Oasis

Fui una vez hace unos meses a por agua, eso que te mueres de sed… Pues estaba hecha m. La botella tan sucia que daban ganas de devolverla y todo.
Pero aún así lo tenía pendiente por los comentarios, y eso que mi cuñado me había dicho que no valíà la pena… la clientela que suele estar fuera no da muchas esperanzas, pero bueno, habrá que ir…
Y efectivamente, fuimos a almorzar hace poco y pedimos un bocata de lomo con queso que parecía hecho con una loncha tipo suela del Mercadona y queso de los tranchetes estos baratujos… y poco relleno además. No recuerdo ni precio, ni si daban cacaus, pero si que no volveré, hay sitios muchos mejores a pocos minutos.

La mejor comida y ambiente. Raul y Dora son muy amables y te hacen sentir como en casa. El menu es bastante creativo y variado, y la relacion calidad-​precio es estupenda. Es un lugar magnifico para tomar una cerveza mientras uno se relaja en la terraza. Es un bar de barrio donde los clientes son conocidos por los dueños, sin embargo los comensales nuevos tambien fuimos recibidos con una sonrisa.

Buenas tardes, me estreno en esta pagina, la cual conoci por casualidad hace poco y que tan util me esta siendo.
Gracias a Maria Q. conoci este bar, organizamos una cena de chicas para el sabado por la noche, porque ibamos a salir por la zona de marcha, nos encanto, no podemos decir nada malo de el, NADA, la atencion buenisima, las 10 chicas que cenamos quedamos encantadas. Se portaron fenomenal con nosotras.
Cenita en la terraza al fresquito, todo buenisimo, y de precio immejorable.
Lo recomendamos 100%, seguro que volveremos.
Nos comento el dueño que se estrenaba en abrir para cenar, pues un 10 al estreno.

Oasis adopta un relevo en la dirección y se jubila su original propietario, Juan.
Ahora está en manos de Raúl, el que era empleado, se queda en buenas manos puesto que lleva años aquí.
Deseo que siga siendo el Oasis de buenos almuerzos, bocadillos de lomo con queso y cerveza bien fría… como para permacener en este oasis de barrio. El tiempo lo dirá.

Bar de barrio auténtico donde acuden a almorzar los vecinos y mucha de la gente que va al centro de especialidades médicas de Fuente de San Luis. Da justo a la Avenida de la Plata y tiene una terraza cubierta de plástico para proteger del frío a los clientes durante el invierno. Clientes fumadores, claro está, porque cualquiera se queda ahí fuera pudiendo disfrutar del desayuno, almuerzo o lo que sea calentito en su interior.
Me gustó el toque barrio que tiene por dentro, estaba casi vacío el día que fuimos y, la verdad, me parecido todo un desafío el que tuvieran wifi ¡mira ché tú qué modernos en el Oasis! Pues sí, y va veloz y a la perfección. Mi novio se lleva a veces el ordenador cuando vamos a la preparación al parto al centro de salud de al lado y mientras yo inspiro y expiro él se clava unos bocatas de tortilla «en llonganisses» tan a gusto (después de haber asistido a la charlita del día, donde los futuros papás son bienvenidos y queridos).
El almuerzo son 4.50 con bebida y café, pero los bocatas merecen la pena, con pan crujiente y buen relleno recién salido de la sartén. A ver cuándo me escapo un poco antes de los ejercicios y me arreo uno de esos, que ¡yo también quiero!

Almorcé aquí un día por casualidad y fue en realidad un Oasis en medio del desierto. Estaba hambriendo y tenía que mirar el email y de repente me encuentro este sitio, con una vitrina de almuerzos que me hacía salivar y una wifi gratis para los clientes. No podía ser mejor. Además, el trato me encantó. Debe ser el bar típico de barrio con los clientes de toda la vida donde el camarero se sabe el nombre y los gustos de todas y cada una de las personas que pasan por allí. Y así me trató, como si llevase almorzando allí toda la vida. Un gustazo. Además, el almuerzo estaba bueno y bien de precio y estuve allí más de hora y media muy a gusto, con la radio de fondo y sin agobios.
Tienen además una terraza fuera techada para cuando hace sol.