Nueve Tragos

Este local está muy chulo en cuanto a la decoración, basada en la historia del rock y en la movida de los años 80. Tienen hasta un coche de autochoques y un billar, graciosisimo.
Este bar, cuyo dueño es Loquillo, tiene la historia de este cantante impregnada en sus paredes, y como no, la música que sonaba era de este cantante y su grupo.
Las copas dejan bastante que desear, porque no están muy preparadas, asñi como la camarera no extremadamente simpática, pero son dñias de estrés en Navidad, mucha gente sale a divertirse y el ritmo es frenético.
Nos sentamos en una mesa y estuvimos una horita. Por la zona, era lo único que recordabamos que estaba abierto y a mí me sorprendió.
Un local temático que no dejará indiferente a aquellos fanáticos de los años 80 y el rock.

Cuando no nos apetece salor del barrio siempre acabamos en el 9 tragos. Es un lugar chulo y tranquilo donde tomarte algo a gusto y hablar con la gente del barrio de lo acontecido durante la semana.
Si te gusta la buena música rock española de los 80 y 90, este es tu sitio. La decoración es agradable. Llama la atención el coche de choque que se encuentra a la entrada.
Pero para mi, tiene dos ‘peros’: uno es el precio excesivo de las copas, y otro es que siempre que me je tomado una copa ahí, me ‘ha sentado mal la cena’. Casualidades… Siempre que voy, cerveza al canto.

Cada vez que viene Loquillo a Valencia, visita este bar. Y no es casualidad que lo haya hecho su «segunda casa». Local grande pero acogedor. Para tomarse unas copas con los amigos y disfrutar de la música que te gusta y no suelen poner en ningún sitio, rock español, el del bueno. Todo decorado con la élite del rock nacional, fotos y posters de los Caligari, Calamaro, Heroes y por supuesto los Trogloditas.
Hay días con espectáculos de magia muy recomendables.
Además puedes alquilar el local para tus fiestas de cumpleaños.

Ni soy un especial seguidor de la música española –ni de ninguna otra, cierto– ni tengo el cuerpo para nueve tragos, pero lo bien cierto es que aprecio la originalidad y le alabo el buen gusto a este local, que tiene una personalidad muy marcada y que ya es una referencia en un barrio, sin especial tradición en cuanto a ofertas de ocio, como Patraix.
De hecho, en una ciudad dominada por pubs fabricados en serie en los que sólo se pincha la moda del momento y, en muchos casos, se sirve garrafón a precio de güisqui añejo, una decoración original, un servicio correcto y una ristra de bebidas interesantes son una opción a considerar.
Y si, aunque el nombre del pub es un claro homenaje al artista de Barcelona, no sólo de Loquillo vive el Nueve Tragos. Si te va la conversación relajada con musica en castellano de fondo, este puede ser tu lugar.

Nueve tragos o más! La verdad es que este local del barrio de Patraix es uno de esos garitos que hay que descubrir. Este pub está especializado en música rock española de todos los tiempos.
Su decoración es de lo más original. Todas sus paredes están adornadas con elementos del rock de los 80. Fotos, discos, una gramola y hasta una chupa de cuero del propio Loquillo. ¿En serio? Sí, el propio Loquillo es uno de los artistas asiduos de este pub y de hecho tenemos la prueba en muchas fotografías que hay por todo el local. Pero no solo él ha pasado por allí, otros cantantes como Bunbury también han dejado su huella en alguna foto.
Poco más se puede decir de un local con luz propia. Es uno de los pubs donde más a gusto te puedes tomar una copa. Para mí es una tradición todas las nochebuenas, rematar la noche con una buena copa y la mejor compañía. Normalmente a pesar de tener incondicionales, siempre vas a encontrar un sitio salvo en contadas ocasiones, si hay algún famosillo.
Por cierto, lo recomiendo sobre todo a los amantes de un buen gin tonic. Además de utilizar las mejores marcas, es uno de los más potentes que he probado. Pero bueno tiene bebidas para aburrir así que podéis pedir la que más os guste.

Si Loquillo se hiciera pub, estaría en Valencia y se llamaría Nueve Tragos. Desde hace más de una década la sede oficial para todos los fans del cantante está en la calle Campos Crespo del barrio de Patraix. Excepto para los seguidores del artista, el nombre no dice mucho de lo que nos vamos a encontrar en el interior, además de unos cuantos lingotazos. Eso me pasó a mi hasta que entré por la puerta y se disiparon todas mis dudas. Es un local de los de sentarse, con poca luz, que invita a la charla, pero ante todo invita a escuchar la mejor música de rock en español, básicamente de grupos de los ochenta y noventa. Además de Loquillo, imprescindible, por sus altavoces suenan también Héroes del Silencio, Andrés Calamaro, Los Rebeldes, Burning o Gabinete Caligari, por poner algún ejemplo.
Y si la música ya es bastante reclamo para los amantes de este estilo, los verdaderos fans disfrutarán solo contemplando las paredes. Todo el merchandising del ‘Loco’ está colgado en la pared, hay incluso una de sus chaqueta, además de sus LPs. Junto a él comparten espacio fotos y portadas de Bumbury o Fito.
El local da mucho más de sí, en cuanto a decoración es todo un descubrimiento. No falta el pájaro loco, una gramola o una pequeña Betty Boop. Y para pasar el rato cuenta con un billar y una máquina de dardos, además de tener a disposición del cliente cartas o dados con los que amenizar la velada.
En cuanto a las copas hay de todo, hasta la cerveza de Homer Simpson. El precio no es el de un bar de barrio y los cubatas no salen a menos de 7 euros, pero lo pagas a gusto.
Desde que no se puede fumar ponen una terracita en la calle, que a la 1:30 se va fuera, aunque suele ser de paso, porque ¿quién se queda fuera cuando lo verdaderamente atractivo está en el interior? Especialmente si esa noche ha habido concierto de Loquillo en Valencia, lo más probable es que esté tomándose uno de los nueve tragos.