Situado cerca de la Catedral de Valencia, este palacio contiene las dependencias eclesiásticas de la Residencia Arzobispal. Fue construido con un estilo barroco en el que se mezclaban matices típicos de la arquitectura sevillana. En 1761 y hasta la invasión francesa del 1812, un arzobispo del tiempo creó, en el interior, el ‘Museo de Antiguedades’ o ‘Museo Diocesano Valentino’.