The Black Turtle

The Black Turtle es uno de los nombres que más se oye cuando preguntas por una hamburguesería en Valencia.
Como concepto está muy bien, cuando llego a Valencia había pocas hamburgueserías con ese rollo, tan atrevidas. Pero la verdad es que tiene varias cosas que no me acaban de gustar como por ejemplo las patatas que le ponen a las hamburguesas, es que por más que lo intento no me gustan NADA. Quiero unas patatas largas para mojarlas en salsa!
Por otro lado, para mi gusto los entrantes son decepción absoluta. De verdad que me parecen super precocinados, cuando no es un sitio de fast food.
He de decir también que siempre salgo contenta con el servicio del personal, son simpáticos y atentos.
Le voy a dar 4 estrellas por la hamburguesa tower por que me parece espectacular. No soy de hamburguesas pero esta me tiene enamorada

Y llegó el día en que vinimos a probar una de las mejores hamburgueserías de Valencia.
Os pongo en situación: último domingo del año, 2 de la tarde, en el centro, con hambre. ¿Al Black Turtle? Pues ale, vamos para allá. Aunque dicen que era un poco pronto…
En 15 minutos nos plantamos en el local. Lleno hasta la bandera. Solo una mesa libre. ¡Justo! Aunque es una de las altas de la entrada entrada.
Nos sentamos, nos traen la carta y pedimos bebida. Good, el refresco es de los grandes. Lo curioso fue la cerveza, pedimos un doble y nos pusieron medio litro. Eso sí, casi 5 € por esa cerveza.
La carta: variada. Muy variada. Nos decidimos por unos Onion Rings (aros de cebolla de tota la vida) y una hamburguesa cada uno: la americana y la barbacoa.
Los aros bien, con salsa agria. La presentación me pareció original, en un pincho alto y los vas sacando a medida que te los comes.
Nos traen las hamburguesas. El punto de la carne… Bien, sí, poco hecha, como nos gusta. Viene acompañada de patatas. A mi no me gustaron, que queréis que os diga.
Pedimos ketchup y ¡oh sorpresa! es de sobre. ¿De sobre? ¿En una de las mejores hamburgueserías de la ciudad? ¿EN SERIO? No no no no no no, muy mal.
Los postres no los probamos, no nos cabía nada más.
Volveremos sabiendo a lo que vamos y con ganas de probar los nachos.

A pesar de que el local estaba lleno, nos han atendido estupendamente, los camareros muy majos. Hoy he probado dos hamburguesas, una con queso de cabra, mango, fresas y salsa de bourbon que estaba espectacular, la recomiendo, me ha encantado, y la Italian, también con muy buenos sabores. El punto fe la carne, ¡perfecto!

Que mal me sabe pero que gran decepción !! Típica cena de compromiso y pones el sitio como espectacular y se ve que no fue el día y es que la carne estaba muy seca y la pizza pues sin mucho que decir! En su beneficio diré que los nachos no estaban nada mal pero me tira más la burguesa de Godella así que creo que no volveremos !! El sitio está muy limpio el servicio es estupendo pero la cena fue una gran decepción !!!

La última vez que fue salí muy contenta pero la otra noche fuimos 5 amigas y tardaron más de 20 minutos en darnos mesa (teníamos reserva), nos pusieron en una mesa bastante pequeña donde cabiamos pero estábamos muy apretadas y al pedir una silla para ponerla en uno de los laterales nos dijeron que no habia sillas libres y sin embargo, veíamos algunas mesas con sillas en las que no habia nadie sentado ni cubiertos en frente; finalmente y tras insistir trajeron una banqueta. Tardaron mucho en traer la hamburguesa. Cuando queríamos pedir mas bebida, al llamar a los camareros, algunos tuvieron repetidas veces una actitud no muy correcta. Entiendo que tengan mucha gente y vayan agobiados, pero no es excusa para no tratar con amabilidad a los clientes.

