Vertical

Relación calidad/​precio, y más para un estrella Michelín, bastante floja.
No hay grandes reinterpretaciones ni platos originales con los que en cada bocado descubras una técnica vanguardista ni un derroche de imaginación.

Comida de negocios en grupo. Servicio impecable, apoyado en alumnos de la Escuela de Hostelería de la Fundación Cruzcampo — Heineken. Huevo trufado con ajoarriero, una fideua y de postre, comiendo paisajes. Vistas espectaculares.

Me resulta muy complicado valorar un restaurante de alta cocina la verdad, porque claro, evidentemente el servicio es muy bueno y la comida también, pero lo pagas… así que me refiero en mi reseña a la relación calidad precio.
Fuimos con una oferta de Valencia cuina oberta, que nos salió más económico que lo que costaría normalmente, pero lo voy a valorar respecto al precio general para ser más justo.
Cuando a alta cocina se refiere, entiendo que la oferta siempre está relacionada con nuevos sabores así como sabores tradicionales muy cuidados. En este sentido Vertical cumple a la perfección. Probamos ambas cosas y la verdad es que muy satisfecho. Pero por otro lado, entiendo que para alcanzar una puntuación de 4 o 5 estrellas debe ser la bomba en relación a lo que se paga. En ese sentido sí que está un poco lejos de conseguirlo. Lo mejor para mí fue el postre de chocolate en tres texturas. Los entrantes tipo canapé con mezclas de distintos sabores eran muy curiosos, pero ninguno era ‘la bomba’. De plato principal un arroz con pulpo muy muy sabroso, en su punto y muy equilibrado de sabor.

Quiero volver ya con mi madre ¡le va a encantar el lugar! Fuimos con un menú de Cuina Oberta 2015 (35 por cabeza) y a mí me pareció muy ajustada la relación calidad precio, si bien hubo platos que no me sorprendieron y de ahí que no pueda ponerle más estrellas todavía. Mi puntuación son 3’5 estrellas, que conste.
Nos dieron una mesa con vistas a la Ciudad de las Artes y era impresionante comer con semejante cuadro delante. Tampoco lo pedimos por teléfono así que me pareció un detalle. En el servicio no noté que nos trataron de una forma diferente al resto de clientes, o porque todos eran de Cuina Oberta o porque siempre lo hacen así, no lo sé, pero me gusta que conserven el buen trato seas quién seas y vengas cómo vengas.
El menú empezaba por unos entrantes pequeñitos: bloody mary, lomo de caballa marinada, corte de salmón y un chupito de foie, éste último no estaba en el menú y lo cambiaron aunque no nos avisaron. De todos me quedo con el corte de salmón, muy fresco y con una fina lámina de un pan muy rico. Los siguientes platos, individuales y más elaborados, fueron un ceviche de pez mantequilla con rábano y emulsión acidulada, exquisito, y unos espárragos con papada ibérica Maldonado. El caso es que nos nombraron los platos cada vez pero me dio vergüenza preguntar qué narices era eso de la papada ibérica Maldonado. Este plato me gustó menos porque la base era como una salsa de patata con mantequilla y no me gusta, así que me la dejé.
Los principales estaban deliciosos pero en un restaurante con estrella Michelin no me siento demasiado sorprendida por una fideuà y un arroz al horno con presa ibérica, por muy buenísimos que estén. El postre sí que fue de lo más curioso, diría que lo mejor junto al ceviche. Se trataba de cacao en texturas: espuma, duro, cremoso… todo en un mismo plato y ¡se movía! aunque me dio un poco de cosa el primer bocado molaba mucho sentir cada textura del chocolate al comerlo. Los petite fours muy normalitos. La bebida y el café no iban incluidos así que al final salimos por unos 45 por cabeza con agua y dos copas de vino. El aire acondicionado está a tope, así que trae chaqueta. ¿Volveré? ¡seguro! necesito saber si la experiencia fuera del Cuina Oberta es más Michelin. Ah, y creo que el chupito de bloody mary era repetido del menú del año pasado ¡eso es de poca originalidad, chicos!

Bonitas vistas de Valencia y muy buena gastronomía. Menú degustación x 65 € que no te dejará indiferente.

