Martinot

Hasta ahora tenia muy buena valoración del restaurante. Lo visitado varios años para la celebración familiar del día de Navidad. Pero éste año me ha desilusionado totalmente. Tenia reserva para 11 personas pero una de ellas, dos dias antes, dió positivo en la PCR, y no pudo acompañarnos. LES HA DADO IGUAL, ME HAN COBRADO SU MENÚ: 40.- EUR. Es decir, que por haber añadido un puñado mas de arroz, pues los entrantes eran para compartir, así como los postres. Demencial..... era un día especia y no quise entrar a reclamar o discutir, y amargar la comida a la familia. Pero que sepan que han perdido un cliente, y las referencias que dé no seran buenas.....

Visite Valencia con unos amigos y me llevaron a comer a un restaurante algo escondido que me entusiasmo. Tienen gran cantidad de tipos de arroces melosos, paellas, fideua, mariscos… Nada mas llegar nos tomaron nota de las bebidas y para acompañarlas nos pusieron calabaza con tempura y pan tostado con alioli (de los mejores que he probado) y tomate rallado… una delicia.
Nos recomendaron probar el calamar de playa a la plancha, nos comentó la camarera que cada día ofrecen el marisco que compran fresco en la lonja, sin duda no defraudó. Seguidamente pedimos arroz meloso con roxo y paella de marisco, buenisimo todo
Pero si algo tengo que destacar de este lugar es la atención y el servicio impecable. La camarera no podía ser mas amable y atenta, estuvo todo el tiempo pendiente de nosotros, haciéndonos recomendaciones de los platos y pendiente de que estuviésemos agusto.
Otro añadido mas del lugar es que tiene terraza y aparcamiento.

Espectacular este restaurante. Soy asturiano y sé apreciar la buena comida, y he de decir que esto sí que es buena comida.
La paella está riquísima, no se quedan cortos es los platos, justo lo contrario. La calidad del marisco es indudable y el mimo con el que están hechos los platos tampoco.
Otro plato a destacar es el calamar a la plancha, con su aceite, perejil y tentáculos de pulpo.
Del postre no puedo decir nada ya que quedamos tan saciados que con los platos primeros fue suficiente.
Otro aspecto a destacar es el trato al cliente, sobre todo destacar el trato recibido por la chica, Esther me pareció entender que se llamaba, según oí cuando la llamó un compañero.
La próxima vez que vuelva a Valencia tengo claro que volveré a este magnífico restaurante.
Chapeau a los dueños y trabajadores de ese resraurante.

Aunque está algo apartado, tiene gran facilidad para aparcar.
Sus camareros son muy educados y serviciales.
La sepia a la plancha estaba de miedo, así como la paella.
Sobre cantidad y precio:
Éramos 6 personas, hemos tomado clóchinas y sepia a la plancha, la paella de pollo y conejo (bastante cantidad, tanto que al final ha sobrado y nos lo han guardado para llevar) y café.
En total ha sido unos 19 € por cabeza.
Lo recomiendo mucho.

El Martinot és un bar que ha passat de pares a fills.
Fa uns anys ho van vendre per a construir un PAI, va estar uns anys tancat i al final amb el problema de la crisi no es construïsc gens i el fill ho va tornar a obrir.
Per a esmorzar està molt bé, bon aparcament, bons productes i un bon pa. Els dimecres tenen carn de cavall amb alls tendres boníssim. No recorde el dia de la setmana que fan bacallà, però està tremend, tendre i sucós amb un ou fregit i ceba fregida l’esmorzar perfecte.
Com a restaurant realitza bons arrossos i bones tapes, el millor la matèria primera, fresca i bona.

En mi búsqueda de algún lugar que conservase la gracia de la antigua Casa Maixquera alias «los pescaditos», decidimos visitar este restaurante tras confirmar antes que no estaba mal y que tenía en cabeza a los antiguos dueños.
Lo primero que vimos tras llegar a la casa (una edificación de planta baja ampliada más un piso) fue su parking, en el lado derecho (aunque en el izquierdo actualmente también hay sitio de sobra). Allí colocan unas pocas mesitas con sombrilla, pensadas inicialmente para el aperitivo y supongo que almuerzo, pero no para comer… en parte por la orientación, hacia el sur, lo que nos permitió ir en manga corta en pleno enero, con poniente eso si. Las vistas son nulas, en su época sería huerta, hoy se ve a lo lejos Nazaret y el puerto, la vía del corredor mediterráneo y alguna industria (almacén/​silo, no fábrica). Y para llegar… coche. Andando se puede, no deja de ser un paseo de pocos más de 10 minutos desde la ciudad de las ciencias… o en bus, con el 95 te deja a 5 minutos cruzando las vías por el nuevo puente del «tranvía».
El personal atento, se nota que son de toda la vida, aunque hacia el final de la jornada, con el restaurante casi lleno, se notaba que iban justitos.
Aparte de la bebida (cara, lo normal hoy día, 2 € agua grande y 1,80 Coca-​Cola de 35), pedimos unos calamares romana (tenían también de playa, según mercado), a pesar de ver los 8 € sobre carta… pensamos que igual sería una buena ración… pues no. Estaban buenos, se notaba que era calamar de verdad, y no engañaban poniendo una masa gruesa que disimulase… pero aun así, por 8 € debería ser casi el doble de cantidad.
Luego un arroz. Aquí hago inciso, tiene un menú de 15 € que incluye un entrante barato (bravas, clótxines y cosas así, que sobre carta rondan los 4 – 5 €), un arroz a banda, bebida y postre… pensamos que por ese precio, no salía mucho peor pasar del menú para elegir otro entrante y pedir suelto, y creo que acertamos. Pedimos arroz a banda, que la verdad, por 10 € por cabeza (mínimo 2, como siempre), recién hecho, en paella (no servido en platos, por supuesto) y con muchos tropezones (sepia y gambitas), estaba muy bien y con mucha cantidad, un pelín salado, pero muy bueno… eso si, no puedo olvidar que por un poco más en el Grau de Castellón te sirven un arroz a banda de verdad (es decir, primero el pescado, y luego un arroz con su caldo). El ajoaceite no era casero, que bueno, tampoco cuesta mucho hacerlo casero si sabes que es un día de mucho lío, le da un plus y sale más barato seguro.
Tiene otro menú de 20 € con all i pebre, que me da que es una especialidad suya porque salía bastante.
No pedimos postre porque comimos de sobra, incluso dejando algún resto. La cuenta al final salió por unos 17 por cabeza, que como digo no está nada mal respecto al menú que anuncian y por la cantidad que comimos.
Aún con todo, no puedo ponerle una nota excelente, ni me atrevería a recomendarlo sin dudar. Digamos que es un sitio donde poder comer bien (sin que te claven, que ya es) y donde no te vas a equivocar, pero que igual pinchas si quieres quedar especialmente bien o si vas con gourmets. Volveremos, igual por el all i pebre (aunque El Palmar queda tan cerca una vez has cogido el coche…), pero nos defraudó ligeramente.
Tened en cuenta que 3 estrellas no es un 3 sobre 10, es un «aprobado/​bien», descrito por Unilocal como «Normal», ni malo ni excelente. No lo descartéis.