Creo que en mi caso que me contaran las mil maravillas de este sitio hizo que luego la realidad fuera un pelín decepcionante.
Llevaba mucho tiempo queriendo ir a esta hamburguesería, por que había oído buenos comentarios incluso en prensa como uno de los mejores sitios dónde comer una hamburguesa en Valencia e incluso en España, así que fuimos a celebrar mi cumpleaños y apenas un par de semanas después volví con una cena de empresa.
La primera vez seguí al recomendación de una compañera que era fan de la Tower Burger, o lo que es lo mismo, doble de carne con pancakes (Sí tortitas) en lugar del pan y lo cierto es que fue un gran acierto, la hamburguesa era gigantesca pero sabrosa y el contraste del dulce de las tortitas con la carne y los otros ingredientes era muy diferente. Eso sí, no habéis visto hamburguesa más indigna de comer. Cuchillo y tenedor, nada de con las manos.
El resto de personas que venían conmigo y no pidieron la tower, torcieron un poco el morro, parecía que no les acababa de gustar del todo y oí muchas quejas sobre el pan, que si parecía «panquemao» si era demasiado dulce, algunos de ellos acabaron comiendo la carne y dejando el pan.
Yo probé algunas de ellas y me gustaron, pero igual por que era sólo un bocado y una entera se hace pesada.
La segunda vez que fuí, pedí algo muy diferente un sandwich de roast Beef el cual NO RECOMIENDO en absoluto!
Sinceramente, eso no era roast beef, era un trozo de bistec, duro como un zapato en un pan que no lo contenía ni en el primer bocado. Imposible comérselo dignamente.
Los entrantes están buenos, aunque creo que se les va un poco la mano con la temperatura de la freidora por que las dos veces que hemos ido han salido «Churrascadillos»
El personal muy amable y atento, el servicio un poco lento.
En fin, mi recomendación es Tower Burger ;)

Pues un descubrimiento (para nosotros) en el barrio de moda de Valencia. Íbamos a tiro hecho por la recomendación de un amigo. El local tiene pinta de haber sido un taller o algo de origen industrial. Todo con muy buen gusto. Sencilo, con personalidad y un lugar en el que estás bien.
Vamos a lo interesante, la comida. Básicamente es una carta sencilla. Entrantes y hamburguesas. Los entrantes más típicos. Alitas picantes, tabla de quesos fritos, aritos de cebollas, etc. Pedimos los quesos y estaban muy ricos. Las hamburguesas muy originales, para todos los gustos, buena carne y muy ricas. El precio asequible teniendo en cuenta la zona y el tipo de negocio.
Se agradece que los camareros eran muy atentos y que tenían un buen tirador de Paulaner para acompañar la hamburguesa. Repetiremos.

Ni fú ni fá. Ese es el resultado de la famosa tortuga negra. Quizás le había puesto demasiadas ganas, pero … Eso de encontrar tantas reseñas tan variadas, hace que, al menos en mi caso, sintiera curiosidad.
Una tarde-​noche de julio cualquiera, sin tener reserva, decidimos acercarnos. El trato con el que nos atendieron fue el de un camarero endiosado, como si les debiéramos un favor por encontrarnos asiento, e instándonos a esperar hasta que pudiera comprobar la disponibilidad. Ante nuestro intento de cambiar de local (será por bares en Ruzafa), se apresuró en sentarnos en una mesa de las muchas que habían libres. En todo el tiempo que duró nuestra cena, entró gente, pero ni mucho menos se llenó. A santo de qué esa frase de «tendrán que esperar».
Como no me llamaba la atención ninguna de las hamburguesas, decidí pedirme un perrito caliente. La combinación del frankfurt con la piña resultó interesante. Los aros de cebolla no estuvieron mal, pero la hamburguesa de Juan, solo la carne, no sabía a nada: si se acababa la guarnición, se acababa el sabor.
Así que, a pesar de que algunos familiares me dijeron que era la mejor hamburguesa que habían probado, en mi caso, no es de las mejores ni mucho menos.

Me ha decepcionado. Había oído hablar mucho y, sinceramente no me ha gustado. Tardaron mucho en servirnos y se equivocaron con un par de platos, y la comida no estaba muy buena. Los nachos, regulares, otros sitios los hacen mucho más ricos, y la hamburguesa también regular-​mal, con un pan dulzón que no le iba nada. El local muy chulo, eso sí.