The place is beautiful and elegant.
Great service and pretty decent food.
I would love to elaborate, but I was a little tipsy already so I wasn’t able to fully enjoy the food but that gives me an excuse to go back some day!
Cheers

Como empezar… quizás fueran las expectativas, pero… decepción.
No sé si influye que fuera el menú de Cuina Oberta… pero para tener una estrella Michelin… he estado en sitios donde he comido «mejor» que aquí, más sorprendentes y variados (La Salita, por ejemplo).
Aunque todo estaba bueno, no hubieron sabores sorprendentes ni platos espectaculares… incluso el postre tenía una especie de gelatina nada agradable…
El servicio bueno, y el lugar eso sí, tiene unas vistas espectaculares… pero la comida en un sitio así espero que me sorprenda y me encadile, y no fue así.
Comimos bien, aceptable, pero nada más.
Como restaurante de autor disfrute muchisisimo más en La Salita por un precio similar (siendo La Salita sin promoción, como en este caso que era Cuina Oberta).
Este fue el menú, suena mejor de lo que me supo:
Aperitivos
Esfera de Bloodymary&Airbag de brandada de bacalao&Cremoso de foie con lámina de Pedro Ximenez
Entrantes
Bonito curado con Mentjarblanc &
Alcachofas salteadas con velo de ibérico
Plato principal
A elegir entre:
Corvina con suquet de barca
o
Terrina de Blanquet con jugo de hinojo
o
Rossejat de fideo fino con gamba roja
Postre
Cuajada de café, helado de cacao y tierras de Torrefactos

Well located downtown Valencia, extraordinary view and trendy gastronomic restaurant. Many great spanish red wines to choose from, pretty pricey though. Food is amazing and definitively worth it!

Me da cosa poner sólo 3 estrellas, porque la comida es buenísima, pero es que no me apasionó… no es un sitio donde volvería.
La comida está exquisita, además acabas llenísimo (recomiendo no tocar el pan o no podrás acabar con el menú degustación!). El menú consta de unos 6 aperitivos con mucho sabor a mar, 3 entrantes, 1 plato principal (pedimos fideuá y no pudimos con él de la cantidad que había! grata sorpresa) un pre postre y un postre… además del café con sus dulces. Todo muy muy rico, la verdad.
El día que fuimos sólo había dos mesas más ocupadas, así que teníamos todo el restaurante para nosotros. La maître encantadora, te explicaba todos los platos, pero el resto de personal creo que eran becarios o intercambio con otro rte francés porque la maître les iba diciendo cómo hacer las cosas. Esto no da muy buena imagen, y van con tal cuidado que te daba un poco de apuro por ellos…
El restaurante si, tiene vistas, pero tampoco es que sean la pera. Se ve el Oceanografic, Ciudad de las Artes y de las Ciencias… pero es que todo lo que lo rodea está en obras o es zona industrial o campo desolado que no dice nada, vamos, que por las vistas no iría.
Además, el local es frío, no tiene nada de calidez en su decoración, es un restaurante de hotel. De lujo, si, pero de hotel sin encanto ni calidez. Aún así, me encantaron LAS MESAS!!! por fin mesas amplias! de hecho eran mesas como para 4 – 6 personas, como debe ser un restaurante de este nivel.
Es muy recomendable si quieres comer bien, pero el entorno lo acompaña, lo siento.
Precio: pues mucha pasta, tiene una estrella Michelín.
Vestimenta: en nuestro caso muy casual, que estábamos de turisteo.

Vertical es un sitio donde tienes que ir al menos una vez.
Estuve hace poco y he de decir que fué una gran experiencia.
Todo son sorpresas, no sabes muy bien donde vas porque desde la calle, la única forma de acceder es coger un ascensor que te lleva a una terraza, donde coges otro ascensor, que te deja directamente en el restaurante.
Al llegar, teníamos reservada una mesa junto a la ventana, desde donde las vistas (aproximadamente estamos en un piso 13), son increíbles. Toda la ciudad iluminada detrás de la Ciudad de las Artes y las Ciencias.
El trato es inmejorable, te ofrecen el menú degustación, y te van contando cada cosa que van a traer, a cual de ellas más rica.
En ningún momento tuve la típica sensación de que en estos sitios tan «fashion» comes poco, de hecho no pude acabar los dulces que nos trajo al final.
El menú constaba de unos aperitivos al principio, varios entrantes, un plato de carne, otro de pescado, prepostre, postre, y dulces, (todo pequeñito claro), acompañados con un vino riquísimo y pan de distintos tipos.
La última sorpresa imagino que fue el precio, aunque por suerte yo no lo supe. pero ninguna ganga, me imagino.
Os animo a probarlo alguna vez, que siempre hay algo que celebrar! :)

