Bar italiano situado detrás de Rumbo 144, por la plaza del Cedro. Tiene buena pinta. Esta en la calle Explorador Andrés, 38. Hemos hecho los que estudiamos italiano en el Servei de Política Lingüística una cena italiana con comidas típicas de Italia. La atención es buenísima, el dueño es italiano y sabe hacer comida de su país. Para empezar hemos tomado una serie de montaditos tipicos de allí, con berenjena, calabacín, queso mozzarella y demás cosas… continuamos con unos deliciosos macarrones. Tras la comida, tuvimos una selección de frutas del tiempo, como melón, sandía y demás, todo muy verde, verdoso y naturalista. Tras ello, vino lo bueno, unos chupitos de limoncello y spritz, una bebida típica del SudTirol muy popular en los Alpes Italianos. Además de unos helados al corte de stracciatella, que estaban buenísimos Estuvo genial, a mi me gustó y creo que volveré.