It´s not easy to get a reservation in the most popular burger restaurant in Valencia to date, so my friend and I were excited about finally being able to try their burgers. We liked the venue. A former garage that has been transformed into an American-​like restaurant. Sadly that was all about it… Their staff were quite inexperienced: they were not great at telling us what drinks they had, they only brought mustard sauce when we had asked for three sauces (ketchup, mustard and mayo), one of the glasses was still warm from the dishwasher, one of the plates was dirty with food residues, again from the dishwasher. Regarding the food, it was just ok. We had the combo, which wasn´t anything special. Then we had two burgers, The posh one, which was ok but the bread was very dry so the burger didn´t feel yummy. The Tower burger was much better and more sweet. It comes with two pancakes instead of bread, hence the sweetness. It may be good to try once but I don´t think it´s the kind of burger you would order over and over if you are a burger fan. Finally we had some ice cream as dessert. Just a couple of scoops of a very low quality ice cream that you can buy in any cheap supermarket. I´m sorry but I´m not coming back to The Black Turtle.

¿Qué no se habrá escrito sobre la hamburguesería de moda en Valencia? Y todo lo bueno dicho sobre ella… ¡Merecidísimo! Empezando por la estética que es lo primero que me llamó a atención cuando pintaron la puerta exterior de negro y su logo en blanco. ¿Qué será, qué será? Pues ha resultado ser una de esas hamburgueserías de las que quieres probar toooooda la carta. Sí, si. Completita.
Primero dejar claro que soy fan de la comida, aunque no tanto del trato. Por eso tiene cuatro estrellas y no 5. Fuimos un lunes de poca faena y no te cogen así como así sin reserva. Tuvimos que apuntarnos en una lista y nos dijeron que esperáramos y que nos ‘llamarían’ al móvil, y eso que no estaba ni a media capacidad de clientes. Total, después de una hora y pico volvimos a pasar, por si acaso, porque el caso es que no nos habían llamado. Y claro que había sitio. Muy feo eso de que si hay sitio no coger clientes, y cogerlos además con mala cara. Una vez sentados, ya el trato mucho mejor, por suerte. Aunque los entrantes de nachos se nos juntaron con las hamburguesas. Falta un poquito de coordinación.
En cuanto a la cena. De entrantes pedimos unos nachos. Aunque sin saber que iban a ser nachos, pues no estaba muy bien especificado. Eso sí, muy fan del picante, así que el guacamole excelente. La verdad es que para picar un entrante y luego meterse entre pecho y espalda una hamburguesa como las de the Black Turtle, tienes que ir con hambre. ¡Muuuuuucha hambre!
Total, que me pedí la hamburguesa Tower Burguer. Una mezcla de dulces y salados muy curiosa, me convenció. Y además presentada con pan-​tortita. Esto es… que no es pan de hamburguesa. ¡Son hamburguesas, rúcula y queso de cabra con cebolla caramelizada entre tortitas americanas de desayuno! Una hamburguesa curiosa. Eso sí, imposible de comer con las manos. Imprescindible usar tenedor y cuchillo.
De la hamburguesa con berenjena no puedo opinar en primera persona, pero mi pareja la define como ‘un clásico con un toque especial’, no suena mal, ¿no?
Lo que no nos convenció tanto fue el acompañamiento de las hamburguesas, unas patatas fritas pero al estilo papa de bolsa Matutano. Les faltaba un pelín de sal y de sabor, sabían a chuscarradas. Pero un toque neutral a unas hamburguesas con mucho sabor.
A los postres ni llegamos: Too much! Pero para la próxima… caerán, eso seguro.
En cuanto al precio, para lo llenos que acabamos es asequible. Similar a Onion o la Mediterránea de hamburguesas.