Un lugar espléndido donde comer sin prisas saboreando cada plato y un buen vino. A mi me gustó mucho, pero al que le tocó pagar le cambió la cara cuando llegó la cuenta. Bueno, esto no sucede siempre. Disfruta!

Para tener una estrella Michelín, el precio es bastante reducido.
Lo suelo recomendar especialmente a aquellas personas con invitados de fuera, porque es el restaurante con mejor vistas de toda la ciudad, especialmente de noche.
La comida es excelente (para algo tiene una estrella) y mucho más asequible que su hermana, La Sucursal.
Solamente se puede pedir el menú degustación, cuyo precio suele rondar los 50 €.
Dentro de poco abrirán la terraza para deleitarse de las vistas con un gin tonic.
Un lugar perfecto para las visitas de fuera o para cortejar a una chica en una primera cita :)

Vertical es uno de esos restaurantes más que recomendables para celebrar una ocasión especial o siempre y cuando alguien quiera invitarte. Ese fue mi caso, y por tanto solo tengo buenas palabras y grato recuerdo de la velada. Si hubiera tenido que pagar yo, quizá no me hubiera sentado tan bien la cena.
Situado en el último piso de un gigantesco hotel, lo más identificativo del local, además de su comida, son sus espectaculares vistas de la ciudad. Una panorámica magnífica de la Ciudad de las Artes y las Ciencias y del cauce del río que por si solas hacen que la visita valga la pena. Tuvimos la suerte además de ser la única mesa por lo que nos colocaron en el mejor sitio del local.
Coronado con una estrella michelín, el restaurante lo gestiona con idéntico mimo la misma familia que regenta La Sucursal, y el más reciente Coloniales Huertas. Me sorprendió que no hubiese carta, ya que nos soy muy dada a los menús degustación, pero al finalizar la opípara cena, no salí nada desilusionada, aunque casi no me podía mover.
El menú se componía de cinco entrantes, una carne, un pescado, un prepostre y un postre. De los primeros destacar alguna de las delicatessen que degustamos como la bola explosiva de bloody mary, los buñuelos de bacalao o los canelones de rabo de toro. También hubieron algunos de esos entrantes que estando buenos, tampoco eran nada del otro mundo. A continuación seguimos con una deliciosa lubina y una liebre con foie que a pesar de estar buenísima, ya no pude casi saborear. A pesar de que las raciones son pequeñas, fueron demasiados platos. Y eso que tengo un saque importante y no me suelo acobardar ante un espectáculo gastronómico así. Los postres estaban ricos, pero tampoco pude degustarlos como me hubiera gustado.
La selección de vinos es también destacable, y tienen muchos fuera de carta.
La experiencia fue positiva, no lo considero uno de los mejores restaurantes de Valencia, pero vale la pena probarlo.

Es uno de los pocos restaurantes de Valencia agraciados con una estrella Michelín, así que uno se puede imaginar lo que verá allí. Sin embargo, lo más impresionante de Vertical es, sin duda, su emplazamiento: con unos gigantescos ventanales, en el último piso de un hotel, goza de unas vistas que ya quisieran para si muchos monumentos turísticos.
El caso es que mi madre había ido ya unas cuantas veces, pero nosotros, los pobres, generalmente a estos locales sólo podemos ir una… o ninguna vez. Al menos he tenido la suerte de ir una, en el que nos sirvieron un menú de degustación que estaba delicioso pero, claro, como suele ocurrir con la cocina de autor, se me antojó ligeramente escaso… y del precio ni hablemos, claro.
En resumen, se trata de un restaurante para ir con tranquilidad, tardan bastante en servir, y para disfrutar a la vez de sus impactantes vistas.

