mucho postre, solo saciarme un poco de dulce, y estaba muy bueno.
Tres pinchos saldas, el postre y un agua creo que fue unos 7 – 8 euros. No es barato, pero para lo que buscaba no estuvo mal.
No había mucha agente así que el trato fue fenomenal, ya que de vez en cuando pasaban a preguntar si quería algo. Comí en 20 minutos, fui muy rápido que tenía que seguir trabajando.
He de admitir, que es el único local que he escrito una reseña y el dueño se ha puesto en contacto conmigo para agradecer el comentario y poder mejorar en las próximas ocasiones los pequeños defectos que pudieran haber surgido. Y esto es de admirar.

Cuando vienes aqui es cuando más cobra vida el típico refrán «el hombre es el único animal que tropieza con la misma piedra 20 veces» y así fue.
No era la primera vez que veníamos, pero sin dudar esta fue la peor de todas. Si sólo vienes por un para de cañas es tu lugar, pero si piensas comer o cenar mejor piensatelo dos veces.
Como bien decía esta vez nos aventuramos a pedir algo para un picoteo casual y ERROR, fueron los peores sartenes que he comido en mi vida, frío, muy hecho y patata fritas muy al estilo comida americana. Al tropezar con esto evidentemente no pedimos más nada que la cuenta.
¿Volver? NO