Bueeeno, yo que sé. Acabo de cenar allí por primera vez y voy a comentarlo ya porque no creo que vuelva.
La atención ha sido regular, daba la impresión de que era el primer día de los tres camareros, no se enteraban mucho y encima como las mesas estaban muy apretadas, nos han movido la nuestra dos veces mientras ya estábamos cenando. Luego nos han sacado las hamburguesas cuando aún no habíamos terminado el combo de entrantes y le hemos dicho que se esperase a que terminásemos porque la mesa era pequeña (no sé que les pasa a las hamburgueserías que vamos últimamente que ponen mesas para dos minúsculas), pero a la camarera no le ha dado la gana y nos ha dejado los platos allí.
La comida… bueno… Nada me ha llamado la atención. Hemos pedido un combo y una Tower, para mi gusto muy dulzona y pesada (el chico que tenía al lado que ha pedido la misma, le ha comentado lo mismo a su acompañante) y una Texas que llevaba mostaza de dijón. La carne y las patatas estaban bien, pero eso, solo bien.
Así que no lo voy a recomendar. Quizás con un poco más de experiencia de los camareros la cosa mejore, pero es que la comida tampoco era una maravilla.
Total que ni Mediterránea de hamburguesas ni Black Turtle, lo siento amigos de Ruzafa, pero me quedo con el Belmondo en su calle Ciscar.

¡Que se quiten las Tortugas Ninja! A partir de ahora, fan de la Tortuga Negra (aka Black Turtle).
Entramos sin miedo conocedores de que en Ruzafa la gran mayoría son locales que no te van a defraudar. No nos equivocamos.
Local con una decoración bastante chula, llena de letras (a mí todo lo relacionado con las tipografías me chifla) y con un original toque industrial en la entrada a los baños.
Nos sentamos en una mesa para 7 personas y todos sentados en una bancada acolchada rollo sofá. Minipunto para el local.
Pasemos a lo que interesa: la comida.
La carta no es muy larga, cosa que para gente indecisa como yo, se agradece.
De entrantes pedimos un par de ensaladas (una César y una de salmón). La de salmón, normalita; la César no estaba mal, aunque las he probado mejores.
También pillamos el típico «combo» en el que te viene varias piezas distintas para compartir. 3 salsas, unos fingers de pollo que quitan «el sentío» y unas croquetas riquísimas con una textura muy suave. Creo recordar que también había aros de cebolla.
Vayamos al plato principal.
Servido en bandeja de pizarra veníà la hamburguesa (yo me pedí la Texas Burger). Creo que es la mejor elección que pude hacer. Sencillamente me encantó. Además las hamburguesas las sirven con patatas chips caseras (o al menos me dio esa impresión) que estaban mejor que cualquiera que te puedas encontrar en una bolsa con una carita sonriente impresa.
Tienen también hamburguesas originales, como una que lleva fruta. La probé y no estaba mala, aunque no es mi rollo.
De postre me pedí «Muerte por chocolate». Yo para el chocolate soy muy especialito y generalmente no me gusta empacharme, pero esta tarta puedo decir que es de las mejores tarta de chocolate que he probado. Impresionante. Recomendable un análisis de glucosa antes de pedirla.
Probé también un poco de tarta de queso, que también estaba muy buena. Cualquiera de los dos postres es una elección segura.
La única pega que le pondría es que los camareros, aunque de trato bastante agradable, estuvieron un pelín despistados. Pedimos una bebida que no nos trajeron, volvimos a pedirla de nuevo y, bastante rato después, nos trajeron dos.
No le doy mucha importancia porque puede ser algo puntual.
Desde luego, un sitio para probar si te gusta el estilo de comida americana y quieres huir de la típica franquicia. Mucho mejor The Black Turtle, tanto por precio, como por calidad, como por atención. Yo quiero repetir.

Comida con amigos…
Espectacular la hamburguesa paradise … Con fresas! Y el postre si eres valiente «muerte por chocolate».
El servicio también muy bueno, y la decoración muy adecuada para el lugar. Para repetir por menos de 20 €