En una ocasión especial, unos amigos nos convencieron para hacer una celebración allí, con una cena.
Habían reservado en una de las dos mesas que hay al lado de la ventana. Una novena planta con vistas impresionantes, y eso que era de noche. O tal vez, por ser de noche…
Quisimos empezar tomando unos cócteles pero no tenían nada sofisticado. Un Martini fue lo que nos pudieron ofrecer.
Nos recomendaron un menú degustación, en el que prácticamente no tienes que elegir nada, sólo dejarte llevar por el vaivén de platos del camarero. Todo exquisito.
No piensen que podría haber pasado como en la famosa escena del restaurante de la película «El sentido de la vida». Los platos van cargados como con una quinta parte de lo se veía en esa película, por lo que no había riesgo. Además, lleva una cadencia tal que entramos a las 22:00 y salimos a las 01:00. Es una lugar para ir con calma y disfrutar.
La somelier nos recomendó un vino, el otro lo elegimos nosotros. El nuestro fue mejor, pero vamos, que un error lo tiene cualquiera ;))
El precio por persona fue de 70 €. Ahora creo que tienen un menú más barato aparte de éste.
Esperaremos a mejores tiempos para visitarlo de nuevo.

Arrancamos con una advertencia: este restaurante está situado en la última planta del hotel Confortel, ubicado junto al centro comercial Aqua. Quedan avisados ¡No busquen el Vertical a ras de suelo!
De hecho, uno de los puntos fuertes del establecimiento –vistas espectaculares a la mastodóntica Ciudad de las Artes y las Ciencias desde la novena planta– es, paradójicamente, una de sus debilidades: lo espectacular de la ubicación, acompañado por el fascinante diseño del local, tapa, oculta, mitiga, todo lo demás. Y todo lo demás, es, ni más ni menos, que la cocina.
Ésta, desde luego, no es mala. Vertical es uno de los pocos de restaurantes de Valencia que luce una estrella Michelin, lo que le otorga un marchamo de calidad indiscutible. Gestionado por los propietarios de otro restaurante local de campanillas, La Sucursal, un servidor da fe de lo exquísito del local en varios aspectos.
Las copas, por ejemplo. No todos los días degustamos un buen caldo en una copa Zwiesel 1872. O el pan, especialmente, el de maíz ahumado. El resto del menú de degustación, irregular aunque correcto, muchas veces bueno. Varios entrantes, y platos de pescado y carne más un par de postres dan para que haya de todo, aunque destaco la original y sorprendente presentación de unas verduras ecológicas con moluscos al vapor.
Con todo, lo más destacado de Vertical es el local.

Situated atop the Confortel Aqua 4, Vertical is a fitting name for the restaurant. A spectacular view of Santiago Calatrava’s Ciutat de les Arts i les Ciències is on full display from the large glass encased walls which is Vertical’s dining room. You can see the view from where we were here (note the reflection of the restaurant in the windows):
Formally dressed staff which are both sharply outfitted and sharply attentive. After very little deliberation we opted for the tasting menu, even though it was just lunch. It turns out the restaurant group also owns La Sucrusal which we had tried to go to the night before but were too late to. So this would make up for that miss and also see what the modernist side of Valencian fare would be like. Unfortunately I only have the Spanish menu:
— Berberchos en salpicón donde destacaba el sabor a pimiento
— Crema de calabacín
— Brandada de bacalao .
— Esferificación de queso manchego
— Carpacho de viera con aguacate y almendras tiernas
— Atún con brotes de guisantes y otros, con huevas
— Huevo con trompetas de la muerte, foie y caldo de ibéricos
— Merluza con pochas, carabineros y caldo de estos últimos
— Costilla de ibérico caramelizada con salsa de mostaza y castañas
— Gelatina de leche con mascarpone y helado de baileys
— Tarda ce chocolate con helado de chocolate y helado de fruta de la pasión
Another great example of modern Spanish cuisine. A great intertwining of modern updates to traditional dishes. This was probably the most formal of the restaurants we went to in the area, but even so the service was actually fairly comfortable. We were able to speak to the servers and they were happy to oblige our curiosity.
Stellar food, fine service and probably the best view of any restaurant in Valencia. I’ll have to hit up La Sucrusal the next time Im in the area due to the stellar showing of it’s sister restaurant.