Hemos comido de maravilla, una atención estupenda. Manuel es el camarero que nos ha atendido, y ha sido muy atento y profesional.. Me ha encantado la experiencia.
Jordi A.
Rating des Ortes: 4 Valencia
Ja he passat diverses vegades per allí amb els meus fills, sempre el Dissabte al matí i solament hem vist alguna partida d’afeccionats. Un lloc molt poc conegut pels valencians, en entrar allí t’assegues molt xicotet i sobretot un gran respecte i admiració per totes eixes persones que mantenen viu aquest esport tan nostre //Ya he pasado varias veces por allí con mis hijos, siempre el Sábado por la mañana y solo hemos visto alguna partida de aficionados. Un lugar muy poco conocido por los valencianos, al entrar allí te sientes muy pequeño y sobre todo un gran respeto y admiración por todas esas personas que mantienen vivo este deporte tan nuestro
Raúl A.
Rating des Ortes: 5 Bétera, Valencia
¡Viva mi ignorancia! Iba paseando por la calle con un amigo, le comentaba que estaba buscando sitios nuevos sobre los que escribir, estábamos rondando la calle Pelayo, y me dice«¿esto lo conoces?», «¿el qué? ¿la cafetería Pelayo?», respondí con toda mi ignorancia acumulada a lo largo de 35 años. «Anda y pasa» replicó mi amigo, entramos en la cafetería que tiene un largo pasadizo de entrada hasta dar con una cafetería grande, pero sin apenas luz natural, el sitio lo conocía, recordaba haber pasado por allí en alguna ocasión, mi amigo le preguntó a los dueños si podíamos entrar, «¿entrar, a dónde?» respondía mi voz interior. Los dueños dijeron que adelante, que por favor, era un placer… «¿placer, el qué?» mi amigo abrió una puerta y de golpe me encontré con ese espacio inmenso, testimonio de mil batallas, con ese sabor añejo, a realidad, a sufrimiento, a deporte, a pelota Valenciana. Me quedé estupefacto, petrificado, de las dimensiones del propio trinquet… alguna vez había visto algo en la tele, y me los imaginaba cutres y pequeños, pero mi ignorancia estaba equivocada, «¡viva mi ignorancia!» gritaban mis neuronas. ¡Viva! Grito yo ahora. Es un trozo de nuestra historia, de nuestras tradiciones más arraigadas, testimonio de paso de los más grandes durante más de 100 años. El día estaba nublado y empezó a llover, sobre el enorme techo de uralita caían las gotas, y el frío, y la humedad… la vida golpeaba sinuosamente sobre él(techo), sobre nuestras cabezas, sobre nuestras vidas. Estaba en estado de shock, no sabía reaccionar, ni que decir, ni como moverme… así que empecé como se empiezan las cosas, dando un primer paso y después otro, y así hasta 200, para llegar al otro extremo de la pista, subí a las gradas, subí, vi, y observé. Ese sitio tiene magia, pero no de la estúpida magia de las películas de Harry Potter, no. Magia de vidas pasadas allí. Lo sorprendente es que un sitio así se mantenga durante más de 100 años, y que no todo el mundo sepa de su existencia, ahora por suerte, yo ya no formo parte de todo el mundo. También por suerte, nos informaron que aún se juega, y tanto que se juega. Los fines de semana, los domingos competiciones por equipos, porque para jugar individuales es demasiado enorme, gigante, titánico, estratosférico, profundo, como la boca de un lobo de 100 metros de profundidad, de 100 metros de historia. En el aire se respiraba ese ambiente, el grito sordo de los aficionados, de los miles de aficionados que se atrincheran en sus gradas… Seguía lloviendo, pasamos al bar, yo seguía sin hablar, me había quedado«helado» balbuceé «un café, por favor» me lo sirvieron, quemaba, abrasaba, pero no me importaba, era como si estuviese muerto y vivo al mismo tiempo, como si hubiese resucitado, como si me hubiesen golpeado la cabeza y el alma, y la cabeza del alma… De lo más grande que hay en Valencia, vivir en Valencia y no visitarlo, es como no vivir en Valencia. Pienso volver para ver como juegan, tiene que ser sencillamente espectacular.
Rosana H.
Rating des Ortes: 3 Paiporta, Valencia
De los ambientes humildes surgieron, no sólo las mejores recetas de cocina que alimentan hoy en díà la gastronomía tradicional, también deportes como este, el de la pelota valenciana, que empezó jugándose en la calle, por equipos, tirando con rabia una pelota contra la pared. Los gustos, las formas y hasta el «en mi pueblo jugamos así», habrían dado lugar a diferentes especialidades. Imagino que durante un tiempo fue el entretenimiento dominical, como lo era también en algunos sitios el tiro y arrastre, otro«deporte local». De aquellos tiempos, a pesar de que el juego de la pelota hoy en día se continúa dando, queda sin embargo un último reducto en Valencia: el Trinquete de Pelayo. Este espacio, en el que se siguen celebrando las mejores partidas de las competiciones más importantes, permanece todavía abierto al público y puede visitarse cualquier día entre semana, acercándose a la cafetería que le sirve de entrada. Los dueños son muy amables, se les nota la afición por la pelota y no tienen inconveniente en que pases a ver el trinquete ya que estás allí. Los sábados y domingos hay juego de competición y se cobra la entrada. Lleva abierto más de cien años y toda esa actividad ha generado una galería de honor en la que, a pesar del enorme número de pelotaris que han pasado, sólo cinco han tenido mérito suficiente para poder ser incluidos en ella. Los criterios de selección para formar parte de esta galería son muy rigurosos.
Empar O.
Rating des Ortes: 5 Valencia
Conocido por La Catedral entre los entendidos en pelota valenciana, ha sido escenario de numerosas partidas míticas de este deporte. La competición reina, el Individual Bancaixa– Trofeu President de la Generalitat, hasta hace poco celebraba sus finales allí. Situado en pleno centro de la ciudad, Pelayo es sin duda una muestra de nuestra cultura y nuestras tradiciones que ha sabido sobrevivir a lo largo de los años. En este trinquet se han formado como pelotaris muchos de los grandes que tenemos en este momento dentro del panorama de la pilota valenciana, Pedro, Pedrito, Víctor y Grau, todos ellos de la vieja escuela«pelayística». Coronando una de las gradas se encuentran las fotos en tamaño super XXL de grandes jugadores en la historia de este deporte, El Nel de Murla, el mítico Rovellet, y sobretodo el indiscutible Paco Cabanes«El Genovés». De su terreno de juego, dicen los profesionales, que es demasiado grande para jugar un «mà a mà», pero en cambio, en competiciones grupales da mucho juego siempre y cuando las galerías estén «prohibidas». Qué más te puedo decir, si soy una apasionada de la pilota valenciana… te invito a visitar este trinquet y a descubrir la magia de este deporte.