Siguiendo una recomendación decidimos visitar este restaurante y la experiencia no fué mala aunque no del todo satisfactoria. Volveré en el futuro para darle otra oportunidad.
La noche estuvo plagada de incidencias sin importancia, para empezar nos asignaron una mesa amplia para los cuatro ¡¡bien!!, cuando llego nuestro camarero le dije que había visto un tirador de Guinness a la entrada, pero, oh, no les quedaba.
Al lio, pedimo de entrante unos nachos (ahora ya puedes pedir nachos hasta en los chinos) que estaban bastante bien y añadimos el típico combo con aros de cebolla, pollo rebozado y alitas, que estaba bastante bueno, aúnque yo mejoraríà la calidad de las salsas que se notaban muy «de bote»
Despues las hamburguesas, la mia estaba seca por dentro lo que hizo que tubiera que poner al 100% mi maquinaria de trituración y que le costara un poco pasar de la garganta.
Por último un pastel de chocolate para compartir con muy buena presencia pero un demasiado dulce.
El servicio atento y amable aúnque un poco desorganizado.
En fin, que no estuvo mal pero «necesita mejorar» y es solo prestarle un poco más de atención al punto de la carne…
Le daré una segunda oportunidad porque parece que ayer no era mi día, y la persona que me lo recomendó, que estaba anoche tambien, aseguró que saben hacerlo mejor.

Había descubierto Black Turtle en Xuquer. Fui una vez y me encantó, tanto por la decoración como por la comida y el precio. El trato fue exquisito, pero hay que tener en cuenta que era un mediodía entre semana y estaba casi vacío.
En base a esta experiencia, decidí llevar a un amigo al de Ruzafa. De inicio, la decoración que han conseguido es espectacular, aunque quizá algo oscura, sobre todo para comer. Entiendo que es un ambiente mejor para cenar.
Los platos están igual de buenos que siempre: pedimos unos fingers (sabrosos pero quizá demasiado tostados), unos nachos (ahora hablo de ellos), dos posh (para mí la mejor hamburguesa del local) y una cookie (también hablaré de ella).
Los nachos no llegamos a probarlos, porque no nos los trajeron. Aunque el trato fue amable y rápido, el camarero no recordó que debía hacerlo y cuando se lo dijimos al encargado nos pidió disculpas, pero quizá le sobró (a mí no me importa, pero posiblemente no transmita buena imagen) decir que a veces los camareros no estaban al cien por cien. Y la cookie, en mi opinión puramente gastronómica, tiene un excedente de chocolate y pierde por ello todo el sabor.
En cualquier caso, pienso que todo obedece a una falta de rodaje, porque la cocina sigue siendo muy buena y a muy buen precio y sigue estando lleno cada día. Y, aunque no pedí el menú, lo que ofrecen me pareció muy apropiado a un precio asequible.
Seguro que mejora. Y más estando donde está. Hay que ser valiente para haber abierto al lado de Mediterránea de Hamburguesas. Sobre todo, porque ya le está comiendo mucho terreno en menos de cuatro meses.

Si tienes mogollón d hambre y t apetec una buena hamburguesa en un sitio chulo, este es tu lugar. El local es muy bonito y los camareros simpatiquisimos. Ademas está genial d precio. Probadlo!

A pesar de ser sábado y de haber visto las largas colas que se forman en el black turtle me acerque a las 9 con mi pareja para ver si por casualidad teníamos una mesa, y gracias a la amabilidad de uno de los miembros del personal, y que había fallado una mesa, pudimos disfrutar de una cena tranquilos. Poco a poco se fue llenando el local, por lo que como ya e leído en varios comentarios, hay que reservar. De la comida y el servicio todo bien, en su punto, y a un precio muy razonable. Quiero volver! Pero tendré que reservar! Muy recomendable. Nosotros tomamos un entrante y luego dos
Hamburguesas. Nos quedamos mas que llenos. Ahora, recomiendo de postre la cookie. Abstenerse los que estén a dieta.

Una querida amiga me llevo a este sitio y la verdad es que he flipado con el local y con la comida, el tema es que la carne la sirven como la pides (poco hecha, al punto…) por primera vez tiene sentido que te lo pregunten! Un menu de 9’95 € que es una pasada y podemos mejorar mas aun… Sirven huevos benedictinos! Soy una super fan de ellos y aqui la salsa holandesa es lo mas… Hamburguesas para vegetarianos tambien si lo desean, nadie puede sentirse descriminado! Que es lo que mas mas mas mas mas me enamoro? La coockie de postre con chocolate y helado de vainilla… Tan crujiente al partirse y tan tierna por dentro… Empiezo a salivar solo de pensar en ella! Conclusion, q es la mejor cookie caliente de valencia por encima de la del tony’s! Y todo en el menu! Una locura! Aun asi los platos en carta son baratos, comparable con el tommy mels! Teneis que adorarlo os lo digo!

La Guindi le tenía muchas ganas a esta tortuga negra, tal vez ha sido eso, que iba con muchas expectativas y no ha estado a la altura.
La gente de Black Turttle es un verdadero encanto, desde que hice la reserva por teléfono, hasta salir por la puerta con la panza bien llena. Entusiastas, simpáticos, eficientes. Un diez para ellos.
El local resulta más bien oscuro, paredes negras con motivos americanos y los focos de luz enfocados a las mesas junto a las paredes. ¡Ya la liamos! Nos toca en una mesa en la línea central, ideal para parejitas, oiga, pero que me gusta ver qué como.
La carta es la típica de comida rápida americana: muy recomendables los Turtlle Nachos. En una panera alargada, una torre de nachos exquisitos, con una buena cantidad de guacamole, queso, bacon, pollo y otra salsa que no sé a ciencia cierta cuál era. Por supuesto que también encontrarás alitas de pollo, aros de cebolla, quesadillas, bravas, croquetas y cosinas de estas.
La Guindi iba con idea de pedir una ensaladita (jijiji), pero las tres que tienen no le llamaban especialmente la atención, así que hice caso a Laura V y fijé la vista en el apartado más extenso de la carta.
Y es que el punto fuerte se supone que son las hamburguesas pero tan solo tienen de ternera, pollo o 100% vegetales. Me pedí una Bull Burger de ternera, tremendo atrevimiento por mi parte, ya que lleva queso, jamón serrano y salsa all i oli. Tomate y lechuga, por supuesto. El pan generoso y rico, pero la hamburguesa en sí no me dijo nada. (¡Oh, Varea, vas a dinamitar mis salidas hamburgueseras!). Te lo sirven en un plato alargado de pizarra, acompañado de unas papas fritas caseras con un ligero toque de pimentón. Lekker.
También tienen «Pedritos Calientes», vamos Hot Dogs que tal vez me lance a pedir la próxima vez; Pizzas (5 variedades); y menú infantil.
De postres tenemos tartas y helados, perdonadme: no logro recordar toda la lista que nos cantó la chica. Marta V. se lanzó sin dudarlo a la Cheescake que compartimos las tres.
Respecto a las cokes, los tamaños son XXL. Cerveza de grifo tienen Paulaner y de tercios, Heineken. Aquabona, para los pececines.

Hamburguesería 100% recomendable!!!
El local es un garaje reformado a salón comedor diáfano con estilo loft industrial que le da un toque urbanita muy interesante; hay que verlo, nadie lo diría!!!
El servicio estupendo: empezando por el hecho de que llamaron a medio día para confirmar la reserva, pasando por la amabilidad y frescura (siempre con una sonrisa) de los camareros, el tiempo de espera entre entrante y plato principal fue el adecuado y, en definitiva, están continuamente pasando pero sin agobiar, van a tope y tienen buena cara y el trato muy correcto, no detectas su estrés, cosa que es de agradecer.
La carta tiene gran variedad de entrantes, de su especialidad (hamburguesas) pero también tienen pizzas y perritos, menú infantil y posibilidad de elegir la hamburguesa de ternera, de pollo o vegetariana (lo que les da un plus para mi votación sobre el local).
Finalmente el precio muy asequible: por 14,20 € por persona, cenamos unos nachos para compartir, y de segundo hamburguesas. Yo me pedí la tower que está hecha con tortitas, me resultó una idea innovadora y de mezcla de sabores y texturas espectacular, acompañada de patatas estilo papas (redondas). El resto tomaron la albergina, la brit y la texas burguer y todos comentaron lo deliciosas que estaban. De postre pedimos la muerte por chocolate y la cheescake para compartir y, en mi opinión, estaba bejor la tarta de queso. Es de destacar que tienen cerveza paulaner rubia y tostada, otro punto a su favor.
En definitiva, relación calidad precio muy muy muy buena, volveré segurísimo!!!